Latinoamérica coincidió en plantear reformas en el Consejo de Seguridad

Latinoamérica coincidió en plantear reformas en el Consejo de Seguridad

El apoyo -con matices y excepciones- al reconocimiento del Estado Palestino y la necesidad de reformar la dinámica institucional de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) componen el núcleo de coincidencias entre los nueve líderes latinoamericanos que hablaron ante la tribuna de la Asamblea General.

En la apertura del debate intervinieron los mandatarios Dilma Rousseff (Brasil), Felipe Calderón Hinojosa (México), Cristina Fernández de Kirchner (Argentina), Juan Manuel Santos Calderón (Colombia), Porfirio Lobo Sosa (Honduras), Fernando Lugo Méndez (Paraguay), Bharrat Jagdeo (Guyana), Álvaro Colom Caballeros (Guatemala) y Evo Morales (Bolivia). En sus respectivos discursos, los mandatarios se pronunciaron en favor de otorgar a Palestina el estatus de miembro pleno que esta nación reclama; dicho criterio no fue compartido por México y Colombia, que bregaron por la negociación de paz bilateral propugnada por Estados Unidos.

Los líderes de la región también reflexionaron sobre la necesidad de mejorar las condiciones de igualdad en el seno de la ONU donde cinco países (Reino Unido, Francia, Estados Unidos, China y Rusia) gozan del poder de vetar las resoluciones adoptadas por los órganos de la organización.

Morales, el último presidente en subir al estrado, hizo la crítica más severa. "Tenemos enormes divergencias entre los países llamados pequeños o en vías de desarrollo y algunas potencias. Hay una clara diferencia respecto de la cultura de la vida y de la muerte, entre la verdad y la falsedad, la paz y la guerra. Podemos ser diferentes, pero en la ONU debe prevalecer el trabajo permanente para garantizar la paz y la igualdad de todos los que habitamos el planeta", exhortó el jefe de Estado plurinacional boliviano, que bautizó al Consejo de Seguridad como "consejo de inseguridad para los pueblos que buscan la liberación".

En el séptimo turno de discurso, la presidenta argentina exigió reformar la institución en pos de fortalecer la multilateralidad. "Siempre hemos defendido la necesidad de un mundo más plural, más diverso y de democratizar los organismos políticos como Naciones Unidas y, fundamentalmente, de su Consejo de Seguridad. Creemos que es necesario eliminar la categoría de miembros permanentes y también eliminar el derecho de veto", precisó Cristina Fernández, que vinculó la potestad de vetar con el orden mundial bipolar existente al tiempo del nacimiento de la ONU.

En una línea argumental similar a la de Fernández, Calderón recordó que las reglas de participación del Consejo de Seguridad no han sido revisadas en los últimos 40 años. "México aspira a una reforma integral, que mejore la representación de todos sus integrantes, pero que, al mismo tiempo, preserve la capacidad de acción del Consejo y promueva la rendición de cuentas de sus miembros. No podemos permitir que este ámbito trascendental para la unidad supranacional se convierta en el centro de toma de decisiones de unos cuantos", postuló.

La democratización del Consejo de Seguridad es una tarea urgente, según el jefe de Estado paraguayo. Lugo exigió al Consejo de Seguridad que cumpla su rol primordial de promover la paz mundial y de evitar la guerra. "Debemos impulsar la eliminación gradual del veto hasta su desaparición total", manifestó el presidente.

La posición de Bolivia, Argentina, Paraguay y México choca, sin embargo, contra la pretensión de Brasil, que aboga por una reforma que le otorgue una participación sin fecha de caducidad en el órgano más poderoso de la ONU. Rousseff hizo hincapié en el liderazgo internacional de Brasil: "el mundo necesita un Consejo que refleje la realidad contemporánea; un Consejo con nuevos miembros permanentes y no permanentes. Brasil está listo para asumir sus responsabilidades como miembro permanente de este órgano".

La ampliación del número de miembros permanentes y no permanentes del Consejo (integrado por 15 Estados) tiene el aval de Guyana. El presidente Jagdeo consideró que esa "expansión" debe incluir y beneficiar la representación del bloque latinoamericano y africano.

Guatemala, que quiere sentarse en el Consejo de Seguridad en los próximos dos años, se limitó a reprochar el impulso de la acción unilateral en el contexto de la comunidad internacional. Colom Caballeros añadió: "rechazamos sanciones y medidas coercitivas adoptadas individualmente". En ese sentido, instamos al Gobierno de los Estados Unidos de América a que deponga "el embargo económico a la República de Cuba".

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