"No necesito que los jugadores sean amigos"

Por Marcelo Androetto - Especial para LA GACETA

BUENOS AIRES.- Se viene la serie de cuartos de final contra Croacia y Martín Jaite, capitán del equipo, no le esquiva el bulto a ningún tema. La relación entre Del Potro y Nalbandian, las presiones y el riesgo del triunfalismo, las lecciones aprendidas de la final de Mar del Plata, y las fortalezas y debilidades de un equipo que pretende que la quinta sea -finalmente- la vencida. Todo pasa bajo la óptica del hombre que cumplió su sueño de sentarse en la silla de capitán.

"No me siento presionado", se apura en aclarar a pocas horas del debut de local en la Davis. Y justifica su definición: "sentía mucha más presión cuando jugaba. Ahora, en esta función, Mariano (Zabaleta, su colaborador) y yo sólo acompañamos. No tengo que jugar. Tengo que liderar un grupo pero no entro a la cancha. Antes del debut en Alemania estaba un poco ansioso. No sé cómo será ahora a medida que avance la semana… Para mí la capitanía es un desafío muy importante, algo que estaba esperando desde hace mucho tiempo, pero no sé si el mayor.

-¿Para los jugadores supone un peso extra que Argentina no haya podido ganar la Davis?

- El peso es más de afuera que de los jugadores. Eso tiene que ver con la final de Mar de Plata (en 2008), que se perdió cuando estaba todo dado para ganar.

- En los últimos años, en Argentina se viene dando una suerte de "futbolización" del tenis, en particular con la Copa Davis. Algunos comparan que Federer no haya ganado la Davis con la "deuda" de Messi con la Selección. ¿Lo considerás un fenómeno positivo o contraproducente para el tenis?

- Subir a un taxi o ir al quiosco y que me hablen sobre lo bien que juega (Juan Martín) Del Potro o me pregunten si vi el partido de (David) Nalbandian, es algo que favorece. Es genial para los que estamos alrededor del mundo del tenis y puntualmente lo es también para el equipo de Copa Davis. Es bueno que se llene la cancha porque los jugadores se sienten muy bien. Lo que tenemos que manejar como cuerpo técnico es que la euforia se transmita de manera positiva, no negativa, y que no le genere al equipo una obligación o se sienta presionado a ganar por lo que piensa la gente.

- Los hinchas miran el fixture y ya se sienten en la final de noviembre. ¿Te preocupa que este triunfalismo se traslade a la cancha y perjudique al equipo?

- No creo que en nuestros jugadores haya triunfalismo porque entendemos lo difícil que es ganar cada punto en la Copa Davis. Por eso decimos que vamos partido a partido. Por suerte hemos ganado en Alemania y ahora estamos pensando en Croacia. No podemos pensar en cosas hipotéticas. Por suerte entendemos un poco más el tenis. El público, en general, es más pasional. Los que estamos conduciendo no tenemos que ser pasionales en este momento, sino racionales. Además, los jugadores son los que más conocen a los rivales. No es que Mariano o yo tengamos que estar mirando videos para ver cómo juegan los croatas. Ellos los enfrentan en el circuito. Eso hace que estén más atentos, respeten a sus rivales y no se confíen.

-Muchos capitanes de Copa Davis querrían estar en tu lugar para poder contar con dos tenistas de la talla de Del Potro y Nalbandian. Se sabe que no son amigos y que entre ellos hubo algunas diferencias en el pasado. Contra Croacia es la primera vez que dispondrás de los dos. ¿Tenés prevista una charla conjunta para aclarar ciertas cosas?

- No tengo prevista una charla puntual con ellos. En Alemania tuvimos muchas charlas con los jugadores, en equipo e individuales, y las vamos a seguir teniendo. Pero no es un tema que me preocupa. No necesito que los jugadores sean amigos. Solamente que se respeten y tengan un objetivo común. No hay previsto ningún plan de 'fiestita de cumpleaños'. Simplemente vamos a convivir una semana y tendremos charlas, como sucedió en Alemania.