Por primera vez, el asfalto enoja a los vecinos

Cada avance en el proyecto es escudriñado con una lupa por los habitantes. Con la misma avidez, quejas y trascendidos se escurren más rápido que el viento por las calles del megabarrio Lomas de Tafí. Denuncias sobre las casas que estarían desocupadas, la supuesta distribución discrecional de las viviendas o la invasión de espacios comunes se replican en prácticamente todos los sectores de la "ciudad planificada" y en los foros que las familias armaron en Internet. Pero, una de las protestas retumbó con fuerza durante las últimas semanas: la primera cuadra interna asfaltada -de unas 112 proyectadas- coincide con la ubicación de la casa de una hija del legislador oficialista José Teri. LA GACETA recorrió la zona en la que se efectuó la obra. La mayoría de los vecinos está al tanto de la versión, aunque hay opiniones divididas.

Beneficio o casualidad
El tramo de 100 metros, centro de la polémica, reverbera por el sol que los árboles jóvenes del barrio aún no amenizan. El material negruzco se interrumpe justo al finalizar la cuadra en la que está ubicada la casa en cuestión y a metros de una de las escuelas del barrio. La vivienda, que está en obras, no pasa inadvertida dado que delante de ella se levanta un prolijo paredón con ladrillos a la vista y un portón negro. Los más desconfiados señalan la propiedad de reojo y ni siquiera dudan de que en el sector VIII hubo un privilegio por política. Otros, argumentan que por algún sitio se debía comenzar a trabajar y que en la próxima etapa de la obra, el asfalto alcanzará hasta el establecimiento educativo (está en la etapa de imprimación, es decir, que ya fue nivelado el terreno y fue cubierto con una sustancia previa al asfalto).

Magdalena, una vecina del sector VI que prefirió no dar su apellido, desconfía que las tareas hayan debutado en esa manzana por la escuela. "Alrededor de las otras escuelas no hicieron nada aún. Vivo sobre una calle por la que pasa el colectivo y no hay pavimento, nos llenamos de tierra. Es llamativo que justo se comience a asfaltar donde vive alguien relacionado con un funcionario", fustigó. Marta, una joven madre que vive a unas cuadras, está indignada porque sospecha que se quiso beneficiar a una familia. "Sabemos que en Lomas se acomodó a mucha gente que tiene que ver con políticos. Dicen que algunos hasta eligieron ubicación. Por qué sería diferente esta vez", cuestionó. Las vecinas aprovecharon también para reclamar por los cortes del servicio de agua, la falta de refugios y la poca frecuencia con la que pasa el recolector de basura.

En cambio, Marcela, que vive en la cuadra asfaltada, aseveró que cree que desde la escuela se gestionó la pavimentación. "A los padres de los alumnos nos dijeron eso. Esto era barro colorado y cuando llovía no se podía pasar", opinó. "Una cuadra no significa nada", advirtió Carla, que tiene su hogar a metros de la institución. "Comenzaron de a poco y tocó por aquí. Los nenes llegaban cubiertos de tierra a clases. Hay cosas más importantes, como la falta de agua", consideró.