"Nunca se pagó tantos impuestos como ahora"

"Nunca se pagó tantos impuestos como ahora"

Plazos fijos y ladrillos aparecen hoy como las alternativas más rentables en el actual contexto económico, según el experto Tomás Bulat. También están aquellos que se refugian naturalmente en el dólar, pero a los que les resulta difícil atesorarlos por los controles oficiales. La inflación, según el especialista, es el gran problema a resolver. Claves para entender lo que pasa.

EN LA GACETA. Bulat sostiene que la bancarización es la herramienta fundamental. Quedarte con los pesos en la casa es perder plata, indica.  LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL EN LA GACETA. Bulat sostiene que la bancarización es la herramienta fundamental. "Quedarte con los pesos en la casa es perder plata", indica. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL
13 Mayo 2012

En el juego del poder financiero, conservar el valor del dinero es la meta, tanto para el gran inversor como para aquel que tiene algo de dinero y pretende ganarle a ese enemigo llamado inflación. Y Tomás Bulat, el economista de la televisión, resume que la estrategia que cualquier jugador puede aplicar en la Argentina es defensiva. Bulat disertó esta semana en Tucumán sobre "La Economía en Sintonía Fina", una conferencia organizada por el Banco Columbia. En la oportunidad habló con LA GACETA y brindó una serie de reflexiones acerca de cómo actuar en un escenario de inestabilidad macroeconómica, como el que actualmente se observa en el país, según afirmó.

-Tengo $ 10.000, $ 20.000 o hasta $ 50.000...¿en qué puedo invertir?

-En la Argentina debes asumir posiciones defensivas y no agresivas. Ojalá pudiera dar consejos sobre cómo ganas más plata hoy. No hay un gran abanico de alternativas disponibles. Unos tratarán de refugiarse en el dólar (conducta tradicional), pero la AFIP no te deja comprar y el mercado paralelo es muy caro. Si te sentís cómodo, podés hacerlo, pero no es una alternativa interesante. Otro camino pueden ser los plazos fijos. Hay que mirar bien la tasa, si es del 12% o del 15% y los plazos de 30 a 60 días. Eso está caminando por arriba de la devaluación del dólar oficial, lo cual lo convierte en una alternativa interesante. Los bonos en dólares están caros. No me metería en acciones si estoy a la defensiva. Y te quedan los ladrillos. Con fondos de desarrollo desde el pozo, siempre y cuando uno mire bien el proyecto. Muchas más alternativas no hay. Y en esto hay que diversificarlas en las que uno se sienta más cómodo. Los bancos están sólidos.

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-¿Y si tenés más dinero y querés invertir?

- La alternativa, en estos casos, puede ser algún desarrollo inmobiliario, en un fideicomiso y conocer muy bien al desarrollador. En otro momento, tal vez en septiembre o en octubre, una alternativa puede ser el fideicomiso de soja. 

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-Muchos sostienen que ahorrar dinero es algo complicado y que ganar un poco más resulta oneroso, porque el Estado se lleva más dinero a través de la carga fiscal...

-La presión fiscal actual es la más alta de la historia argentina. Para darnos una idea, el promedio histórico fue del 33% del PBI; hoy está casi en el 50%. Nunca se pagó tantos impuestos como ahora. Y esto no es una sensación que percibe la gente; es claro que se paga mucho. Buena parte de tu esfuerzo se queda en los impuestos, en el Estado, y es lo que la Argentina debe empezar a discutir: la cuestión impositiva. El segundo punto es la inflación y la víctima son los ahorros, porque mantener el poder adquisitivo de ese capital es todo un desafío. Es muy preocupante que un país tenga un 25% de inflación y eso, indudablemente, afecta tu capacidad de ahorro. La inflación promueve el consumo. Y el razonamiento es que el precio de hoy es más barato que el de mañana y, si tengo la posibilidad de financiarlo en cuotas fijas, es ideal. Pero cuando tenés que fomentar el ahorro y la inversión, aquella inflación es espantosa, porque afecta las proyecciones hacia adelante. Es lo que le pasa a la macroeconomía argentina: fomentó mucho el consumo y la inflación fue funcional. Una vez que se llegó al límite de stock, debe fomentarse esa inversión. Por eso la inflación es contraproducente. Es el quiebre que tiene que producirse.

-En esa política oficial de combatir el capital especulativo, ¿caen todos los actores económicos?

-En la Argentina hacemos mal uso de las palabras. Si hay un país que tiene el 25% de inflación, hay especulación, porque el problema es aquel dato. Si tuvieran tan sólo una tasa del 4%, desaparece la especulación. Entonces, ¿es especulación el tratar de preservar mis ahorros? ¿Por qué tengo que tener un billete de $ 100 hoy y dentro de un año valga $ 75 y al año siguiente $ 50? Si tuviéramos la macroeconomía ordenada, no tendría que andar corriendo. Tengo mis $ 100 y veo qué hago y lo organizo. El principal especulador es el Gobierno cuando crea escenarios de inestabilidad macroeconómica.

-¿Cómo cuido el patrimonio?

- Ese es el problema; tenés sólo estrategias defensivas. Como quedarte en pesos es perder plata, debes buscar trasladarte hacia el peso indexado (una alternativa es el plazo fijo). Indudablemente hay que bancarizarse porque lo peor que te puede pasar es quedarte con los pesos en la casa. Y eso es estar a la defensiva. Si la inflación es creciente, indudablemente el patrimonio se resentirá.

-¿Cómo se sobrevive en una economía de sintonía fina?

-Ya no hay sintonía fina. Es gruesa. O se hacen las cosas necesarias para corregir o la economía se encargará de hacerlo. Ojo, no hay que armar escenarios apocalípticos, porque la Argentina no lo tiene. Su situación es complicada, pero se puede solucionar. El Estado debe ordenar sus cuentas, dejar de gastar tanto y bajar la inflación. Eso en el corto plazo puede sonar a recesivo, pero en el mediano plazo será redituable. -El ciclo económico cambio... -Efectivamente, pero el tema es que se den cuenta de que cambió. Ordenar la economía debe ser el desafío.

-La población suele preguntarse, ¿hacia dónde vamos?

-Y generalmente todos miran el sueldo que, por la inflación, vale menos. Hoy cobrás y tenés que ir a hacer las compras al súper durante la primera semana, porque si esperas hasta fines de mes será difícil hacerlas. Tomás un taxi los primeros 15 días del mes y en la última quincena el taxista no pude levantar ni al loro. Eso ya pasó en la Argentina. ¿Cómo se soluciona? No es fácil porque en el medio está la recesión. El problema es cuando esa recesión se mantiene con inflación elevada. Es el problema de los 80. Hay que aprender lo que no debe hacerse. Tal vez con el escenario internacional favorable que tiene el país, en tres o cuatro meses se puede ordenar la cosa. Lo peor es no hacer nada, ocultar esos problemas debajo de la alfombra. En definitiva, doña Rosa y don José podrán llegar al 23, luego al 20 de cada mes, si la inflación se sostiene. Tal vez aproveche los descuentos que surgen, pero aquí -insisto- es malo que la inflación persista en economías desequilibradas. Las correcciones para esa situación pueden ser dolorosas para el corto plazo, pero si lo haces bien y rápido, vendrá el repunte, más aún cuando el contexto internacional es muy bueno.

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