Las declaraciones de Jorge Rafael Videla sobre Mario Roberto santucho

Las declaraciones de Jorge Rafael Videla sobre Mario Roberto santucho

16 Abril 2012

Recién hoy por un hermano pude anoticiarme de las declaraciones del nefasto personaje Jorge Rafael Videla, ya que por cuestiones laborales estuve en el interior de la provincia de Bs. As., y sin posibilidades de acceso a prensa alguna. Luego de tantos años de negación cobarde y sistemática, este sujeto reconoce al fin la autoría del genocidio, recién “se percata” de que el golpe militar fue un error, error que causó tanto dolor e injusticias… 30.000 desaparecidos, mejor dicho, con su expreso reconocimiento… 30.000 muertos. Si hubieran existido esa cantidad de combatientes la historia hubiera sido otra; entonces cae de maduro que se mató a muchos inocentes que nada tenían que ver; a muchos que nunca empuñaron arma alguna pero se los mató por pensar.

Pero el meollo de esta carta es el tema de Mario Roberto Santucho, es decir mi tío Roby, primo hermano de mi padre. Todos estos cobardes, “profesionales” en matar civiles, sí que los inundaba el terror de enfrentarlo a él y a sus compañeros, ahí se les esfumaba el valor militar. Mi tío sí tomó las armas, y en esas circunstancias con razones y equívocos, luchó hasta entregar su propia vida, las de sus dos compañeras, hermanos, sobrinos… y sino me equivoco, entre muertos en combate y desparecidos tenemos doce ausencias en nuestra familia. Dudo que seres como Videla, Bussi, etc. se hubieran enfrentado solo a solo con Mario Roberto Santucho o con alguno de sus compañeros. No estoy haciendo apología de la violencia, pero la primera violencia de aquélla época partió del Estado de facto… Juan Carlos Onganía, que, oh casualidad!, hace pocos años, antes de morir también reconoció el error de haber derrocado al Presidente Dr. Arturo Humberto Illia. En esta locura donde este medroso justifica que “Dios sabe lo que hace”… pregunto yo, ¿Dios quiso que se matara a tanta gente?!!!; en esta locura donde expresa “creo que Dios nunca me soltó la mano”. Bien, desde esa fe esquizofrénica, lo único que pedimos, o más bien, para ser más responsable, lo único que pido a título personal, que antes de morirse nos diga dónde está el cuerpo de mi tío para darle la sepultura que cualquier ser humano merece.

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Ya se murió Bussi cumpliendo con el siniestro pacto de silencio, pues él era Jefe de Campo de Mayo, o en un rango similar, cuando lo llevaron moribundo a mi tío y lo exhibieron como trofeo de guerra hasta morir. Ya pasaron 36 años, que se quede tranquilo que ya no generará expectativas, que los homenajes y celebraciones (¿se puede celebrar la muerte?) ya no harán tambalear ningún poder castrense, pues ya están condenados por siempre, principalmente por la moral colectiva de todo un pueblo, salvo lamentables excepciones. Cordialmente. Jorge Hernán Jiménez DNI 14.359.818 Mail: [email protected]

Jorge Hernán Jiménez
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