El boom editorial sería coyuntural

El boom editorial sería coyuntural

12 Mayo 2012

Elena Box - Agencia DPA

Sesenta páginas bastaron para prender la mecha. El librito "¡Indignaos!", del diplomático francés Stéphane Hessel, se extendió como la pólvora en una sociedad española que parecía aletargada ante la crisis, convirtiéndose en estandarte de un movimiento que dio la vuelta al mundo hace ahora un año. Había nacido el 15-M.

El texto fue una de esas raras excepciones en las que un ensayo político que se define como "alegato contra la indiferencia y a favor de la insurrección pacífica", se convierte en superventas traducido a más de 30 idiomas. Sin pasar por alto que lo había escrito un abuelo de 93 años, el último redactor vivo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, quien se conectó con la juventud.

"Yo no sospechaba que en sólo tres días tuviéramos que imprimir de urgencia una segunda edición, y eso que la primera fue de 45.000 ejemplares", cuenta el editor de Hessel en España, Ramón Perelló (Destino). Todo un récord en un país donde la tirada media de libros apenas superó los 1.300 por título en 2011, según el Instituto Nacional de Estadística.

Hessel, hermanado en España con el también nonagenario economista y escritor José Luis Sampedro, volvió a la carga meses después con "¡Comprometeos!", en el que incide especialmente en la lucha contra la desigualdad y la defensa de la ecología.

"Es la primera vez que mis libros se convierten en best sellers", dijo hace dos meses Edgar Morin, prestigioso filósofo y sociólogo francés, quien propone (en "La vía para el futuro de la humanidad") una serie de reformas de pensamiento y de educación.

No toda la "literatura indignada" viene del otro lado de los Pirineos. Un mes antes del 15-M, la periodista española, Rosa María Artal, congregó en "Reacciona" diez voces que, desde sectores como la ciencia, la economía o la justicia, llamaban a luchar contra la crisis del sistema. Y ahora, en vísperas del aniversario de los acampes, acaba de lanzar una segunda parte, "Actúa", con firmas como la de Baltasar Garzón; el ex director general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, y Sampedro.

El sombrío panorama de la España donde el desempleo supera las cinco millones de personas y el conservador presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, impulsó la reforma laboral y profundos recortes en los presupuestos, ha colocado en las librerías un continuo goteo de ensayos políticos y económicos, desde "Cómo salimos de ésta" (Nouriel Rubini y Stephen Mihn), "Palabras para indignados" (Cristina García Rosales y Manuel Penella), "Cleptopía" (Matt Taibbi, referencia del movimiento Occupy Wall Street) a "Hay alternativas" o "Esto tiene arreglo", del diputado por Izquierda Unida, Alberto Garzón Espinosa.

¿Podrá mantenerse este boom? "No me atrevo a darle continuidad al fenómeno. Fue un momento de sintonía con el público, pero creo que se debe a este año clave de la crisis y consecuencia del punto álgido de la indignación", dice el editor Perelló.

El 15-M ha perdido gran parte de su visibilidad, sigue activo y su incursión en los medios de comunicación va más allá de Facebook y Twitter. Además de espolear la cultura política, ha fomentado un cambio en la manera de entender la cultura a secas. Impulsan proyectos como Bookcamping (biblioteca on line a base de títulos libres de derechos), abogan por la cultura libre; tienen diario impreso propio, Madrid 15-M; la radio Ágora Sol; están poniendo en marcha la iniciativa Toma la tele, y publicaron un libro, "Nosotros, los indignados" (Destino).

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