Por Álvaro José Aurane
29 Abril 2012
Tucumán recibirá pasado mañana el Día del Trabajador con un mercado laboral que provoca júbilo en el Gobierno y escepticismo en los especialistas privados. El Instituto Nacional de Estadística y Censo (Indec) da cuenta de una desocupación apenas superior al 3%. Y los analistas privados dudan que sea cierto.
Pero quedarse a discutir quién dice la verdad y quién miente no sólo resulta baladí, sino que distrae del análisis de una serie de datos respecto de los cuales no hay mayores discusiones. En la provincia, las mujeres siguen siendo discriminadas y expulsadas del universo laboral. Y la educación formal mantiene una relación directamente proporcional con la ocupación.
Espejos
El reporte sobre "Información Básica del Cuarto Cuatrimestre" de la Dirección de Estadística de la Provincia se realiza en el Gran Tucumán y Tafí Viejo, donde viven 822.000 personas. En este conglomerado hay más mujeres que varones. Ellas son 419.000 (51%), mientras que ellos son 403.000 (49%).
De ese total, la Población Económica Activa (la integran las personas que tienen una ocupación o que sin tenerla la están buscando activamente) suman 358.000. Pero a diferencia de la relación anterior, que más de la mitad de la PEA son hombres: 208.000 (58%), contra 150.000 tucumanas. Esta disparidad se mantiene en el resto de los indicadores oficiales.
En el rubro de los ocupados figuran 204.000 varones (58,7%) y 143.000 mujeres (41,3). Hay, claramente, una mayor inserción laboral masculina.
La relación se invierte de una manera prácticamente espejada en el rubro de los desocupados, donde ellos sí son minoría: 4.800 (42,9%), mientras que ellas pasan al frente con 6.400 casos (57,1%). Importan, sobre todo, las proporciones expresadas en los porcentajes. Porque para el Indec, en los últimos tres meses del año pasado, todos los desocupados del conglomerado sumaban, en total, 11.200 personas.
Modelos
En los guarismos que arrojan las mediciones sobre el mundo tucumano del trabajo también se reproducen estructuras sociales ciertamente arraigadas.
En la población del Gran Tucumán y Tafí Viejo, hay dos jefes de hogar (66,8%) por cada una jefa de hogar (33,2%). Y esa diferencia parecer ser regla.
En el caso de la PEA, los varones que tienen una ocupación, o que buscan tenerla, son el 77,2%, contra el 22,8% de las damas. Por ello mismo, ambas cifras casi están calcadas en materia de ocupados: los jefes de hogar son 77,4%.
Las mujeres que no son jefas de hogar, en contraste, son las que más engrosan el ítem desocupados: 60,2%.
De esta realidad ya daba cuenta un informe publicado por LA GACETA el 24 de marzo pasado. En la provincia, las mujeres de hasta 29 años que tienen el secundario completo y las que no han concluido la universidad encabezan los índices de desocupación de Tucumán, con una tasa del 10,8%. Para los varones sin empleo y en las mismas condiciones, en cambio, la tasa de desocupación es de apenas el 3,7%.
Educación
De cada 100 tucumanos que tienen una ocupación, 22 han completado estudios superiores o universitarios. (Ver Empleo y nivel educativo...)
En la discriminación por nivel educativo, ninguno de los otros grupos alcanza un porcentaje de participación en el mercado laboral tan importante como el de los graduados. La desocupación para este sector, complementariamente, es de sólo un dígito. Y si bien el índice de desempleo es todavía menor para los que no tienen el primario completo, son los planes sociales los que, básicamente, morigeran el porcentaje para el sector de menos preparación en materia de educación formal en la provincia.
Precisamente, la fórmula que funciona con la ocupación (a más estudios, más ocupados) no se traslada tan linealmente al caso del desempleo. En materia de desocupados, los índices más altos, rayanos en el 26%, se aplican a quienes tienen el secundario completo y a quienes no terminaron los estudios superiores.
Esa situación desemboca en una suerte de universo laboral paralelo en la provincia: el del trabajo en negro.
Precariedad
Cerca de 105.000 asalariados que residen en el Gran Tucumán-Tafí Viejo no fueron registrados por sus empleadores. No poseen los beneficios de una obra social y a ellos tampoco les hacen los aportes jubilatorios de ley.
En el último trimestre de 2011, según los datos del Indec, ese ejército de trabajadores no registrados representó el 42,3% de los asalariados del principal aglomerado urbano de la provincia.
Ese dato no es alentador: el empleo en negro ha crecido poco más de un 1% respecto del cuarto trimestre de 2010. En ese entonces, las personas ocupadas a las que no se les hacía los aportes jubilatorios eran el 41,4% de la población asalariada.
