La crisis siria lleva su violencia al Líbano, donde la lucha continúa

La crisis siria lleva su violencia al Líbano, donde la lucha continúa

23 Octubre 2012
BEIRUT.- La explosiva situación en el Líbano, donde hubo media docena de muertos entre el domingo y ayer por loschoques entre sunnitas y chiítas, se transformó en el centro de la atención internacional, que relaciona el estallido de violencia con la expansión regional de la crisis en Siria.

Los incidentes más graves se registraron en la norteña ciudad libanesa de Trípoli, con enfrentamientos armados entre los dos principales grupos religiosos musulmanes y el despliegue de tropas del Ejército para intentar calmar la situación tras advertir formalmente que "el destino de la Nación está en juego" y que la seguridad es una "línea roja" que no se debe traspasar.

También hubo cruces de disparos en varios barrios de la capital, Beirut, donde los soldados fueron blanco de francotiradores cuando trataban de abrir calles bloqueadas por manifestantes. El ministro del Interior, Marwan Jarbel, aseguró: "vamos a detener a todo aquel que porte armas".

El origen de la situación se relaciona con el asesinato, el viernes, del jefe de Inteligencia de la Policía, Wisan al Hassan, un opositor a Siria, lo que exacerbó la división entre partidarios y detractores del régimen de Bashar al Assad. El líder opositor, Saad Hariri, llamó a sus partidarios a retirarse de las calles, y dijo que aspiraba a "derrocar al Gobierno en forma pacífica y democrática". El actual gabinete del Líbano está dominado por el grupo chiíta Hezbollah, que es uno de los pocos aliados regionales de Damasco. El primer ministro, Nayib Mikati, aceptó una oferta de Estados Unidos para ayudar en el esclarecimiento del asesinato de Al Hassan, mientras crece el temor de una guerra civil. Los embajadores de los cinco países que son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU se reunieron ayer con el presidente, Michel Suleiman, para expresarle la opinión de sus gobiernos.

En Siria, el régimen vinculó declarar un alto el fuego con que "los Estados occidentales y sus aliados del Golfo cesen los suministros de armas a los terroristas armados" (como llama a los rebeldes). Esta fue la respuesta a las gestiones de una tregua de cuatro días por la fiesta religiosa del sacrificio o Eid al Adha (empieza el viernes), que impulsa el enviado de la ONU y de la Liga Árabe, Lakhdar Brahimi. "Hasta ahora, no hay nada que apunte a una evolución positiva", dijo el jefe del opositor Consejo Nacional Sirio, Abdelbaset Sieda. (DPA-AFP)

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