Generación "Flux": los expertos en surfear la crisis

Generación "Flux": los expertos en surfear la crisis

La crisis financiera y económica ha llevado a potenciar a una nueva camada de empleados y de profesionales que tienen la capacidad suficiente para abstraerse de los problemas y reconvertirlos en oportunidades. Están permanentemente desarrollando habilidades, con el fin de adaptarse a los cambios de escenario. Claves para gestionarlos.

15 Mayo 2012
El mundo del trabajo adoptó una serie de términos para calificar, en cierta medida, las conductas de los empleados, según la edad. En ese contexto, indica Guillermo José Pedrotti, MBA y responsable de Comunicación de Consultores de Empresas, enumera la generación grandiosa, la silenciosa, los baby boomer, los X, los Y y los Z. Sin embargo, dice el experto, siempre se habló de conjuntos generacionales que compartían determinados atributos. Por años, quienes trabajan en recursos humanos, han tratado de dilucidad qué es necesario para captar, contener y retener a cada uno de los miembros de estos grupos. Conjuntamente a las ya existentes, y ante la crisis laboral y económica que vive el mundo, ha nacido una nueva categoría que tiene una característica diferencial a las anteriores: se centra principalmente en características personales que definen a sus miembros: la denominada generación Flux. Se trata de profesionales que pueden gestionar sus tareas en el caos, o surfear en medio de un mar de problemas, y salir airosos.

En un escenario de crisis, sobre todo en el primer mundo, el empleo se ha vuelto una definición inestable. "Hace mucho que en países como Argentina estábamos acostumbrados a que el empleo dio paso al trabajo y a que la estabilidad es ya una quimera. Vivimos un momento histórico donde el cambio es lo estable y la estabilidad lo relativo", sintetiza Pedrotti.

En un escenario donde predecir es cada vez más difícil, van ganando lugar aquellos profesionales que son capaces de gestionar el cambio constante, aquellos que encuentran oportunidades -y no problemas- en el caos; los que tienen la capacidad de actuar con frialdad cuando las papas queman. Eufemismos como "piloto de tormentas" o "gestor bombero" se vuelven cada vez más usuales en los tiempos actuales.

Supervivencia
Charles Darwin afirmaba que el más adaptable al cambio sobrevive al más inteligente en el proceso evolutivo. Esto, que describe el proceso de selección natural, es de aplicación constante en el mundo de trabajo actual. Y es una de las características de los miembros de la generación Flux, acota Pedrotti.

Los Flux son hombres y mujeres, de todas las edades y niveles formativos, que han sabido avizorar el escenario cambiante y desarrollar las estrategias necesarias para sobrevivir. Son personas de mentalidad abierta y predispuestas al cambio; evalúan todas las implicancias de cada proceso de cambio para poder reinventarse constantemente y ofrecer su mejor perfil al mercado del trabajo.

Los Flux en la gestión directiva, señala el especialista- son multiculturales, abiertos y dinámicos en las decisiones. También valoran y consideran la opinión de todos los implicados, adquieren conocimiento externo, practican la escucha activa e incorporan procesos colaborativos para guiar a las organizaciones en situaciones complejas. No tienen miedo a lo desconocido. Por el contrario, creen que gestionar esos temores a lo que pueda llegar a suceder es su principal desafío.

"En un mundo donde la inestabilidad y el cambio es la variable constante, los Flux son capaces de conjugar una mente abierta y una visión panóptica para generar resultados de negocios y no quedar expulsados del mercado competitivo", completa Pedrotti.

En ese aspecto, los expertos en Gestión de Personas consideran que los nuevos tiempos laborales estarán dados por escenarios inestables, en los que los profesionales y empleados deben estar permanentemente dispuestos a desarrollar nuevas habilidades y hallar las ventajas competitivas respecto de los potenciales competidores.

Predecir lo que puede suceder con la economía y el empleo ya no es una tarea sencilla. Sin embargo, obliga al capital humano a tomar recaudas para subirse a la ola.

Para muchas mujeres trabajadoras con familia, la búsqueda del bienestar y satisfacción personal son un objetivo básico, para lograr una armonía entre el trabajo y la vida familiar. Lograr una satisfacción en los dos es un trabajo conjunto y a largo plazo, tanto de la propia trabajadora como de la empresa. Lograr eso no sólo otorga un beneficio para la persona, sino que ayuda a la trabajadora a tener una mayor productividad. Así lo señala un artículo del sitio especializado Trabajando.com Argentina, en el marco del Día Internacional de la Familia, que se celebra hoy. Para lograr ese balance entre familia y trabajo, es necesario ocuparse de ello, gestionando las labores y necesidades personales.

Por parte de la organización, es necesario que ésta comprenda la necesidad de cada trabajadora por compatibilizar ambos escenarios, otorgando oportunidades que les permitan acercarse a sus familias y disfrutar instancias con ellos, ya sea incentivando actividades de la empresa (como talleres o paseos) o respetando los tiempos extra laborales. Actualmente están cobrando fuerza otras iniciativas surgidas desde la empresa privada como lo son permisos y horarios flexibles, trabajo desde casa, entre otras.

Por parte de la empleada, en tanto, será necesario que aproveche los momentos familiares para hacer de estos, relaciones de calidad, y para esto simples medidas pueden ser bastante útiles. Por ejemplo, dice Trabajando.com, repartirse entre ambos padres las responsabilidades de las labores del hogar o con los hijos, de tal manera que ambos tengan su espacio establecido. Además, cada persona debiera vivir a conciencia los momentos que tiene para compartir, ya sea a la hora de la cena, en una caminata por las tardes, o todo un fin de semana para darles atención a su familia y viceversa.

Por otra parte, cuando se encuentre en el trabajo, tiene que recordarle a su familia que, a pesar de la distancia, se encuentra presente en los temas de su hogar, por ejemplo llamando por teléfono a la hora de almuerzo a tus hijos y/o esposa(o). Y por la contraparte, al estar con ellos debe evitarse tocar temas del trabajo, sugiere. Compatibilizar trabajo y familia no es sencillo; cada persona sabe las prioridades que tiene sobre este tema, por lo que la empresa donde trabajará y la modalidad de empleo en el que se desempeñará es una decisión que se verá determinada por este argumento. "Lograr un equilibrio entre las obligaciones del hogar y las del trabajo es un desafío constante al que se enfrentan tanto hombres como mujeres. Una empresa que se preocupe de dar el espacio para que esto sea realmente posible, es una compañía más eficiente, ya que está apostando por trabajadores más tranquilos respecto a temas familiares, lo que se traduce en personas más comprometidas y motivadas en las horas de oficina", señala Pablo Molouny, gerente general de Trabajando.com Argentina.

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