"Todo lo que pasa en las redes sociales a la tarde, a la mañana siguiente regresa a la escuela"

"Todo lo que pasa en las redes sociales a la tarde, a la mañana siguiente regresa a la escuela"

La psicoterapeuta mexicana Sylvia London, especialista en terapias colaborativas, sostiene que los niños no tienen quién los contenga

¿HAY SALIDA? La propuesta es que alumnos, padres y maestros decidan juntos cómo se involucra la escuela en lo que sucede en las redes sociales. PRAXIS.EDUSANLUIS.COM.AR ¿HAY SALIDA? La propuesta es que alumnos, padres y maestros decidan juntos cómo se involucra la escuela en lo que sucede en las redes sociales. PRAXIS.EDUSANLUIS.COM.AR
09 Abril 2012

Los modos en que los chicos se relacionan por medio de las redes sociales han dejado sin libretos al mundo adulto. Y cuando de acoso o bullying se trata, las cosas se complican más, porque el anonimato y la condición viral de la red potencian la agresión, sostiene la psicoterapeuta Sylvia London.

La visitante es experta en terapias "colaborativas" o "posmodernas", concepto que ella explica así: "prácticas que se aplican en ámbitos como la psicoterapia, la educación, la consultoría empresarial, entre otras, que tratan de encontrar las mejores soluciones a un problema a partir del diálogo con los participantes". Tarea que, advierte, resulta más difícil de lo que parece.

London es cofundadora del grupo "Campos Elíseos" en Ciudad de México; también es docente del Houston Galveston Institute y del Taos Institute, y mantiene una colaboración continua con Harlene Anderson, una de las principales pensadoras del movimiento posmoderno y colaborativo.

En Tucumán, la profesional mexicana ofrecerá esta semana tres talleres: sobre conversaciones en las organizaciones; sobre prácticas colaborativas; y sobre bullying, esa forma de ejercer violencia sobre el otro que ya se está cobrando vidas en todo el mundo, en especial entre los adolescentes.

En diálogo con LA GACETA, antes de su llegada a Tucumán, reflexionando sobre el bullying, la terapeuta advierte que el acosador no se inventa solo: que es alguien que, a falta de límites paternos, busca un lugar en la sociedad entre sus pares; y que lo hace volcando su ansiedad y ejerciendo poder sobre una víctima. "Al acosador -afirma- no le interesa molestar a la víctima; la víctima es como una excusa para ser parte del grupo".

- ¿Qué es lo que hace que alguien, un niño, se convierta en acosador?

- En las casas, los chicos están desbordados y no tienen quién los contenga. Y eso se traslada a la escuela. Antes el maestro era una figura social importante. Hoy el maestro ha perdido esa posición; es una figura que tiene mucho menos estatus, impresiona menos a los chicos. Es un adulto más, que no tiene autoridad en el salón de clase. Y ese maestro no sólo está en un lugar de poca autoridad ante el niño, sino que, además, está muy oprimido por los padres y por la dirección. Cuando hay un conflicto entre el maestro y el niño, lo más probable es que la dirección de la escuela le dé la razón al niño, y no al maestro. Y si el padre es llamado por la escuela, va a acabar aliándose también con el niño, y no con el maestro. En ese sentido, el niño tiene demasiado poder y demasiada autoridad.

- Y el bullying ahora estalla en la red...

- El bullying cibernético, todo lo que está pasando a través de las redes sociales, a través de los teléfonos celulares, le permite al acosador mantenerse en el anonimato. Y eso es muy grave, porque no hay manera de detenerlo. El abuso en las redes sociales es muy difícil de parar y, además, se replica de manera muy rápida.

- En eso parece que psicólogos y pedagogos se han quedado sin libreto…

- Lo que veo como un inicio es que a partir de la cibernética está cambiando la manera como nos comunicamos los seres humanos. Y estamos viendo modelos de crianza muy distintos, sobre todo a partir de Facebook. Nosotros todavía no entendemos el modo cómo los chicos se relacionan en Facebook, los sitios que visitan. Mi posición es que los padres se involucren: no tanto que limiten, pero que supervisen. En realidad, no hay manera de parar el acceso de los chicos a las redes sociales, pero sí hay manera de compartir con ellos el espacio. Por otra parte, hoy en el mundo genera una gran controversia la cuestión de dónde termina la obligación de la escuela. Por decirlo de alguna manera, se está debatiendo que la escuela tenga jurisdicción sobre lo que hacen los alumnos a través de las redes sociales. Y lo que muchas instituciones educativas están propiciando es que lo que pasa en las redes sociales se vuelva parte del medio escolar. Porque todo lo que pasa en la red social por la tarde, a la mañana siguiente regresa al ámbito escolar, aunque haya sucedido fuera de este. Eso logra que haya una mayor contención respecto del tipo de relaciones que se promueve entre los chicos por medio de las redes sociales.

- Pero ello implica el avance sobre el mundo privado de una persona...

- Totalmente, por eso dije que es un tema muy complicado. Lo cierto es que algunos colegios están empezando a buscar alternativas, porque lo más probable es que el acoso más severo no ocurra en el aula, sino en las redes sociales. Muchos países están empezando a legislar el tema del bullying; y la inclusión de las redes sociales está complicando muchísimo el escenario, por este dilema entre la privacidad y la convivencia en la escuela.

-¿Qué opina usted de este avance de la escuela sobre el espacio privado?

- Le voy a contestar con algo que no le va a gustar. Si uno dice que está a favor, va a parecer una postura muy fascista; si uno dice que no, puede caer en la negligencia. Yo creo que tendría que ver con cómo la escuela, como comunidad educativa, toma decisiones para cuidar a sus miembros, incluyendo en ese universo a los alumnos, a los padres y a los maestros, y que se genere un aprendizaje colaborativo. Si luego, juntos, deciden qué es y qué no es parte de la escuela se llega al hecho de que no se tomen decisiones desde arriba, sino que cada comunidad decida qué camino elegir.

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