Una camioneta y un lomo de burro enlutaron la despedida de solteros y frustraron la boda

Seis días antes, cuando todo estaba preparado para que dieran el sí, la pareja decidió suspender la boda. El motivo no fue un problema sentimental entre ella y él, sino el resultado de la trágica despedida de soltera de la novia, donde una de sus amigas perdió la vida. Marlene y Luis iban a casarse el próximo fin de semana en Alderetes, donde viven. Por eso el sábado realizaron -cada uno por su lado- la tradicional despedida de solteros. En ninguno de los festejos faltó la diversión y estaban pasándola tan bien, que hasta tuvieron la idea de unificar ambas fiestas. A las 2.30, las chicas empezaron a mandarles mensajes de texto a Luis y sus amigos para invitarlos a sumarse. Más tarde, cuando estuvieron todos juntos, a los jóvenes se les ocurrió pasear a los novios por la ciudad.

La caravana

Los subieron con poca ropa al baúl de un auto, donde también viajaban los amigos del futuro esposo. Por detrás, un muchacho hacía sonar con insistencia la bocina de su camioneta. Las mujeres cantaban y bromeaban atrás, en la caja del vehículo.

Llevaron a la feliz pareja a recorrer el centro de la capital, dieron varias vueltas a la plaza Independencia y regresaron a Alderetes. Detuvieron los dos vehículos en la plaza principal, sobre calle Caseros, frente a la parroquia Sagrada Familia, y siguieron la fiesta en ese paseo.

"Como a las 4.30 dijimos que ya era tarde y volvimos a subir para irnos", contó a LA GACETA uno de los invitados al festejo, que prefirió no revelar su identidad. Cada uno abordó el vehículo en el que había llegado y emprendieron la marcha.

"La camioneta no avanzó más de 10 metros cuando las chicas empezaron a gritarle al conductor que se detenga, que alguien se había caído", relató el allegado a los novios. Todos bajaron alarmados y corrieron con miedo hasta encontrarse con una de las jóvenes tiradas sobre el pavimento, sobre un charco de sangre y con un fuerte golpe en la cabeza.

Al día siguiente, la Policía estimó que la mujer habría perdido el equilibrio cuando el vehículo pasó por un lomo de burro y por eso se cayó de la caja de la camioneta.

Todos al hospital

Debido a la gravedad que suelen representar los golpes en el cráneo, nadie se animó a moverla por temor a provocarle un daño mayor, explicó el invitado. Entonces llamaron a una ambulancia y esperaron a que la trasladen al hospital Padilla. "En el hospital nos dijeron que debíamos esperar 12 horas para ver cómo evolucionaba, yo me volví a dormir a mi casa y el domingo a las 14 me llamaron para avisarme que la chica había muerto", recordó el joven, todavía conmovido por la situación.

A Sandra Elizabeth Jiménez la velaron en su casa, en el barrio Nicolás Avellaneda de Alderetes. Tenía 31 años y ocupaba el cargo de preceptora en el Colegio Rivadavia de esa ciudad. El lunes a la tarde despidieron sus restos en el cementerio local, aunque nadie podía creer todavía lo que había pasado.

Se desconoce cuándo se realizará finalmente la boda. La conmoción y el dolor obligaron a los novios a posponer la fecha y, al final, la despedida de solteros arruinó el casamiento.