Durante un día te sentís una celebridad

Durante un día te sentís una celebridad

Frente a Sorrento, en el sur de Italia, Capri es el reino del glamour

COLORES QUE IMPACTAN. El azul (del mar), el verde (de la vegetación) y el blanco (de las construcciones). LA GACETA / FOTOS DE JORGE ALVAREZ COLORES QUE IMPACTAN. El azul (del mar), el verde (de la vegetación) y el blanco (de las construcciones). LA GACETA / FOTOS DE JORGE ALVAREZ
14 Noviembre 2011
Si el destino de tus vacaciones es Italia, una escapada a la isla de Capri resulta ineludible. Todo adjetivo es poco para describirla. Exuberante, extraordinaria y de clima cálido, por lo que puede visitarse en cualquier momento del año, es la isla mediterránea que ha visto, a lo largo del tiempo, transitar intelectuales, artistas y escritores atraídos por su mágica belleza. Una mezcla de historia, naturaleza, buen gusto, cultura y eventos diarios han dado vida al mito de Capri, el reino del glamour. Podés llegar desde Sorrento, al sur de Italia, usando el ferry que sale desde el muelle de la Marina Piccola. Por unos 17 euros te depositan en la isla tras un placentero viaje de unos 20 minutos. Eso sí: andá con zapatillas o calzado cómodo para recorrer la isla, porque el suelo es muy resbaladizo (el pavimento es de origen volcánico). Entre las cosas que podés hacer en la isla, un viaje en el telesférico te mostrará cómo se ven Capri y Anacapri desde el aire. La armonía del blanco de las casas contrasta con el verde de la naturaleza y el celeste del mar. También podés recorrer museos y lugares históricos. Por ejemplo, caminar por la senda de la Tragara. Hay un importante hotel construido sobre las ruinas de lo que fue el palacio de un emperador. Desde allí, la vista de la bahía es increíble. Si podés rentar un barco, conocerás bellos lugares inaccesibles por tierra. Una excursión por la Costiera Amalfitana es imperdible.

Sabores mediterráneos.- En el Ristorante Terraza Brunella, en la Via Tragara 24 de la bahía Marina Piccola, podés disfrutar los sabores del Mediterráneo. Su cocina es una de la más prestigiosas de la península. Pastas y productos del mar se sirven en compañía de suaves vinos. Salmón, risotto, ensalada de mar y algo más forman parte del menú. Las mesas están en una terraza que da a la bahía.

Paisaje y adrenalina.
- En taxi o minibús podés recorrer el circuito de la montaña. El camino es estrecho y va pegado a los precipicios que terminan en el azul del mar. Sólo los nativos de Capri manejan en la isla. Pese al terreno escarpado, los conductores avanzan a gran velocidad haciendo sonar la bocina antes de cada curva y frenando bruscamente cuando se encuentran de frente con otro minibús. La gente grita. ¡Ay Dios mío!, se escucha. Pero la majestuosidad del paisaje vale la adrenalina.

Origen de los capri.- Si hay una prenda atemporal son los capri, pantalones que llegan a mitad de la pantorrilla. Fueron creados en 1948 por la diseñadora Sonja de Lennart. El nombre remite a la isla y no es una casualidad. Cuentan que Jackie Kennedy, que fue primera dama de los Estados Unidos y luego esposa del magnate griego Aristóteles Onassis, en una ocasión que visitó la isla vio en el puerto que los pescadores llevaban los pantalones arremangados bajo la rodilla. Le contaron que así sufrían menos el calor. Ella comentó que unos pantalones así le resolverían un problema, y esa misma tarde recibió el nuevo modelo, al que bautizó y popularizó como capri.

1

farallones

Postal típica de Capri. Cerca de las rocas está la Gruta Azul, donde el barquero canta aprovechando la acústica, por lo general, temas de Lucio Dalla. La excursión en barco cuesta unos 20 euros.

2

centro comercial

Las más exclusivas tiendas de ropa y de calzado no cierran nunca. De día abren para el turista común, y de noche para los VIP. Una campera, por ejemplo, puede costar 7.000 euros.

3

modernísimos taxis

Blancos, descapotados, impecables, son sinónimo del lujo. Transportan hasta cuatro pasajeros que, por un día, se sienten tan importantes como una celebridad de Hollywood.

4

capri palace hotel

Un 5 estrellas superior. Las habitaciones, de 120 metros cuadrados, tienen piscina y spa dentro. Servicio simple: 6.000 euros la noche. El all inclusive asciende a 20.000 euros por día.

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