Más de 15.000 chicos invaden cada noche las aulas de las escuelas secundarias

Más de 15.000 chicos invaden cada noche las aulas de las escuelas secundarias

Cada año se abren más escuelas en ese turno. Hay mayor demanda de los jóvenes para cursar la secundaria. Los nuevos formatos y orientaciones.

EN EL NACIONAL. Aunque ya comenzaron las clases, los chicos siguen llegando y esperan ser inscriptos. LA GACETA / FOTOS DE ENRIQUE GALINDEZ  EN EL NACIONAL. Aunque ya comenzaron las clases, los chicos siguen llegando y esperan ser inscriptos. LA GACETA / FOTOS DE ENRIQUE GALINDEZ
La noche no es sólo diversión y boliche. Durante la semana, desde el horario vespertino hasta la medianoche más de una veintena de escuelas dejan abiertas sus puertas para que estudien los jóvenes que trabajan de día, cuidan a sus hijos o ayudan a sus padres. Lo que tienen en común es el deseo de cursar la secundaria. Por eso las filas de cientos de chicos que esperan inscribirse y empezar lo antes posible las clases se multiplican a toda hora.

Llegan a pie, en bici, en moto, otros en autos; solos o con sus padres. También están los que acuden con amigos que los alientan en grupo, hablándoles de las ventajas de ir a clase por las noches. Les viene bien el empujón a muchos indecisos.

"Dale, hacé la prueba, no te cuesta nada, entrá, hacé la cola, preguntá qué tenés que traer, y ellos te esperan a que llevés los papeles y el DNI. Y listo, al otro día ya estás en un aula", le decía Beto a un amigo mientras subía las escalinatas del Colegio Nacional. Al frente la plaza Urquiza, con la nueva iluminación y el Monumento a Borges de cara al histórico edificio del Nacional, regala un entorno mucho más amigable a las horas nocturnas del colegio. A esta altura del mes ya son 1.300 los alumnos inscriptos.

Una ronda de jóvenes aplaudía espontáneamente a Miriam, que acababa de inscribirse para iniciar la secundaria. "Dejé la escuela en séptimo grado y me puse a trabajar. A mi edad, ¿cómo volver a estudiar en un curso donde tenés compañeros más chicos? Imposible. Pero mis amigas me convencieron de inscribirme a la noche, quiero hacer la secundaria sin dejar de trabajar", le confesó a LA GACETA. Miriam explica que muchos de sus compañeros llegan apurados, sobre la hora, porque salen de trabajar y van directo a clases. Y muchos de ellos son padres.

En la provincia un poco más de 15.000 muchachos y chicas eligen las horas de la noche para cursar el secundario. Las imágenes escolares nocturnas registradas por LA GACETA son elocuentes.

Mayores de 18
Para los mayores de 18 años se ofrece un secundario acelerado de tres años, con la posibilidad de hacerlo bajo dos modalidades. El presencial (van a clases todos los días) ofrece dos orientaciones en el Nacional: Ciencias Sociales y Ciencias Naturales; y en otros centros educativos, como el Centro de Educación de Nivel Secundario N° 114 (que funciona en la Escuela Irigoyen), Producción de Bienes y Servicios, y Economía y gestión de las organizaciones. Lo bueno es que habiendo comenzado las clases las inscripciones siguen abiertas. "Tenemos mucha demanda y estaremos inscribiendo hasta que todos tengan su lugar en la escuela", informó la secretaria del Cens 114, Sandra Wolters. Con la modalidad semipresencial (con tutorías) está la opción de cursar un secundario con orientación en Comunicación Arte y diseño, y Ciencias Sociales. Es el que más eligen los chicos que trabajan por ejemplo, o tienen otras actividades informales, pues las clases y la duración de cada ciclo depende del alumno. "Esta es una de las bondades de la Ley de Obligatoriedad de la Educación Secundaria, que ha permitido que miles de chicos puedan acceder a la escuela. En estas secundarias los docentes están en función del alumno, de acuerdo con sus necesidades y evolución", sostuvo la vicedirectora del Colegio Nacional, María Elina Soriano. Detalló que por noche se inscriben en el Nacional más de 150 chicos.

En cambio, los alumnos que tienen entre 15 y 17 años pueden optar por un secundario común de seis años de duración.

En el caso del Nacional la orientación es de Ciencias Sociales, pero hay otras ofertas interesantes en el resto de las escuelas. De hecho este año aplicarán las nuevas reformas en la currícula. "La escuela ya no es una estructura estanca sino que se va aggiornando de acuerdo a las necesidades del mercado laboral". explicó Wolters.

En las escuelas técnicas también se crearon espacios nocturnos para quienes tienen un oficio y quieren terminar la secundaria. Así, las orientaciones que más buscan estos jóvenes -mecánica y construcción- son las que ofrecen las escuelas N°2 y N° 3, según informó la Dirección de Educación Técnica.

Cada vez más la escuela pública reacomoda sus estructuras para dar respuesta a la cantidad de argentinos que tienen estudios incompletos. Ellos, según estadísticas nacionales recientes, constituyen el 40% del total de jóvenes de entre 15 a 18 años. Hace cinco años el porcentaje superaba el 60%.

La ministra de Educación, Silvia de Temkin, opinó que esos resultados no son mágicos. "Se deben al impacto de las políticas educativas nacional y provincial, que promueven una educación secundaria obligatoria y universal -para todos-". "Además de los distintos formatos que ofrece la secundaria -agregó- se suma la propuesta de la Gerencia de Empleo, por la cual los jóvenes adultos desempleados pueden terminar la escuela con una formación profesional, que les brinda mayor competencia para encontrar empleos más calificados".

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