"El pueblo le dio un tirón de orejas al Gobierno"

"El pueblo le dio un tirón de orejas al Gobierno"

De la Cruz lideró la guerra del gas; ahora evalúa romper con Morales

CRÍTICAS. El asambleísta considera que el Presidente está equivocado. LA GACETA / FOTO DE FABIO LADETTO CRÍTICAS. El asambleísta considera que el Presidente está equivocado. LA GACETA / FOTO DE FABIO LADETTO
29 Octubre 2011
La suma de aciertos oficialistas y errores de la oposición llevaron a Evo Morales a un gran triunfo en 2009, que le permitió su reelección en la Presidencia de Bolivia. No sólo consiguió seguir en el máximo cargo, sino que obtuvo una cómoda mayoría parlamentaria, con más de los 2/3 de las bancas ocupadas por legisladores que le responden ya sea porque pertenecen al Movimiento al Socialismo que conduce o por partidos aliados.

Sin embargo, ese número favorable comenzó a estar en duda a partir de los últimos acontecimientos en el vecino país, ya que muchos socios políticos anunciaron que evalúan dejar de apoyar al mandatario en caso de que no modifique su gestión.

Uno de ellos es el asambleísta Roberto De la Cruz, quien fue el dirigente que lideró las protestas de octubre de 2003, en El Alto (vecina a La Paz), en lo que se recuerda como la guerra del gas, por el reclamo contra la exportación de este combustible mientras había desabastecimiento interno. El levantamiento le costó la Presidencia a Gonzalo Sánchez de Lozada, tras una represión militar en la que murieron unas 70 personas. Este episodio fue clave en el crecimiento de Morales, hasta su primera victoria en las urnas, en 2005.

"El Gobierno no está cumpliendo con sus compromisos, por lo que estamos viendo la posibilidad de abandonar la alianza si no cambia. Está marchando por un camino totalmente equivocado: en su discurso, dice que es antiliberal, pero en los hechos sigue administrando ese mismo modelo", denunció De la Cruz, en una entrevista exclusiva con LA GACETA, que se desarrolló como sigue.

- ¿Qué significó la lucha del gas?

- Con esa protesta hemos conquistado el proceso de cambio y se aprobó la denominada Agenda de Octubre de 2003, que tiene cinco puntos: la nacionalización de los hidrocarburos; la industrialización de Bolivia, lo que debe abarcar toda la producción primaria; la reactivación del aparato económico para alimentar al país; la cárcel a los masacradores y la eliminación del modelo neoliberal. Morales sólo cumplió con la realización de la Asamblea Constituyente, y hoy sigue escuchando mensajes y consejos totalmente equivocados.

- ¿La Agenda no es negociable?

- No, no habrá otra que la mate. Ella recoge el sentimiento de las grandes mayorías del país y costó sangre y luto a los bolivianos. No nos importa el cargo personal que cada uno ocupe, sino el respeto a un acuerdo nacional, que tiene cuestiones tan simples como la venta del gas primero a los bolivianos y el excedente, al exterior y a precios internacionales; y el aprovechar las potencialidades de cada región de acuerdo con sus realidades. No podemos seguir exportando materia prima a precios de gallina muerta.

- ¿El Gobierno puede perder su mayoría legislativa?

- Estamos viendo qué vamos a hacer, porque algunos quieren seguir apoyando este proceso, que tiene montones de errores, y los respetamos. Ya hemos dicho que si no se van los ministros neoliberales, nos vamos nosotros.

- ¿Qué funcionarios deben dejar sus cargos?

- Como mínimo, los ministros de ministros de Economía, Luis Alberto Arce Catacora, y de Obras Públicas, Walter Delgadillo Terceros. Pero también se deben agilizar los pedidos de extradición de los asesinos de 2003, que siguen protegidos en Estados Unidos y en otros países, y ni el Gobierno ni la Justicia están impulsando que vuelvan al país para ser juzgados.

- ¿Cuál es su opinión del rechazo popular a la construcción de una ruta por la reserva natural Tipnis?

- El reclamo de Tipnis es la lucha del pueblo boliviano y de El Alto, es la lucha por los recursos naturales de Bolivia. El Gobierno viene cometiendo yerros: el primero fue con el gasolinazo de principios de año, y el segundo con el Tipnis; no creo que pase el tercero.

- ¿También fue un error la elección directa de jueces, donde se impuso el voto nulo?

- El resultado de esos comicios es un mensaje a la soberbia, un jalón (tirón) de oreja del pueblo al Gobierno para que reconduzca su gestión. Si sigue caprichoso como hasta ahora, y se mantiene en el camino actual, tendrá problemas.

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