12 Agosto 2012
ELESPECTADOR.COM
Cuando se asume la aventura de escribir (y, más aún, cuando el redactor es periodista), hay que suponer que el interlocutor es un marciano que acaba de aterrizar y que no está enterado de ningún asunto terrícola. Hay que explicarle todo con la mayor precisión y claridad posibles: nada se puede dar por sobreentendido.
Esta sugerencia, esta manera de plantear el oficio, es una de las marcas registradas del periodista español Miguel Ángel Bastenier. Autor de libros de consulta frecuente en academias de Periodismo, el analista especializado en política latinoamericana vendrá en septiembre por primera vez a Tucumán invitado por LA GACETA para impartir una capacitación a su redacción y disertar en el ciclo de conferencias. Ambas actividades forman parte de los fastos del centenario del diario.
Dueño de un estilo singular y de una voz propia inconfundible, Bastenier es sinónimo de periodismo limpio e intelectualmente honesto. Célebre es, por ejemplo, su perspectiva sobre la objetividad: "es sólo una palabra, una invocación, un santo y seña al que encomendarnos porque eso que llamamos la realidad o bien no existe o no tenemos ninguna posibilidad de aprehenderla por la vía del conocimiento. Contaba un día (el filósofo) Fernando Savater que el escritor José Bergamín solía ironizar diciendo que si él hubiera nacido 'objeto' sería objetivo, pero, como nació 'sujeto', era subjetivo".
Dice Bastenier en "El blanco móvil" (2001), un clásico del oficio, que la objetividad no existe y que no hace ninguna falta que exista: "si fuera así, todos los diarios, al menos los que cumplieran con sus objetivos profesionales, darían siempre la misma versión de los hechos. Entonces, todo habría ocurrido de forma inapelable, al margen de que luego se editorializara de la forma que fuese". Muy divulgada es, asimismo, su definición del periodista: "este puede entenderse como una suma de lo que no es: no es un novelista, no es un sociólogo, no es un historiador, no es un político; luego, la adición de todas esas imposibilidades o insuficiencias conforma, de manera muy apropiada aunque especialmente enigmática, lo que sí es. Lo que no acabamos de ser, de una manera múltiple, es lo que somos".
En LA GACETA, el maestro brindará una capacitación intensiva de tres jornadas completas. Además, el ex subdirector del diario El País dará una conferencia abierta al público titulada "El periodismo Latinoamericano en la encrucijada". Esta presentación está prevista para el martes 4 de septiembre a las 20.30 en el Centro Cultural Virla.
Licenciado en Historia y Derecho, y graduado en Periodismo, Bastenier comenzó su carrera profesional en medios de comunicación catalanes hasta que, en 1982, ingresó en El País, matutino líder en el mundo hispanohablante. Se desempeña como columnista, editorialista y profesor de la Escuela de Periodismo de la Universidad Autónoma de Madrid-El País. Además, es maestro de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, donde imparte el taller "Cómo se escribe en periodismo" (la edición 2012 de este programa tiene entre sus alumnos a dos periodistas de LA GACETA: Silvina Cena y Carlos Frías). Bastenier publicó dos obras sobre el conflicto árabe-israelí ("La guerra de siempre" y "Palestina-Israel, la casa de la guerra") y el manual "Cómo se escribe un periódico".
Esta sugerencia, esta manera de plantear el oficio, es una de las marcas registradas del periodista español Miguel Ángel Bastenier. Autor de libros de consulta frecuente en academias de Periodismo, el analista especializado en política latinoamericana vendrá en septiembre por primera vez a Tucumán invitado por LA GACETA para impartir una capacitación a su redacción y disertar en el ciclo de conferencias. Ambas actividades forman parte de los fastos del centenario del diario.
Dueño de un estilo singular y de una voz propia inconfundible, Bastenier es sinónimo de periodismo limpio e intelectualmente honesto. Célebre es, por ejemplo, su perspectiva sobre la objetividad: "es sólo una palabra, una invocación, un santo y seña al que encomendarnos porque eso que llamamos la realidad o bien no existe o no tenemos ninguna posibilidad de aprehenderla por la vía del conocimiento. Contaba un día (el filósofo) Fernando Savater que el escritor José Bergamín solía ironizar diciendo que si él hubiera nacido 'objeto' sería objetivo, pero, como nació 'sujeto', era subjetivo".
Dice Bastenier en "El blanco móvil" (2001), un clásico del oficio, que la objetividad no existe y que no hace ninguna falta que exista: "si fuera así, todos los diarios, al menos los que cumplieran con sus objetivos profesionales, darían siempre la misma versión de los hechos. Entonces, todo habría ocurrido de forma inapelable, al margen de que luego se editorializara de la forma que fuese". Muy divulgada es, asimismo, su definición del periodista: "este puede entenderse como una suma de lo que no es: no es un novelista, no es un sociólogo, no es un historiador, no es un político; luego, la adición de todas esas imposibilidades o insuficiencias conforma, de manera muy apropiada aunque especialmente enigmática, lo que sí es. Lo que no acabamos de ser, de una manera múltiple, es lo que somos".
En LA GACETA, el maestro brindará una capacitación intensiva de tres jornadas completas. Además, el ex subdirector del diario El País dará una conferencia abierta al público titulada "El periodismo Latinoamericano en la encrucijada". Esta presentación está prevista para el martes 4 de septiembre a las 20.30 en el Centro Cultural Virla.
Licenciado en Historia y Derecho, y graduado en Periodismo, Bastenier comenzó su carrera profesional en medios de comunicación catalanes hasta que, en 1982, ingresó en El País, matutino líder en el mundo hispanohablante. Se desempeña como columnista, editorialista y profesor de la Escuela de Periodismo de la Universidad Autónoma de Madrid-El País. Además, es maestro de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, donde imparte el taller "Cómo se escribe en periodismo" (la edición 2012 de este programa tiene entre sus alumnos a dos periodistas de LA GACETA: Silvina Cena y Carlos Frías). Bastenier publicó dos obras sobre el conflicto árabe-israelí ("La guerra de siempre" y "Palestina-Israel, la casa de la guerra") y el manual "Cómo se escribe un periódico".
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