Karamelo dejó exhaustos a sus santos seguidores

Karamelo dejó exhaustos a sus santos seguidores

La banda presentó su nuevo disco con otro de sus shows memorables. Pura entrega, energía y adrenalina arriba y abajo del escenario del Nesta.

BIEN ARRIBA. Con Gody y Piro al frente, Karamelo Santo agita su fiesta. LA GACETA / FOTO DE HECTOR PERALTA BIEN ARRIBA. Con Gody y Piro al frente, Karamelo Santo agita su fiesta. LA GACETA / FOTO DE HECTOR PERALTA
20 Mayo 2012
La presión abraza, sacude y obliga a moverse. Con Karamelo Santo es imposible dormirse. La banda levanta; cuando enciende, no para. Siempre fue así, y los cambios en su formación o la aparición de un nuevo disco no cambian esa característica. En todo caso, la potencian. Porque ahora que hay dos cantantes en lugar de tres, y que hay un Dj enloquecedor, el camino iniciado hace casi dos décadas en Mendoza experimentó algunas vueltas, pero sin modificar la matriz fiestera.

Con su reggae-cumbia-punky-revolución, Karamelo Santo presentó en Tucumán su nuevo disco, que lleva el nombre de la banda, y que con temas como "La vida es la razón" o "Cumbia pelaa" promete no ceder nunca en su afán de diversión.

Raíces y homenajes
En los nuevos temas, que fueron la columna vertebral del show del viernes en Robert Nesta Club, se percibe que el rumbo fue corregido. Después del quiebre por la partida de Goy, la banda se robusteció con Gody y Piro, dos frontmen inapelables. Lo habían mostrado el año pasado en vivo en Tucumán con este formato, y lo certificaron ahora con nuevas canciones.

Karamelo es una banda que respeta y valora sus raíces. Todas. Saluda a los pueblos originarios con la misma reverencia con la que le rinde tributos a Bob Marley o a Luca Prodan. Y a ese tren le sumaron un merecido vagón: MCA, el recientemente fallecido integrante de los Beastie Boys. La versión de "Sabotage" que nos regaló el multitudinario combo fue electrizante, devastadora.

Por supuesto que incluyeron en el set muchos de esos clásicos que de tanta energía dejan a todos agotados. Son esas canciones que levantan al bajoneado que se niega a llorar, y ayudan a cumplir su objetivo al alegre que quiere desfallecer bailando.

La noche otoñal había empezado a calentarse un rato antes. La Sueca, que sigue reestructurándose y afianzándose como cuarteto, y Skaraway, con su sólida formación y su contundente puesta, le pusieron ska y adrenalina al encuentro.

Karamelo aportó alrededor de dos horas de un frenético baile que desde hace una década se repite saludablemente en esta tierras al menos una vez al año. Será cuestión de esperar unos meses, entonces, para poder volver a vibrar con el ritmo indecente.

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