"El desarrollo del bioetanol mejorará la cadena de valor"

El bioetanol tiene un gran futuro en la Argentina, porque permite que el productor agroindustrial diversifique el riesgo, incorpore valor agregado y aumento el efecto de la riqueza al producir más granos y más aceites. Este es el concepto que sostienen los funcionarios nacionales vinculados con el desarrollo de los biocombustibles.

Entre los disertantes "oficiales" que participaron del "Seminario sobre Etanol", que días pasados organizó Monsanto Argentina en Buenos Aires, estuvieron Lorenzo Basso, secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, y Javier de Urquiza, coordinador del Programa Biocombustibles que depende del Ministerio de Planificación Federal, donde hizo hincapié en el potencial que tiene la caña de azúcar.

El bioetanol hoy se obtiene de la caña; hay proyectos en ejecución donde trabajan con mandioca, y en el caso de maíz, se acaba de inaugurar Bio 4, en Río Cuarto (Córdoba), una planta que produce etanol a partir del grano.

"La agroenergía es un proyecto del Gobierno Nacional. Es un tema importante porque incluye el agregado de valor. En materia de biodiesel hemos hecho varias cosas bien; por algo somos el primer productor mundial. En el caso específico del etanol, no tenemos un techo interno, asi que aún queda mucho por recorrer", dijo Basso.

"Pero en el futuro, ¿la disputa será entre más sustentabilidad y más crecimiento verde? Yo creo que es falsa la dicotomía entre energía y producción de alimentos, entre sustentabilidad y demanda de alimentos y energía".

A su turno, De Urquiza expresó: "El sector nos atropelló. Esto exige que haya más maíz, por lo que más lugares productivos se sumarán a la línea de producción de etanol". Pero reconoció que "con la caña de azúcar existían dificultades que hoy ya están resueltas. Existe una enorme potencialidad que puede crecer aún más, porque existen zonas que pueden producir caña de azúcar en un escenario muy positivo".

"El desarrollo del bioetanol (más maíz, más etanol, más DDGS -derivado del procesamiento del maíz-), permitirá mejorar la cadena de valor entre los productores de caña y desarrollar la economía regional, además de lograr el crecimiento de los más de 6.000 pequeños productores del NOA, ya que producirán para los ingenios ubicados en Tucumán, Salta y Jujuy, posibilitando la creación de 2.000 nuevos puestos de trabajo, y la consolidación de 45.000 puestos de trabajo existentes", agregó.

Caña de azúcar y maíz
De Urquiza dejó, a modo de inquietud para ser analizada, la posibilidad de desarrollar una estrategia de complementariedad de la caña de azúcar con el maíz, produciendo alimentos para los animales y más productos derivados.

"Los inversores y empresarios del NOA, y de todo el país, podrían pensar en adecuar el sistema de molienda de los ingenios azucareros, para que muelan el maíz durante los meses en los que no hay zafra cañera", planteó.

"Los instrumentos legales están dados, y vamos a seguir respetando y haciendo cumplir las leyes. Veremos cuáles son los avatares que se presenten, pero no vamos a retroceder en este camino que hemos iniciado". "A partir del corte real del 3%, podríamos llegar al corte del 17%. Podemos tener la oferta de etanol necesaria para hacer el corte adecuado".

En un tramo de su exposición, Basso también se refirió al "etanol de caña de azúcar". "Vamos a avanzar mucho en este sentido. Tenemos un convenio con la Corporación Andina de Fomento (CAF), para aumentar el clúster de la caña de azúcar", dijo.

A modo de ejemplo, mencionó cómo trabajan nuestros vecinos brasileños. "En Brasil existen unos 10 millones de hectáreas (ha) con caña; quieren tener 20 millones de ha. Argentina, al igual que ellos, tiene un gran futuro por delante. Los inversores tendrán que analizar el mercado interno e internacional, y decidir sus pasos en ese sentido", concluyó.