Sigue fresca la huella de San Francisco Solano

Sigue fresca la huella de San Francisco Solano

Mañana se honrará al Apóstol de América del Sur, que pasó por Tucumán. En el convento franciscano se exhiben su casulla y reliquias.

TRANCAS. Cada año se realiza la procesión en honor al santo desde San Francisco hasta el pozo del milagro. LA GACETA / FOTO DE EZEQUIEL LAZARTE TRANCAS. Cada año se realiza la procesión en honor al santo desde San Francisco hasta el pozo del milagro. LA GACETA / FOTO DE EZEQUIEL LAZARTE
23 Julio 2012
Hace 420 años, San Francisco Solano pasó por Tucumán. En Trancas, cuando el pueblo originario comenzaba a abandonar la tierra debido a una larga sequía, el santo clavó su bastón en la tierra e hizo brotar agua. El manantial, que se conoce como el Pozo del Pescado, nunca se secó. Como esta, hay cientos de huellas de su paso por toda América Latina, donde el santo ejerció su obra evangelizadora. Y su nombre será invocado mañana, en su día, en todos los templos.

En el convento de San Francisco se conservan una casulla (ornamento litúrgico) que él usó durante su estadía en Ibatín (en 1592), reliquias (partículas de su cráneo) y un ara (piedra rectangular bendecida) que usaba en los altares móviles para oficiar misa.

En el convento franciscano de La Rioja se conserva una celda (habitación) que ocupó durante su estadía, en 1593. También en Santiago del Estero hay otra celda hoy convertida en capilla, y uno de los tirantes de madera que se usó para su construcción y que, según se cuenta, no tenía la medida exacta pero él lo "estiró" milagrosamente.

San Francisco Solano había nacido en Montilla (España) en 1549. Perteneció a la Orden Franciscana. Junto a 11 frailes vino a misionar en América. Recorrió Colombia, Panamá y Perú hasta llegar a la región del Tucumán. Predicador enérgico e inspirado, recorría las calles y las plazas de las ciudades con el crucifijo en la mano. Se ganaba la confianza de los indígenas con la música de su violín, que también le servía a él y a sus hermanos frailes para alegrar el corazón.

Las celebraciones

Francisco Solano murió en Lima el 14 de julio de 1610 a los 61 años, mientras sus hermanos, a su pedido, cantaban el Credo. Se lo celebra en América del Sur cada 24 de juli en todas las misas. En el convento de San Francisco se oficiará una misa solemne mañana a las 20, con procesión por el interior del templo.

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