19 Marzo 2012
"ZORREGUIETA SABÍA". De las desapariciones, dijo la abogada Zegveld. TELAM
AMSTERDAM.- El padre de la princesa Máxima de Holanda, Jorge Zorreguieta, no será perseguido por la Justicia de los Países Bajos por su presunta participación en delitos durante la dictadura militar argentina (1976-1983), informó el Ministerio Público holandés.
Familiares de Samuel Leonardo Slutzky, desaparecido en Argentina en 1977, presentaron en septiembre una querella contra Jorge Zorreguieta ante la Justicia holandesa para intentar la apertura de un expediente penal contra el padre de la princesa.
Según fuentes de la Justicia holandesa "no se han encontrado suficientes elementos probatorios" en la presentación que justifiquen la apertura de un expediente penal. La Justicia considera que "no existen datos sólidos" para probar que Zorreguieta estuvo implicado en los hechos que se denuncian (las desapariciones de miles de opositores) durante el régimen de facto de Jorge Rafael Videla, en el cual Zorreguieta se desempeñó como secretario de Agricultura.
De momento, el servicio oficial de prensa de la Casa Real holandesa no ha querido pronunciarse sobre si la decisión de no procesar a Zorreguieta supone el levantamiento -de hecho- de las reticencias de La Haya a dejar que el padre de Máxima pueda viajar a Holanda y tomar parte, a partir de ahora, en actos públicos junto a su hija.
Investigación a fondo
La reacción de los abogados de la familia Slutzky no se hizo esperar. Según Liesbeth Zegveld, abogada de la familia, la Justicia holandesa no ha investigado a fondo la posible responsabilidad penal de Zorreguieta en los casos de desapariciones. "Zorreguieta estaba al corriente de lo que estaba pasando. Sabía de las desapariciones", dijo Zegveld. En estos momentos, según la letrada, la familia está considerando apelar la decisión judicial. "Vamos a luchar hasta el final", comentó.
Desde el 2 de febrero de 2002, Zorreguieta está -de hecho- "vetado" en Holanda. Esa fecha es emblemática pues recuerda la boda de su hija, Máxima, con el príncipe heredero de los Países Bajos, Guillermo-Alejandro.
Precisamente, el entonces primer ministro socialdemócrata holandés Wim Kok, del Partido del Trabajo (laborista, Pvda), vetó la asistencia a la boda real al padre de Máxima debido a su pasado político. Tampoco asistió a la boda su madre, Carmen Cerruti, lo cual supuso un duro golpe emocional para Máxima.
En ese sentido, los medios de prensa holandeses especulan con que, tras la decisión judicial, los padres de la princesa puedan viajar ahora sin mayores problemas a Holanda.
"Intereses opacos"
Dado que Holanda cuenta desde diciembre de 2011 con una nueva legislación en materia de derecho internacional humanitario, Zegveld pensaba que se podría sentar un precedente para que los tribunales holandeses puedan juzgar casos similares. "Está muy claro que hay gente en Holanda que no tiene interés alguno en procesar a Zorreguieta. Hay intereses opacos detrás de esto", se lamentó.
Slutzky ejercía como médico antes de su desaparición. Los querellantes acusan a Zorreguieta, de 83 años, de participación en las desapariciones de miles de opositores durante la dictadura presidida por Videla.
La hija de Slutzky, Alejandra, uno de los querellantes, reside en Holanda, donde se exilió con su hermano en 1978. Ha escrito una novela autobiográfica sobre esos hechos y es miembro del Partido Socialista, según informan medios de prensa holandeses. (DPA)
Familiares de Samuel Leonardo Slutzky, desaparecido en Argentina en 1977, presentaron en septiembre una querella contra Jorge Zorreguieta ante la Justicia holandesa para intentar la apertura de un expediente penal contra el padre de la princesa.
Según fuentes de la Justicia holandesa "no se han encontrado suficientes elementos probatorios" en la presentación que justifiquen la apertura de un expediente penal. La Justicia considera que "no existen datos sólidos" para probar que Zorreguieta estuvo implicado en los hechos que se denuncian (las desapariciones de miles de opositores) durante el régimen de facto de Jorge Rafael Videla, en el cual Zorreguieta se desempeñó como secretario de Agricultura.
De momento, el servicio oficial de prensa de la Casa Real holandesa no ha querido pronunciarse sobre si la decisión de no procesar a Zorreguieta supone el levantamiento -de hecho- de las reticencias de La Haya a dejar que el padre de Máxima pueda viajar a Holanda y tomar parte, a partir de ahora, en actos públicos junto a su hija.
Investigación a fondo
La reacción de los abogados de la familia Slutzky no se hizo esperar. Según Liesbeth Zegveld, abogada de la familia, la Justicia holandesa no ha investigado a fondo la posible responsabilidad penal de Zorreguieta en los casos de desapariciones. "Zorreguieta estaba al corriente de lo que estaba pasando. Sabía de las desapariciones", dijo Zegveld. En estos momentos, según la letrada, la familia está considerando apelar la decisión judicial. "Vamos a luchar hasta el final", comentó.
Desde el 2 de febrero de 2002, Zorreguieta está -de hecho- "vetado" en Holanda. Esa fecha es emblemática pues recuerda la boda de su hija, Máxima, con el príncipe heredero de los Países Bajos, Guillermo-Alejandro.
Precisamente, el entonces primer ministro socialdemócrata holandés Wim Kok, del Partido del Trabajo (laborista, Pvda), vetó la asistencia a la boda real al padre de Máxima debido a su pasado político. Tampoco asistió a la boda su madre, Carmen Cerruti, lo cual supuso un duro golpe emocional para Máxima.
En ese sentido, los medios de prensa holandeses especulan con que, tras la decisión judicial, los padres de la princesa puedan viajar ahora sin mayores problemas a Holanda.
"Intereses opacos"
Dado que Holanda cuenta desde diciembre de 2011 con una nueva legislación en materia de derecho internacional humanitario, Zegveld pensaba que se podría sentar un precedente para que los tribunales holandeses puedan juzgar casos similares. "Está muy claro que hay gente en Holanda que no tiene interés alguno en procesar a Zorreguieta. Hay intereses opacos detrás de esto", se lamentó.
Slutzky ejercía como médico antes de su desaparición. Los querellantes acusan a Zorreguieta, de 83 años, de participación en las desapariciones de miles de opositores durante la dictadura presidida por Videla.
La hija de Slutzky, Alejandra, uno de los querellantes, reside en Holanda, donde se exilió con su hermano en 1978. Ha escrito una novela autobiográfica sobre esos hechos y es miembro del Partido Socialista, según informan medios de prensa holandeses. (DPA)
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