El "kit" del turista: de la cabeza a los pies

El "kit" del turista: de la cabeza a los pies

Los sabores y los colores que les ofrecen a las visitantes son irresistible. Muchos regresan a su provincia cargados de recuerdos, prendas y alimentos regionales. Los tejidos de llama, los alfeñiques y los dulces regionales ocupan los primeros puestos. La curiosidad y lo desconocido son fundamentales. En la foto de época nadie quiere ser empanadera ni paisana.

INFALTABLES. Si sos un turista, no te vayas sin ninguna de estas cosas. INFALTABLES. Si sos un turista, no te vayas sin ninguna de estas cosas.
13 Julio 2012
Dulces de todo tipo y color
El dulce de cayote y el dulce de leche con miel cautivan a los turistas que recorren los circuitos tradicionales. En algunas casas hacen degustaciones y, el que lo prueba, seguro se lleva un frasco a casa.

Este año, como novedad, apareció la irresistible miel de arándanos, elaborada con ese berry cargado de propiedades antioxidantes.

El embrujo de los alfeñiques
Dicen las visitas que prueban uno y ya no pueden parar hasta terminarse la bolsa completa de alfeñiques. "Me acuerdo de que en la escuela nos enseñaron la receta, era fácil de hacer, pero nunca más los volví a comer hasta ahora", reveló la porteña Josefina Montoya. Una bolsa de 25 alfeñiques cuesta $8 y dura... una hora.

Tabletas de miel de caña
Las tabletas forman parte del shock azucarado que reciben los turistas que visitan Tucumán. La mayoría ya conoce las de dulce de leche, pero prueban por primera vez las de miel de caña. Con una basta y sobra para calmar las ganas de comer algo dulce. En las casas de regionales venden paquetes de 10 unidades por $ 8.

El poncho tucumano
"Mezcla de tierra y sangre, es lo que simbolizan los colores beige con líneas bordó del poncho tucumano, el que primero ofrecemos y el que todo turista se quiere llevar", explican las vendedoras Cristina Véliz y Lita Magano.

El precio va desde los $150 (uno de tejido liviano), $350 (semipesado) hasta los $790 (tejido en telar).

Chulo de lana de llama
Haga o no haga frío, los turistas se tientan con usar el más autóctono de los gorros: el chulo. Se consiguen de lana de llama o de tejidos industriales, el clásico marrón o de colores flúo. Las tiras en las orejeras y el pompón en la parte alta de la cabeza son los detalles fundamentales del chulo. Cuestan desde $ 30 en adelante.

Patay: curiosidad y sabor
"¿Qué es eso señor, que parece un queso?", suelen preguntar los visitantes en las casas de regionales y, si el vendedor les hace probar, seguro se llevan un patay. Es una masa realizada con harina de algarroba que puede comerse sola o acompañada de algún dulce, preferentemente ácido. Cuesta $ 10 la pieza.

Medias de lana de llama
Son imbatibles para los días de frío extremo, los paseos por el cerro o simplemente para hacer "facha". Las medias de lana de llama viajan en las valijas de los turistas y, si no encuentran ocasión para usarlas, probablemente terminen siendo las medias elegidas para dormir durante las noches de invierno.

La foto en la casa histórica
Hace unos años que la foto de la familia disfrazada de época frente a la Casa Histórica es un souvenir que todos se quieren llevar. Lourdes Gettar, una de las promotoras, asegura que todos quieren ser cura, militar o dama antigua, y que nadie elige el disfraz de paisana ni de empanadera... La foto grande cuesta $ 70.

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