Cuando la memoria y los recuerdos nos abandonan

Cuando la memoria y los recuerdos nos abandonan

La patología es la demencia irreversible más frecuente después de los 65 años. El paciente tiene derecho a conocer el diagnóstico.

MALES QUE SE RETROALIMENTAN. Muchos enfermos de Alzheimer sufren además depresión, explicó el especialista tucumano Oscar Iguzquiza. TREASUREOFHEALTH.COM MALES QUE SE RETROALIMENTAN. Muchos enfermos de Alzheimer sufren además depresión, explicó el especialista tucumano Oscar Iguzquiza. TREASUREOFHEALTH.COM
21 Septiembre 2011
La enfermedad de Alzheimer es la causa más frecuente de demencia en los adultos mayores y afecta del 1 al 2% de la población mundial. Se trata de un trastorno grave, degenerativo, producido por la pérdida gradual de neuronas cerebrales, cuya causa no es del todo conocida. La dolencia afecta las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje; la habilidad de una persona para llevar a cabo sus actividades diarias. "Y aunque cada día se sabe más sobre la enfermedad, aún se desconoce su origen exacto y por esta razón no se dispone de un tratamiento eficaz", advirtió el neurólogo Oscar Iguzquiza, titular de las cátedras de Neurología (Facultad de Medicina) y de Neurobiología (Facultad de Psicología) de la UNT. Hoy se conmemora el Día Mundial de Lucha contra el Alzheimer.

Deterioro progresivo

La enfermedad se caracteriza por una deficiencia progresiva en la memoria: a corto plazo las personas enfermas se olvidan las cosas que acaban de suceder, y a largo plazo van desapareciendo los recuerdos. El deterioro cognitivo va acompañado con problemas del pensamiento, del juicio y otros trastornos de la función cerebral y cambios en la personalidad. Las causas más frecuentes de demencia irreversible, según explicó Iguzquiza, son el mal de Alzheimer y otras enfermedades como la de Parkinson, que integran el grupo de demencias degenerativas.

El neurólogo también aseguró que la demencia se está convirtiendo en uno de los problemas sanitarios más importantes de las sociedades actuales, debido al envejecimiento poblacional. "La frecuencia de la demencia se duplica cada cinco años, a partir de los 65 años, y se estima que más del 30% de los pacientes mayores de 85 años padecen este trastorno. Del universo de personas que sufren deterioro cognitivo leve, entre el 8 y el 15 % desarrollará Alzheimer cada año", precisó el profesor de la UNT.

Para hacer un diagnóstico lo más importante es la historia clínica completa, que incluya información sobre la salud general de la persona, los problemas médicos anteriores y cualquier dificultad que tenga en las actividades diarias. Análisis de sangre y de orina ayudan al médico a encontrar otras posibles enfermedades que causan estos síntomas.

Exámenes especiales

También existen exámenes neuro-psicológicos para medir la memoria, la capacidad de resolver problemas, la atención, la capacidad de contar y el lenguaje. Se realizan con la ayuda de tests diseñados para valorar tales alteraciones. Uno de los más conocidos y utilizados es el minimental, que es sencillo, puede ser aplicado en poco tiempo y que es muy útil para la valoración inicial de una posible demencia. Su principal problema es que los resultados pueden estar condicionados por el nivel cultural o de estudios y no por el nivel cognitivo del entrevistado; no se lo puede usar para hacer el diagnóstico definitivo de demencia. Es necesario ampliar la información con otras pruebas para poder hacer el diagnóstico final.

Los estudios del cerebro con escáner -como TAC (tomografía computada)- o con resonancia magnética nuclear (RMN) permiten al especialista mirar fotografías del cerebro y poder detectar alguna anormalidad. En general los pacientes con Alzheimer no suelen exhibir grandes alteraciones en estas pruebas; como mucho la presencia de atrofia cerebral (un cerebro disminuido de tamaño).

Otro punto importante para los médicos es descartar la existencia de una depresión, porque a veces puede simular un cuadro de demencia. "Sin embargo, lo más frecuente es que las dos enfermedades coexistan, es decir que muchos enfermos de Alzheimer tienen además depresión", apuntó Iguzquiza.

Diez síntomas de alarma

1- La pérdida de memoria es el síntoma más precoz: se inicia con olvidos de cosas que acaban de hacer (qué comieron, si cerraron con llave). La persona suele ser consciente de estos olvidos, aunque a veces trata de disimularlo.

2- Dificultad para realizar tareas habituales: olvidan guardar las cosas en los armarios, tienen problemas para manejar electrodomésticos comunes, van a comprar y olvidan cosas o compran aquellas que no necesitan.

3- Aparecen los problemas con el lenguaje: pacientes con Alzheimer incipiente tienen dificultad para hallar las palabras correctas para expresarse. En vez de placard dicen "el lugar para guardar los trajes", por ejemplo.

4- Desorientación en el tiempo y en el espacio: los pacientes se olvidan el día en el que viven, no saben dónde están, y hasta se pierden en trayectos simples: de la casa a la panadería e incluso dentro de la propia casa.

5- Incapacidad para hacer juicios de cosas simples: los pacientes muestran incapacidad para realizar juicios: toman decisiones incorrectas sobre la ropa que deben usar según el tiempo que hace, o el dinero que deben pagar, por ejemplo.

6- Problemas con el pensamiento abstracto: los pacientes pierden su capacidad de hacer cálculos, y en ocasiones olvidan la utilidad de los números. Del mismo modo no pueden interpretar lo que leen.

7- Pierden la noción de dónde ubicar las cosas: con frecuencia al inicio de la enfermedad los pacientes colocan las cosas en sitios disparatados: ponen la cartera dentro de una olla o los zapatos en la heladera.

8- Cambios de humor y de comportamientos: los enfermos de Alzheimer pueden tener cambios bruscos de humor, sin aparente motivo y sin desencadenantes externos. Muchos se tornan muy huraños.

9- Cambios exagerados en la personalidad: aunque la personalidad suele cambiar con los años, los pacientes con Alzheimer tienen cambios exagerados: se vuelven solitarios, desconfiados o dependientes.

10- Pierden la iniciativa y la creatividad: son incapaces de tomar iniciativas en su casa, hacer las cuentas u organizar sus vidas. Con frecuencia su actividad diaria acaba limitándose a mirar la TV, sin prestar atención al entorno.

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