Para llegar a la paz hace falta un poco de creatividad

Para llegar a la paz hace falta un poco de creatividad

Estuvo en Tucumán el sociólogo noruego Johan Galtung. Él es escritor, conferencista, asesor y activista por la solución pacífica de conflictos.

"Vine a Tucumán desde Washington, donde vivo con mi esposa japonesa; pasamos buena parte del año allí, a causa de los conflictos importantes. Sobre todo, estoy involucrado en Afganistán. He tenido muchos diálogos con políticos y legisladores americanos". Con su altura noruega y su camisa tailandesa, cafecito en mano, Johan Galtung accedió a conversar unos minutos. LA GACETA lo interceptó en el coffee-break en el Catalinas Park. Se estaba desarrollando el Seminario sobre Transformación pacífica de conflictos, organizado por la Universidad San Pablo-T y la Asociación Respuesta por la Paz.

- A 11 años de la invasión de Afganistán por parte de EEUU, ¿cuál es la perspectiva?

- Según Estados Unidos es, en términos generales: 1) vencer, y no va a ser así; 2) retirarse con honor, y no lo van a conseguir; 3) resolver el conflicto, y no tienen ni la más remota idea de cómo hacerlo. Los que sí tienen ideas son equipos de trabajo en mediación de conflictos en Afganistán, China, Irán y Turquía. Estoy abocado a trabajar con ellos.

- ¿Trabajan individualmente? ¿Bajo qué consigna?

- Integramos equipos a través de una organización, Transcend. Contamos con alrededor de 500 mediadores en 80 países; la mitad son mujeres. Eso sí; deben ser equipos totalmente independientes de los gobiernos.

- ¿Qué puede decir sobre el estado del conflicto por Malvinas?

- Mire: depende de Inglaterra. Es por eso que no se ha podido resolver el conflicto de Malvinas, porque Inglaterra tiene veto. La ONU no funciona para ustedes. Hay cinco poderes que tienen veto y si estos cinco están en un conflicto, en general no hay solución o funciona mal. No funcionó en Vietnam, no funciona en Afganistán, etcétera. Por eso hace falta -es imprescindible- la mediación no gubernamental. - ¿Cómo opera Transcend?- Tenemos contactos con todos los partidos porque hay que hablar con todos. Hay que hablar con el Pentágono, con legisladores americanos; con el talibán, con Al Qaeda. Hay que encontrarse con todos. El error que muchos cometen es decir: "estos son malos, son terroristas, fundamentalistas, no se puede hablar con ellos". Mi experiencia es mucho más positiva. Si tú hablas con ellos

(cualquier ellos) siempre saldrá algo razonable. No hay nadie que sea tan loco que no tenga razón en algo. Entonces, para buscar una solución, tú identificas este "algo" cuando dicen algo razonable, y hay que construir con eso. - ¿Cómo ve el conflicto en Siria? - Es complicado, pero podría darse una solución a la Suiza. Siria tiene por lo menos diez naciones adentro: entre otros, turcos, kurdos, maronitas, cristianos, suníes (son mayoría), shías, alabitas… Son muchos, por eso hay que darles acceso al poder a todos. En Suiza tienen cuatro grupos, los que hablan alemán, suizo, italiano y ladino, y tienen la fórmula "tres-dos-uno-uno". En el gobierno tres hablan alemán; pero tres no es mayoría, ese es el truco.

- ¿Un mediador debe estudiar soluciones probadas?- Solo es importante para un mediador conocer un poquito el mundo, para tomar una solución que funciona bien ahí y ponerla allá como punto de partida. - ¿Conoce Latinoamérica? - Sí. He vivido en Chile, en México y en Cuba.

- ¿Qué opina de las manifestaciones del 8N en Argentina?

- (Suspira profundo) Es consecuencia de la crisis económica. Vi en la tele la demostración. Creo que en general hubiera sido bueno que todos los que protestaban hubiesen aportado ideas. ¿Cómo salimos de esto? No solo de protestas se vive. No se puede comer ni beber protestas. La indignación es magnífica si resulta en ideas. Nosotros desde la mediación intentamos contribuir a alcanzar una cultura de soluciones. Donde hay soluciones en el aire, y cuando esto sucede, media hora después o seis meses después viene un político y dice: "esa siempre ha sido mi idea". Toma la idea naturalmente, como un ladrón. Y no hay ningún problema. Pero hay que aportar ideas, no solo enojarse.

- ¿Ve semejanzas con los Indignados de EEUU y Europa?

- En Europa hay muchos indignados. No estoy en contra de ellos, pero hay que traducir en ideas creativas, y en las protestas en Europa hay muy pocas ideas buenas. Y cuando hay pocas ideas buenas los de arriba siguen adelante arguyendo que no hay alternativas.

- ¿Por qué fundamenta su teoría en la creatividad?

- Es esencial. ¿Se acuerda de la guerra entre Ecuador y Perú que duró 54 años? Sugerí que en vez de dividir el territorio se lo administrara como biestatal, y esa fue la solución. Se firmó el tratado de paz y la zona biestatal existe. - Para usted la paz es tangible...- Es totalmente concreta, pero para llegar a ella hace falta desplegar un poquito de creatividad. El humano es un ser con capacidad de paz y necesita aprender a manejar la creatividad. Pienso que debe ser capaz de trascender el conflicto y encontrar la luz entre la violencia estructural y la violencia cultural.

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