13 Diciembre 2011
A FAVOR DEL GOBIERNO. Partidarios de Putin se manifestaron ayer en Moscú, en repudio a las denuncias. AFP
MOSCÚ.- La cuenta de Facebook del presidente ruso, Dmitri Medvedev, fue saturada ayer con miles de comentarios de ciudadanos indignados por su postura en contra de las protestas que se registran desde la semana pasada, contra los resultados de las recientes elecciones parlamentarias, considerados fraudulentos por la oposición.
"¡Una vergüenza!", "Deplorable", "Palabras vacías", "Rusia sin Putin" y "Abajo Putin" fueron algunas de las 11.000 expresiones escritas en respuesta al mensaje del mandatario, quien dijo que no estaba de acuerdo con las consignas ni con las declaraciones proclamadas durante las multitudinarias manifestaciones, que llegaron a reunir casi 100.000 personas en Moscú, el sábado. Para relativizar su posición, Medvedev (que se reconoce como un usuario entusiasta de las redes sociales) anunció que investigará informes sobre presuntas irregularidades.
Mientras la agitación política se mantiene en toda Rusia, el fiscal general del país, Juri Tshaika, rechazó las exigencias de los opositores de realizar nuevos comicios para elegir a los miembros de la Duma (Parlamento). "Pese a posibles violaciones no hay motivo para anular los resultados o repetir las elecciones", sostuvo el funcionario a la agencia Interfax.
Sus dichos son el preludio de una nueva semana tensa. A pesar de que el resultado oficial significó un pérdida de apoyo del partido Rusia Unida, de Medvedev y el primer ministro Vladimir Putin, al oficialismo se le reconoció el 49,3% de los sufragios y se le asignaron más de la mitad de las bancas, con lo cual mantiene quórum propio.
Sin embargo, la caída de votos en relación a comicios anteriores es interpretado por los analistas como una clara señal de cansancio popular al estilo político del dúo gobernante, especialmente manifestado en los sectores medios de la sociedad de las grandes ciudades.
La oposición considera que las cifras aún son demasiado altas, y convocó a una nueva jornada de protesta masiva para el 24 de diciembre. Hasta tanto, se anticipó que seguirá habiendo expresiones callejeras de repudio, especialmente llamadas a través de Facebook y de Twitter.
Putin se postula para presidir nuevamente el país, en un enroque de cargos con Medvedev. Los comicios serán en marzo del próximo año. Si bien todas las encuestas lo posicionan a la cabeza de los votos (ayer hubo importantes marchas de respaldo al candidato en la capital), las protestas dispararon la incertidumbre ya que nunca el actual premier debió enfrentar multitudes en su contra como las de los últimos días desde que asumió el poder en 1999.
Su mayor rival, hoy, es el comunista, Gennadi Zyuganov. Sin embargo, también surgen candidatos que estarían consensuados con el Kremlin, como el multimillonario (posee U$S 18.000 millones), Mijail Projorov, que anunció de forma sorpresiva su postulación. Un viejo aliado de Putin, Alexei Kudrin, (ex ministro de Finanzas hasta setiembre) llamó a crear un partido liberal, que le ofrecería al oficialismo la oportunidad de canalizar el descontento y reducir la amenaza de los reales opositores. Kudrin advirtió que la legitimidad de la elección presidencial se verá afectada si el Gobierno no lidia con las graves denuncias de fraude. (Especial-AFP-Reuters)
"¡Una vergüenza!", "Deplorable", "Palabras vacías", "Rusia sin Putin" y "Abajo Putin" fueron algunas de las 11.000 expresiones escritas en respuesta al mensaje del mandatario, quien dijo que no estaba de acuerdo con las consignas ni con las declaraciones proclamadas durante las multitudinarias manifestaciones, que llegaron a reunir casi 100.000 personas en Moscú, el sábado. Para relativizar su posición, Medvedev (que se reconoce como un usuario entusiasta de las redes sociales) anunció que investigará informes sobre presuntas irregularidades.
Mientras la agitación política se mantiene en toda Rusia, el fiscal general del país, Juri Tshaika, rechazó las exigencias de los opositores de realizar nuevos comicios para elegir a los miembros de la Duma (Parlamento). "Pese a posibles violaciones no hay motivo para anular los resultados o repetir las elecciones", sostuvo el funcionario a la agencia Interfax.
Sus dichos son el preludio de una nueva semana tensa. A pesar de que el resultado oficial significó un pérdida de apoyo del partido Rusia Unida, de Medvedev y el primer ministro Vladimir Putin, al oficialismo se le reconoció el 49,3% de los sufragios y se le asignaron más de la mitad de las bancas, con lo cual mantiene quórum propio.
Sin embargo, la caída de votos en relación a comicios anteriores es interpretado por los analistas como una clara señal de cansancio popular al estilo político del dúo gobernante, especialmente manifestado en los sectores medios de la sociedad de las grandes ciudades.
La oposición considera que las cifras aún son demasiado altas, y convocó a una nueva jornada de protesta masiva para el 24 de diciembre. Hasta tanto, se anticipó que seguirá habiendo expresiones callejeras de repudio, especialmente llamadas a través de Facebook y de Twitter.
Putin se postula para presidir nuevamente el país, en un enroque de cargos con Medvedev. Los comicios serán en marzo del próximo año. Si bien todas las encuestas lo posicionan a la cabeza de los votos (ayer hubo importantes marchas de respaldo al candidato en la capital), las protestas dispararon la incertidumbre ya que nunca el actual premier debió enfrentar multitudes en su contra como las de los últimos días desde que asumió el poder en 1999.
Su mayor rival, hoy, es el comunista, Gennadi Zyuganov. Sin embargo, también surgen candidatos que estarían consensuados con el Kremlin, como el multimillonario (posee U$S 18.000 millones), Mijail Projorov, que anunció de forma sorpresiva su postulación. Un viejo aliado de Putin, Alexei Kudrin, (ex ministro de Finanzas hasta setiembre) llamó a crear un partido liberal, que le ofrecería al oficialismo la oportunidad de canalizar el descontento y reducir la amenaza de los reales opositores. Kudrin advirtió que la legitimidad de la elección presidencial se verá afectada si el Gobierno no lidia con las graves denuncias de fraude. (Especial-AFP-Reuters)
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