El rey de España avanza, con muletas, en un terremoto de críticas por su aventura de caza

El rey de España avanza, con muletas, en un terremoto de críticas por su aventura de caza

Recibió una fugaz visita de su esposa en el hospital. El safari podría haber costado más de 45.000 euros.

MATADOR. El rey, junto a dos búfalos recién cazados, en una foto de Rann Safaris. FOTO TOMADA DE ELMUNDO.ES MATADOR. El rey, junto a dos búfalos recién cazados, en una foto de Rann Safaris. FOTO TOMADA DE ELMUNDO.ES
16 Abril 2012
MADRID.- La página de internet de Rann Safaris, la empresa que organiza expediciones de caza en Botswana dejó de estar disponible minutos después de que se conoció que el rey Juan Carlos de Borbón, uno de sus más conspicuos clientes, se quebró la cadera cuando perseguía elefantes en ese país africano. 

Sin dudas, los responsables de la empresa se dieron cuenta pronto de que el incidente desataría un terremoto de críticas contra el monarca español-cuyo país se debate en una crisis como no ha visto en los últimos 100 años-, sino contra la mismísima razón de ser de Rann Safaris: la caza mayor. 

Se trata de una actividad a la que sólo puede acceder una selecta minoría. Volver a casa con un elefante como trofeo cuesta un mínimo de 25.000 euros, según consignó el diario "El Mundo". Un safari de 14 días como el que hizo el rey, cuesta, tasas incluidas, 45.250 euros, el 30% de la asignación que anualmente le otorga el Estado español al monarca.

La organización del viaje incluye estancia, licencias y tasas de abatida, que son distintas según el animal que se tenga como objetivo. En Botswana, es el Gobierno quien tiene las concesiones y establece los precios

"Botswana es un país caro por sus condiciones", le dio Fernando Martínez,, experto en la organización de expediciones de caza a África, a Elmundo.es. "Casi todo son concesiones del Gobierno, que es quien impone los precios. A dichas cantidades cada organizador le suma su margen por cada día de caza", añade.

En un safari de caza se paga por la organización de la cacería (traslados, alojamientos o guías), también se paga por los permisos para disparar y por pieza abatida. No cuesta lo mismo cazar antílopes que elefantes o leopardos, mucho más caros. Tampoco es lo mismo cazar un elefante pequeño que uno grande: "Depende del tamaño de los colmillos, de su peso en libras", explica el experto en caza.

Las tasas están establecidas por el Gobierno de Botswana y, en 2011, en el caso del elefante, eran de 4.000 dólares por la licencia y entre 5.000 y 15.000 por animal abatido. El búfalo se quedaba en 1.000 y 3.000 respectivamente, el avestruz en 200 y 500 dólares y el Órix en 500 y 1.000 dólares.

Los españoles están que arden por saber si esas tarifas se pagaron con dinero público, o si el rey sacó la plata de su bolsillo que, en todo caso, también se alimenta con los impuestos de los españoles. (Elmundo.es-Elpais.com)

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