En cifras, la suba representa un crecimiento interanual de 3.000 trabajadores en negro. El Indec revela además que hay un 4% menos de asalariados que a fines de 2010; bajó del 75,6% del total de ocupados al 71,5%, que fue el porcentaje de cierre de 2011.
Pero quedarse a discutir quién dice la verdad y quién miente no sólo resulta baladí, sino que distrae del análisis de una serie de datos respecto de los cuales no hay mayores discusiones. En la provincia, las mujeres siguen siendo discriminadas y expulsadas del universo laboral. Y la educación formal mantiene una relación directamente proporcional con la ocupación.
Espejos
El reporte sobre "Información Básica del Cuarto Cuatrimestre" de la Dirección de Estadística de la Provincia se realiza en el Gran Tucumán y Tafí Viejo, donde viven 822.000 personas. En este conglomerado hay más mujeres que varones. Ellas son 419.000 (51%), mientras que ellos son 403.000 (49%).
De ese total, la Población Económica Activa (la integran las personas que tienen una ocupación o que sin tenerla la están buscando activamente) suman 358.000. Pero a diferencia de la relación anterior, que más de la mitad de la PEA son hombres: 208.000 (58%), contra 150.000 tucumanas. Esta disparidad se mantiene en el resto de los indicadores oficiales.
En el rubro de los ocupados figuran 204.000 varones (58,7%) y 143.000 mujeres (41,3). Hay, claramente, una mayor inserción laboral masculina.
La relación se invierte de una manera prácticamente espejada en el rubro de los desocupados, donde ellos sí son minoría: 4.800 (42,9%), mientras que ellas pasan al frente con 6.400 casos (57,1%). Importan, sobre todo, las proporciones expresadas en los porcentajes. Porque para el Indec, en los últimos tres meses del año pasado, todos los desocupados del conglomerado sumaban, en total, 11.200 personas.
Modelos
En los guarismos que arrojan las mediciones sobre el mundo tucumano del trabajo también se reproducen estructuras sociales ciertamente arraigadas.
En la población del Gran Tucumán y Tafí Viejo, hay dos jefes de hogar (66,8%) por cada una jefa de hogar (33,2%). Y esa diferencia parecer ser regla.
En el caso de la PEA, los varones que tienen una ocupación, o que buscan tenerla, son el 77,2%, contra el 22,8% de las damas. Por ello mismo, ambas cifras casi están calcadas en materia de ocupados: los jefes de hogar son 77,4%.
Las mujeres que no son jefas de hogar, en contraste, son las que más engrosan el ítem desocupados: 60,2%.
De esta realidad ya daba cuenta un informe publicado por LA GACETA el 24 de marzo pasado. En la provincia, las mujeres de hasta 29 años que tienen el secundario completo y las que no han concluido la universidad encabezan los índices de desocupación de Tucumán, con una tasa del 10,8%. Para los varones sin empleo y en las mismas condiciones, en cambio, la tasa de desocupación es de apenas el 3,7%.
Educación
De cada 100 tucumanos que tienen una ocupación, 22 han completado estudios superiores o universitarios. (Ver Empleo y nivel educativo...)
En la discriminación por nivel educativo, ninguno de los otros grupos alcanza un porcentaje de participación en el mercado laboral tan importante como el de los graduados. La desocupación para este sector, complementariamente, es de sólo un dígito. Y si bien el índice de desempleo es todavía menor para los que no tienen el primario completo, son los planes sociales los que, básicamente, morigeran el porcentaje para el sector de menos preparación en materia de educación formal en la provincia.
Precisamente, la fórmula que funciona con la ocupación (a más estudios, más ocupados) no se traslada tan linealmente al caso del desempleo. En materia de desocupados, los índices más altos, rayanos en el 26%, se aplican a quienes tienen el secundario completo y a quienes no terminaron los estudios superiores.
Esa situación desemboca en una suerte de universo laboral paralelo en la provincia: el del trabajo en negro.
Precariedad
Cerca de 105.000 asalariados que residen en el Gran Tucumán-Tafí Viejo no fueron registrados por sus empleadores. No poseen los beneficios de una obra social y a ellos tampoco les hacen los aportes jubilatorios de ley.
En el último trimestre de 2011, según los datos del Indec, ese ejército de trabajadores no registrados representó el 42,3% de los asalariados del principal aglomerado urbano de la provincia.
Ese dato no es alentador: el empleo en negro ha crecido poco más de un 1% respecto del cuarto trimestre de 2010. En ese entonces, las personas ocupadas a las que no se les hacía los aportes jubilatorios eran el 41,4% de la población asalariada.
En cifras, la suba representa un crecimiento interanual de 3.000 trabajadores en negro. El Indec revela además que hay un 4% menos de asalariados que a fines de 2010; bajó del 75,6% del total de ocupados al 71,5%, que fue el porcentaje de cierre de 2011.
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