Si hoy vas a Monteros podés apreciar el arte de las randeras

Si hoy vas a Monteros podés apreciar el arte de las randeras

La Municipalidad montó una escuela para que esta técnica no se pierda. Tucumanos y turistas buscan estas obras de arte.

MÁS DE 120 TRABAJOS. Maestras y alumnas muestran sus creaciones en la galería de acceso al municipio. LA GACETA / FOTO DE RODOLFO CASEN MÁS DE 120 TRABAJOS. Maestras y alumnas muestran sus creaciones en la galería de acceso al municipio. LA GACETA / FOTO DE RODOLFO CASEN
18 Diciembre 2011
La randa es una artesanía de tejido que se constituyó en emblema tradicional de la cultura de Monteros. Unas 30 randeras de la zona, quienes heredaron los conocimientos de sus ancestros, son las que trabajan y evitan en estos momentos la extinción de un arte que demanda una especial dedicación.

Con el afán de contribuir a la expansión y fortalecimiento de esta artesanía, la Municipalidad de Monteros abrió una escuela de randeras que funciona en una dependencia ubicada en la terminal de ómnibus. Unas 20 alumnas abrazaron con firmeza este oficio.

Las instructoras -algunas oriundas de El Cercado- y las alumnas exponen en estos días más de 120 trabajos realizados durante el ciclo lectivo, que acaba de concluir. La exhibición se desarrolla en la galería de acceso del edificio municipal, ubicado en Colón 50.

"La randa es un tipo de tejido trabajado con hilo de algodón que exige mucha dedicación y paciencia. Sucede que si se tejió mal no se la puede deshacer, porque cada punto es un nudo que solo permite cortarlo", explicó Susana Díaz, una de las alumnas.

En detalle

En la exposición pueden apreciarse pañuelos, manteles y hasta vestimentas de telas combinadas con tejido de randa. "Fue traída hasta aquí por los españoles. En la antigua Ibatín fue una artesanía muy común. Cuando se produjo el traslado de la ciudad hacia su actual asentamiento algunos vecinos se quedaron y le dieron continuidad a la tradición de las damas castellanas", contó, por su parte, Rosa Avila, una randera de El Cercado con más de 50 años de trayectoria.

"Es una creatividad que nace del alma. Así como el pintor se expresa ante el lienzo, nosotras la hacemos por medio de la malla de hilo que vamos tejiendo. A veces nos pasamos días para terminar un trabajo", apuntó Susana.

Según Rosa, esta artesanía puede representar un buen ingreso para la economía hogareña. "Hay bastante demanda de la gente que viene de otras provincias. Aquí también se ve interés. Gracias a este trabajo yo hice estudiar a mis hijos. Mis nietas también hacen randas y se costean sus estudios", reveló.

El intendente, Alberto Olea, agasajó a las randeras y las exhortó a continuar robusteciendo esta artesanía que le da identidad a la ciudad en todo el país. El funcionario adelantó que la Municipalidad continuará organizando cursos de formación de randeras en 2012.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios