De lo bueno y lo malo se aprende

Si San Martín tuvo virtudes o errores no le interesa a Atlético; sí mejorar y lograr el triunfo.

BUSCA REVANCHA. Barrado indica el camino al Monumental, donde el domingo recibirá a San Martín. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA BUSCA REVANCHA. Barrado indica el camino al Monumental, donde el domingo recibirá a San Martín. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
02 Agosto 2012
"No miro al rival, sí los errores que cometimos en el partido pasado que debemos corregir ahora para no repetirlos el domingo, y después en el campeonato". Luis Rodríguez y el resto de sus compañeros dejaron atrás la última sesión de castigo físico y deportivo del miércoles. Se limaron asperezas y hoy, cuando el balón ruede, habrá fútbol, de 11 contra 11, y táctica.

Entre hoy y mañana, Atlético enderezará la nave antes de recibir el domingo, a las 16, a San Martín, por la revancha de la Copa Bicentenario. Leyó bien, amigo: revancha. "En la ida jugamos un partido aceptable para el tiempo que tuvimos juntos. El que viene es un amistoso más de preparación pero hay que ganarlo. Para nuestra gente y porque queremos darnos y darle una alegría a ellos", avisa "Pulguita" mientras minimiza el hecho de exponer defectos y virtudes del enemigo de La Ciudadela. "Nosotros jugamos a un ritmo diferente porque así lo pide la B Nacional, a un toque. En el Argentino A el juego es más de roce y de menos toque", describe la diferencia entre uno y otro plantel el simoqueño, y augura un lindo encuentro en el Monumental. Diego Barrado no se sale del molde, aunque prefiera no destapar las grietas del "santo", pese a develar uno que otro secreto. "Dejaron espacios de mitad de cancha hacia atrás que no supimos aprovechar", lamenta el "Pensador", quien confirmó que se queda en 25 de Mayo y Chile. "No me voy", afirma. César Montiglio intenta bajarle la temperatura al fervor de una derrota que dolió. "Por ahí es como que ellos se han descargado con la victoria. El domingo tendremos nuestra oportunidad", asegura "Monti", un abonado al vértigo. "Podemos herirlos", afirma. Deivis Barone, siempre analítico, destaca a los de Bolívar a Pellegrini. "Fueron pacientes, no desesperaron. Está a la vista, nos marcaron sobre la hora. Y dolió muchísimo. Por suerte, ahora se viene nuestro momento", se ilusiona.

Tamaño texto
Comentarios
NOTICIAS RELACIONADAS
Comentarios