Por Gustavo Rodríguez
24 Mayo 2012
Javier Cantero, presidente de Independiente, está empecinado en transformarse en el Quijote de la Mancha del fútbol argentino. Con sus palabras, no sólo le declaró la guerra a la barrabrava de su club, sino que dejó al descubierto que sus pares no hacen absolutamente nada para imitarlo. Además, desnudó que los dirigentes, llámense Julio Grondona -titular de AFA-, legisladores y Gobierno, no pasan de las lindas palabras de apoyo.
Y Cantero no se equivoca cuando habla de los mensajes contradictorios que se está dando a los violentos. Las autoridades de Seguridad les pidieron a los directivos de Boca que solicitaran el derecho de admisión a Mauro Martín, jefe de La Doce. Pero no lo hicieron, y el dueño de la tribuna, después de haber cumplido una condena por la pelea que mantuvo con Rafael Di Zeo, se paró sobre el paravalanchas en partido de ida contra Fluminense. ¿Lo podrán sacar ahora? Difícil.
Y Daniel Passarella sigue derrapando al frente de River. Con un polémico acuerdo judicial, varios directivos zafaron de ser condenados por haber liberado la zona para que Javier Pezzotta fuera amenazado en el vestuario el día que el "millonario" descendió a la B Nacional. A sus socios les dijo que Atlético nunca entregó entradas para que sean vendidas en Buenos Aires, pero Los Borrachos del Tablón ingresaron al Monumental de 25 de Mayo y Chile con esos tickets. El último papelón fue haber negado que a él y a sus compañeros de comisión directiva los hayan amenazado, cuando en realidad fueron sus pares los que no dejaron de hablar a todos los medios de lo que había ocurrido.
Y los directivos tucumanos también se equivocan con los mensajes. El domingo, el encuentro entre Deportivo Aguilares y Estudiantes de San Luis debía disputarse a puertas cerradas por una sanción que le aplicó el Consejo Federal por el mal comportamiento que tuvieron contra Sportivo Fernández, de Santiago del Estero. Sin embargo, los directivos "celestes" abrieron las puertas e ingresaron muchos.
En lo que va del mes fueron apretados el plantel de Instituto; Giovanni Moreno y Federico Santander, de Racing, y agredido todo el equipo de Chaco For Ever. Se esperaba que Futbolistas Agremiados tomara la posta y exigiera protección a sus asociados. Pero no; Sergio Marchi acompañó al colombiano a la práctica y cuando todos esperaban el gran anuncio, abrió el paraguas: "no somos nosotros los que tenemos que tomar la decisión de parar el fútbol".
"Nos estamos ocupando sobremanera, para ir a fondo. Creemos que ninguna persona tiene que pasar por una situación así. Racing va a abrir las puertas del club para ir hasta las últimas consecuencias", afirmó el presidente Gastón Cogorno. Pero el club jamás realizó una denuncia formal para proteger a su jugador. El Coprosede actuó de oficio y dio intervención a la Justicia. El colombiano ratificó la amenaza, pero no identificó al autor, a pesar de que señaló que conoce a la mayoría de los integrantes de la Guardia Imperial. Así, será imposible que la investigación avance.
Cantero sigue empecinado en acabar con los violentos de sus clubes. Ya perdió a su vicepresidente Claudio Keblaitis -pidió licencia por haber sido amenazado-, pero no se rinde. "Esto seguirá adelante. No hay ningún paso atrás. Estamos en un momento de fiebre, pero hay que pasar por esto porque no podemos, por una amenaza, dar un paso atrás", dijo. ¿Aguantará? Solo será difícil.
Y Cantero no se equivoca cuando habla de los mensajes contradictorios que se está dando a los violentos. Las autoridades de Seguridad les pidieron a los directivos de Boca que solicitaran el derecho de admisión a Mauro Martín, jefe de La Doce. Pero no lo hicieron, y el dueño de la tribuna, después de haber cumplido una condena por la pelea que mantuvo con Rafael Di Zeo, se paró sobre el paravalanchas en partido de ida contra Fluminense. ¿Lo podrán sacar ahora? Difícil.
Y Daniel Passarella sigue derrapando al frente de River. Con un polémico acuerdo judicial, varios directivos zafaron de ser condenados por haber liberado la zona para que Javier Pezzotta fuera amenazado en el vestuario el día que el "millonario" descendió a la B Nacional. A sus socios les dijo que Atlético nunca entregó entradas para que sean vendidas en Buenos Aires, pero Los Borrachos del Tablón ingresaron al Monumental de 25 de Mayo y Chile con esos tickets. El último papelón fue haber negado que a él y a sus compañeros de comisión directiva los hayan amenazado, cuando en realidad fueron sus pares los que no dejaron de hablar a todos los medios de lo que había ocurrido.
Y los directivos tucumanos también se equivocan con los mensajes. El domingo, el encuentro entre Deportivo Aguilares y Estudiantes de San Luis debía disputarse a puertas cerradas por una sanción que le aplicó el Consejo Federal por el mal comportamiento que tuvieron contra Sportivo Fernández, de Santiago del Estero. Sin embargo, los directivos "celestes" abrieron las puertas e ingresaron muchos.
En lo que va del mes fueron apretados el plantel de Instituto; Giovanni Moreno y Federico Santander, de Racing, y agredido todo el equipo de Chaco For Ever. Se esperaba que Futbolistas Agremiados tomara la posta y exigiera protección a sus asociados. Pero no; Sergio Marchi acompañó al colombiano a la práctica y cuando todos esperaban el gran anuncio, abrió el paraguas: "no somos nosotros los que tenemos que tomar la decisión de parar el fútbol".
"Nos estamos ocupando sobremanera, para ir a fondo. Creemos que ninguna persona tiene que pasar por una situación así. Racing va a abrir las puertas del club para ir hasta las últimas consecuencias", afirmó el presidente Gastón Cogorno. Pero el club jamás realizó una denuncia formal para proteger a su jugador. El Coprosede actuó de oficio y dio intervención a la Justicia. El colombiano ratificó la amenaza, pero no identificó al autor, a pesar de que señaló que conoce a la mayoría de los integrantes de la Guardia Imperial. Así, será imposible que la investigación avance.
Cantero sigue empecinado en acabar con los violentos de sus clubes. Ya perdió a su vicepresidente Claudio Keblaitis -pidió licencia por haber sido amenazado-, pero no se rinde. "Esto seguirá adelante. No hay ningún paso atrás. Estamos en un momento de fiebre, pero hay que pasar por esto porque no podemos, por una amenaza, dar un paso atrás", dijo. ¿Aguantará? Solo será difícil.
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