Detrás de las rejas, ellos le escriben a la libertad

Detrás de las rejas, ellos le escriben a la libertad

En el penal de Villa Urquiza presentaron "Alquimia", una publicación que reúne más de 30 poemas de autores que están presos. Los reclusos encuentran en las letras una manera de sobrellevar el encierro. Le hablan al amor, a las madres y a sus hijos.

... Aunque me encuentre aquí, no quiero perder mis sueños, pues en ellos está ... la libertad... (Gabriel García, Unidad 3)

La fecha se aproximaba. Llevaba casi dos meses en una celda, y en su cabeza sólo rondaba ese día, el 21 de agosto. Cuando comenzara el último mes del otoño, Marcelo Jorrat iba a cumplir un año de casado, y lo único que lo desvelaba era la manera de poder expresar el amor que sentía por su mujer.

Nunca antes había escrito una carta. Mucho menos una que hable de amor. Marcelo confiesa que las palabras no eran sus aliadas. De hecho, cuando dialoga con LA GACETA se disculpa porque se pone nervioso para hablar. "Con un poema es distinto; hoy me sale más fácil", reconoce.

Entonces, cuenta cómo se hizo amigo de las letras. "Antes copiaba de las canciones para escribirle las cartas a Valeria, mi novia, que ahora es mi esposa", comentó Marcelo. Pero allí, en el encierro, decidió escribir un poema para ella. "Y salió ?La historia de Tu y Yo?. Es una historia de dos sapitos que viven en un arroyo llamado libertad", explicó el poeta.

Marcelo es uno de los tantos internos del servicio penitenciario provincial que participó del 2º Encuentro de Poetas, organizado por distintas organizaciones no gubernamentales y por entes oficiales.

El martes 27 de diciembre, en la capilla del penal de Villa Urquiza se realizó un acto donde leyeron algunos de los textos. Pero lo novedoso fue la presentación de "Alquimia: Poetas en Prisión", que refleja las poesías de quienes están presos. En un diseño original, los poetas dieron a conocer sus creaciones.

...Respetar la ley del silencio, aquí, es lo primordial. Sin libertad en la vida es como no respirar, te va ahogando de a poco, sin que nadie te venga a ayudar... (Juan José Ibarra, Unidad 9)

Son más de 30 los poemas que están escritos en "Alquimia". Todos ellos guardan un denominador común; la libertad, y todo lo que perdieron junto con ella.

Los reclusos le escriben a sus madres, a sus novias, a sus esposas. Las mujeres que están alojadas en la unidad 4, y que se animaron a plasmar sus sentimientos en una hoja, le hablan a sus hijos a través de las estrofas.

Carlos tuvo la oportunidad de leer una de las creaciones literarias durante el acto. Aunque él no escribió, sabe lo que significa tener una vía de escape para que "la cabeza no te explote", como dice él.

"Llevo 18 años y medio aquí. Conozco todo lo que pasa. Que algunos encuentren en esta actividad una manera de estar libres, aunque sea un ratito, no tiene precio", opinó Carlos.

Los presos que no escribieron, pero participaron del acto, escucharon en silencio cada una de las lecturas, y aplaudieron cuando terminaba cada poema. También bailaron y cantaron, sobre todo al final, cuando una murga transformó la tarde en fiesta, hasta que volvieron a sus pabellones.

Desde la ventana de algunos calabozos, algunas caras se asomaban ante el bullicio. "No los dejaron venir. No se portaron bien, bah, eso dicen los guardias", afirmó por lo bajo un joven.

Rezagado, ayudando a acomodar los bancos, quedó Marcelo. "Me emocioné cuando leí el poema. No se si fue la soledad, o la necesidad de estar en mi familia, pero aquí descubrí que me gusta escribir", comentó el poeta.

"Me tranquiliza, es como una terapia. Algunos me dicen que tengo talento, pero que se yo. Tengo 10 o 12 poemas escritos, y ahora estoy trabajando en otros", adelantó Jorrat.

Ahora, sus compañeros le piden que escriba poemas para las novias o las madres. "Hay un pequeño problema con eso. Cuando siento una presión, no me salen las ideas. Les pido que me tengan paciencia. Igual, para mí hoy es más fácil escribir que hablar, pero tiene que nacer de mí", agregó.

Es que en las letras, Jorrat, como otros tantos presos, encontró una manera de sobrellevar el encierro, hasta volver a encontrarse con ella: la libertad.

Sé que voy a saltar la rayuela de la vida, llegaré a su morada, voy a golpear y abrir su puerta para encontrarme finalmente con ella, con mi amada ... Mi amada libertad ... (Marcelo Jorrat, unidad 1)

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