Francia, un finalista que no tiene brillo

Francia, un finalista que no tiene brillo

Los galos hicieron historia al ser el primer equipo que llega al último duelo con dos derrotas

UN ABRAZO INTERMINABLE. Los franceses celebran después de haber conseguido el triunfo sobre gales. REUTERS UN ABRAZO INTERMINABLE. Los franceses celebran después de haber conseguido el triunfo sobre gales. REUTERS
Se esperaba una semifinal mucho más jugosa por cómo llegaban los protagonistas del duelo. No se dio. Fue todo lo contrario. La primera semifinal fue bastante pobre, y en ese contexto Francia fue el favorecido. Le ganó a Gales, apenas por 9-8, con tres penales de Morgan Parra, suficiente para asegurarse un lugar en el podio y meterse en la gran final.

Por lo visto en este partido, es un finalista pobre. Nada que ver con el juego que mostraron cuando le ganaron a Inglaterra. Más bien estuvo más cerca del que plasmaron en sus dos derrotas en la fase clasificatoria, ante los All Blacks (17-37) y ante Tonga (14-19). Francia se convirtió en el primer equipo que llega a una final tras haber perdido dos partidos en el camino hacia ese tan ansiado duelo decisivo.

En este encuentro no mostró nada. O sí, un juego amarrete y conservador a pesar de haber contado con un hombre de más durante 61 minutos. Francia llega a la gran final por tercera vez en su historia. Su rival se define en el amanecer de hoy. Nueva Zelanda o Australia.

Los All Blacks ya le ganaron a los franceses en la final de 1987, también en este escenario, en el Eden Park, de Auckland. Y por la fase clasificatoria de este mismo certamen.

Además, no olvidan que los franceses lo eliminaron en Cardiff, en el Mundial de 2007. Muchas revanchas, muchas historias se tejen alrededor de este partido. Claro que, primero, los All Blacks deberán vencer a los Wallabies, sus archirrivales. ¿Se dará la misma final que en 1987?

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