Un neonazi arrepentido borró todos sus tatuajes

Un neonazi arrepentido borró todos sus tatuajes

Una mujer misteriosa desembolsó u$s 35.000 para pagar la operación.

CAMBIO RADICAL. Llevó 16 meses a Widner cambiar su rostró. FOTO TOMADA DE DAILYMAIL.CO.UK CAMBIO RADICAL. Llevó 16 meses a Widner cambiar su rostró. FOTO TOMADA DE DAILYMAIL.CO.UK
01 Noviembre 2011
PHILADELPHIA, Estados Unidos.- Luego de 16 meses y 25 cirugías de por medio, Bryon Widner afirma ser verdaderamente feliz. El norteamericano, hoy ex neonazi, se sometió a una costosa operación para borrar gran parte de sus tatuajes, en alusión al odio racial que el movimiento de origen germano predica.

Pero Widner no es cualquier neonazi, sino uno de los fundadores de uno de los movimientos más violentos de Estados Unidos, el National Alliance (Alianza Nacional). Allí conoció a su mujer, con quien contrajo matrimonio y tuvo un hijo en 2006.

Con el paso del tiempo la pareja se dio cuenta que la cantidad de tatuajes y muestras de odio en los cuerpos de ambos, pero especialmente en el de Bryon, dificultaba la tarea de conseguir un trabajo para mantener a la familia, lo cual los hizo replantearse algunos conceptos.

Investigando, Widner encontró una solución casera basada en la utilización de ácidos, que podían dañar gravemente la piel. "Estaba preparado para sumergir mi cara en ácido", confesó en un reportaje realizado por el diario inglés "Daily Mail". Fue en ese momento que, en un acto de desesperación, su mujer buscó una ayuda en alguien impensado: Daryle Lamont Jenkins, un afroamericano que dirige un grupo anti odio en la ciudad de Philadelphia.

La historia, que tomó trascendencia mediática, conmovió a una mujer, que hasta hoy se mantiene en incógnito. Al ver las fotos y videos del rostro de Bryon, llena de tatuajes y afectado por algunos intentos de removerlos con ácido, la misteriosa salvadora desembolsó los u$s 35.000 que el ex neonazi necesitaba para someterse a una costosa cirugía láser. El proceso tardó 16 meses.

Aún restan algunos tatuajes por remover, en los brazos y torso. Todos tienen connotación racista. Por el momento, y por el costo de la intervención, quedarán donde están.

Hoy, 25 operaciones después, el neonazi arrepentido, como fue apodado por los medios, goza de trabajo, mas no de seguridad. Él y su familia reciben permanentemente amenazas telefónicas de adeptos a su ex movimiento -National Alliance- que lo mantienen alerta las 24 horas del día, siete días a la semana.

Pero a pesar de todo, Widmer trata de llevar adelante su vida normalmente, sin preocuparse demasiado de lo que le pueda pasar. Luego del trabajo, en su momento de distracción, pasa tu tiempo con su hijo menor jugando con una X-box. "Vamos a dispararle a los chicos malos", le dice a su pequeño de cuatro años, camino a la sala de juegos. Curiosamente, el videojuego es "Capitán América" y "los malos", nazis. (Especial)

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