Un hombre podría ir a juicio por el suicidio de su hija de 17 años

Un hombre podría ir a juicio por el suicidio de su hija de 17 años

El trágico hecho sucedió en julio de 2009

07 Septiembre 2012
Transcurrieron tres años y dos meses desde que Jessica Dumont, una adolescente de 17 años, decidiera quitarse la vida disparándose en la cabeza con un arma que encontró en la casa de su abuela. El caso, que desde un principio fue caratulado como muerte dudosa, sigue sin resolverse y hasta podría llegar a un juicio oral y público contra el padre de la menor, Roberto Marcelo Dumont.

En abril de este año, el fiscal de Instrucción Guillermo Herrera solicitó el sobreseimiento del padre de la víctima, quien -en ese entonces- estaba acusado de instigación al abuso de autoridad, violación de domicilio, abuso sexual agravado por el vínculo, homicidio preterintencional y lesiones graves. Pero el juez Francisco Pisa rechazó el sobreseimiento pedido, luego de que Cladem (Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer) presentara un "Amicus Curiae". Esta figura permite que terceros ajenos a un proceso puedan dar su opinión.

Las representantes de esta organización le solicitaron al magistrado que tuviera en cuenta las distintas normas internacionales que defienden los derechos de la mujer y, como consecuencia, rechazara el requerimiento de sobreseimiento elevado por Herrera.

La defensa del padre de la muchacha rechazó la decisión del juez, por lo que la causa se elevó a la Fiscalía de Cámara de Apelaciones en lo Penal, a cargo de Alejandro Noguera. La última decisión

El fiscal de Cámara se pronunció esta semana en coincidencia con lo resuelto por Pisa. Consideró que existen pruebas suficientes para imputarle al padre de Jessica los delitos de homicidio preterintencional, abuso sexual simple agravado por el vínculo e instigación al abuso de autoridad.

Las acusaciones se sustentan en los testimonios de amigas y parientes de la joven, quienes declararon que el hombre era violento con su hija y advirtieron que habría abusado sexualmente de ella en reiteradas oportunidades.

El detonante del suicidio, sin embargo, habría sido el hecho ocurrido en julio de 2009. Aquella noche Jessica había asistido a una fiesta. A las 11 del día siguiente, como la joven no había regresado, su padre salió a buscarla. Varios testigos declararon que el hombre ingresó de manera violenta a la casa donde estaba su hija y la golpeó de manera brutal delante de otros jóvenes.

Cuando consiguió sacarla de ese lugar, la llevó a la seccional 7ª y obligó a los policías que ordenaran un examen ginecológico ante su presencia. Esa situación fue tan vergonzosa y denigrante para Jessica, que la llevó a tomar la trágica decisión, dijo su abuela Andrea de Foissac.

"La imposición a Jessica a someterse a una revisión ginecológica no querida provocaron en ella secuelas psicológicas que concluyeron ese día con la peor de las decisiones", consideró Noguera en los fundamentos de su resolución.

El expediente regresó al Juzgado de Instrucción. La causa puede seguir ahora dos caminos, explicó Diego Lammoglia, representante de la querella. Si el defensor se opone a la decisión de Noguera, deberá resolver la Cámara de Apelaciones en lo Penal, integrada por Eudoro Albo, Elva Jiménez y Liliana Vitar. En caso contrario, el Juzgado de Instrucción elevará la causa para que se realice el juicio oral.

"La valoración de la prueba que se realizó en la fiscalía de Instrucción fue arbitraria", afirmó Lammoglia. En segundo lugar, el letrado dijo que la causa había sido caratulada como instigación al suicidio, y las pruebas que valoró el fiscal califican el delito como homicidio preterintencional. "Eso es importante para nosotros. Pero lo fundamental es llegar a juicio. Hacia allí se está encauzando la causa, y es lo que queremos: llegar a juicio y que allí se sepa la verdad", expresó Lammoglia.

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