Un paso importante
Se sabía que iba a ser un partido duro. Por eso la derrota no dolió tanto. Los Pumas quedaron entre los ocho mejores y mezclados con las grandes potencias. Se fueron en los cuartos de final, como también se fueron el campeón y el subcampeón del Mundial anterior: Sudáfrica e Inglaterra. Una instancia antes, Argentina mandó a casa a Escocia, que por primera vez no pasó la fase clasificatoria. Más allá del resultado, el partido contra Nueva Zelanda fue un paso importante para el rugby argentino. Sirvió para callar a aquellos que dudaban sobre sus chances en futuro el Cuatro Naciones, como el mismísimo presidente de la IRB, Bernard Lapasset. Quizás, tras este partido, no queden dudas de que pueden hacerlo. Esta vez lograron enmudecer a más de 50.000 neozelandeses en las tribunas con el try anotado por Julio Farías. Pronto, tal vez, puedan incluso festejar una victoria.

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