San Martín durmió y lo pagó muy caro

Pegó primero pero se dejó estar. Por eso, San Martín perdió ante Racing, en Olavarría, por la tercera fecha de la ronda final del Argentino A. El 4-3 parece excesivo pero que se construyó en base a las falencias defensivas de ambos conjuntos. Gustavo Balvorín anotó los tres goles de los "santos", que sólo sirvieron para incrementar su cuenta personal y elevar su marca a nueve en la temporada. Esta fue la segunda caída de los tucumanos en igual cantidad de salidas, algo que los relegó en la tabla de posiciones.

Al minuto, Gustavo Balvorín, de cabeza, pescó un rebote en el área local y adelantó a los "santos", que una vez más demostraron gruesos errores en la última línea. Apenas nueve minutos duró la alegría ya que una torpeza de Pablo Vergara, en otra tarde para el olvido, posibilitó que Manuel Boccino, también con un cabezazo, iguale el partido. Así se fueron al descanso, con un San Martín que manejaba la pelota pero que no inquietaba a la defensa bonaerense, que también mostraba flaqueza.

Ya en el complemento, la expulsión del volante de creación Juan Berdún, por una fuerte falta sobre Hernán Pérez, hacía presagiar que la balanza podría inclinarse para San Martín. Pero nada más alejado fue lo que sucedió tan sólo unos cuántos minutos después.

El que se equivocó esta vez fue Lucas Hoyos, que cometió un penal innecesario -en Salta, ante Juventud le habían cobrado uno parecido- y Luciano Vázquez puso el impensado 2 a 1 para los locales, que con 10 jugadores comenzaban a amargar a los "santos".

Dos minutos más tarde, una falta cometida sobre Balvorín le posibilitó a "Ring Ring" igualar el partido y reanimar a los más de 200 hinchas que viajaron hasta Olavarría para alentar al equipo.

Pero todo se derrumbaría de nuevo cuando en la jugada siguiente, en otra siesta de la defensa, le devolvería la vida a Racing, que con una exquisita definición de Vázquez daba vuelta el juego una vez más. 

Sin embargo, las cosas todavía podían ponerse peor para los tucumanos, que sin siquiera asimilar el golpe vieron como Guillermo Ferreyra, de tiro libre, sepultaba cualquier chance. Todo esto pasó en menos de 20 minutos. Encima, perdió a Leonardo Hoyos por una roja directa sumando así otro dolor de cabeza para Miguel Amaya que no puede rearmar una defensa debido a la cantidad de suspendidos y lesionados.

Desde ahí, ya con tres delanteros en cancha por el ingreso de Diego Núñez por Vergara, el "santo" fue sin claridad a buscar el descuento, que finalmente encontró en tiempo de descuento. Fue otra vez el delantero de Los Ralos, desde los 12 pasos, el que achicó diferencias. Pero ya no había nada por hacer salvo lamentar una derrota increíble ante el equipo más goleado de la ronda final, que justo resucitó frente a San Martín. LA GACETA ©