"Hay que evitar que la escuela sea una institución anacrónica"

"Hay que evitar que la escuela sea una institución anacrónica"

La Secretaria de la Asociación Argentina de Lectura afirma que todos somos culpables del desinterés de los chicos por la lectura. Entre los factores ligados a la educación escolar, menciona los textos poco interesantes y las metodologías que no consideran las diferencias individuales. Por Mónica Cazón | Para LA GACETA - Tucumán

12 Agosto 2012
- Ejerció la docencia en todos los niveles. ¿Cómo se puede ser creativo sin abandonar la academia?

- Propiciando en el aprendizaje el desarrollo de la creatividad. Nada hay más alejado de la creatividad que una escuela rígida y rutinaria. Es necesario rever la función de los libros en el sistema escolar y qué oportunidades se brindan para la lectura. Y recordar que los docentes asumen actitudes creativas cuando la atmósfera de sus clases está libre de tensiones y generan estrategias de trabajo que tiendan al intercambio, el desarrollo de la reflexión, el juicio crítico y la creatividad.

- ¿Quiénes son los responsables del desinterés de los chicos por la lectura?

- Todos somos culpables -por negligencia o por desconocimiento- y todos debemos afrontar el reto de un tiempo cambiante. Algunos niños se interesan por la lectura pero no siempre se logra la afición permanente. Con el tiempo, asocian la lectura con los requerimientos escolares y otros medios suplantan la lectura. Entre los factores escolares que inciden pueden citarse materiales de lectura poco interesantes, metodologías que no consideran las diferencias individuales, lectura de un solo tipo de libros. Es preciso evitar que la escuela sea una institución anacrónica. Hay que propiciar una escuela abierta y flexible, con capacidad crítica (y autocrítica) y nuevas formas de trabajo.

- Actualmente el mercado nos marca horizontes ¿Está descalificada la literatura infantil y, en el caso de que así sea, es por negligencia O por ignorancia?

- Coincido en la incidencia del mercado, un fenómeno global al que es difícil escapar, pero no creo que la literatura infantil esté descalificada. Sí es cierto que muchos la consideran un género menor, les cuesta aceptarla como literatura, no logran distinguir los valores estéticos de muchas obras. Libros hay pero, ¿cuántos se publican? ¿Cuántos se difunden?

- ¿Se debe introducir a los chicos en la lectura de autores clásicos, adaptadas por supuesto?

- Según Italo Calvino, "los clásicos sirven para entender quiénes somos y adónde hemos llegado". Un clásico es un libro que derrota el tiempo, supera el olvido, ejerce influencia, se impone por inolvidable, permanece. Un clásico trasciende lo local, se impone por sus respuestas y por sus valores estéticos. Actualmente muchos clásicos llegan a los chicos a través del cine, de las versiones en video o de dibujos animados pero no por un contacto directo con las obras. Por ello, proponemos la lectura de los textos

- Cuéntenos de su Diccionario de Literatura infantil y juvenil.

El Diccionario, producto de lecturas, consultas bibliográficas, recopilación de datos, entrevistas a lo largo de años, fue ideado para docentes, padres, abuelos, estudiosos que se inician en la especialidad y para todos aquellos interesados en autores o en temas ligados a la formación literaria y al placer de leer de chicos y adolescentes. Está integrado por microbiografías, términos específicos del área y otros afines que tienden a la transtextualidad. Hemos incluido escritores europeos, americanos y argentinos, con especial referencia a estos últimos y unos pocos de otros lugares. © LA GACETA


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