Los tucumanos reciben hoy al nuevo Pastor de la Iglesia

Desde hoy la Arquidiócesis de Tucumán tendrá un nuevo arzobispo. Monseñor Alfredo Horacio Zecca -porteño como su antecesor, monseñor Luis Héctor Villalba- tomará posesión del cargo que le confirió el papa Benedicto XVI. A la megaceremonia en la plaza Independencia asistirán fieles y religiosos de todo el país. Se espera la llegada de más de 15 obispos y arzobispos, presididos por el nuncio apostólico, Adriano Bernardini, representante de Su Santidad. Él le tomará juramento a Zecca, lo pondrá en funciones y le permitirá que por primera vez se siente en la cátedra (sillón especial) destinada al obispo.

La gran fiesta comenzará a las 18, con la concentración de los fieles frente a la Catedral, donde habrán dispuesto 4.000 sillas. A las 18.30, aproximadamente, monseñor Zecca caminará desde 25 de Mayo y San Martín hasta la Casa de Gobierno, donde saludará a las autoridades, y luego seguirá hasta la Catedral. Allí se oficiará la misa.

Esta ceremonia estará llena de simbolismos:

- El beso de la Cruz: apenas llegue monseñor Zecca, el padre Omar Carrazana, párroco de la Catedral, saldrá a recibirlo en la puerta del templo con una Cruz en la mano. El nuevo arzobispo besará la Cruz para demostrar que su misión la ejercerá siempre en nombre del Jesús.

- El agua bendita: monseñor Alfredo se asperjará a sí mismo con el agua bendecida y luego rociará al pueblo de Dios, recordando de este modo la común condición de hijos de un mismo Padre.

- El escudo: el lema que eligió monseñor Zecca para su ministerio pastoral es una frase de San Agustín que dice: "Para ustedes soy obispo, con ustedes soy cristiano". Esto significa que el obispo, para ser el servidor pleno que de él se espera, debe ser, ante todo, un buen cristiano. El obispo debe ser un buen pastor.

- Oración frente al Santísimo: Zecca entrará unos minutos al interior de la Catedral, incensará el Sagrario y hará un momento de oración junto al Santísimo Sacramento. Este gesto significa que el arzobispo debe tener como centro de su vida y de su misión como pastor, la Eucaristía.

- Profesión de fe y juramento de fidelidad: monseñor Alfredo expresará su adhesión a Cristo y a la Iglesia en la fe cristiana. Luego se comprometerá a servir con docilidad y obediencia a la Iglesia.

- Ceremonia de entronización: el nuncio apostólico subirá al escenario que se ubicará frente a la plaza Independencia e incensará el altar. Pedirá que se lea la bula papal y mostrará a todos el mandato apostólico por el que el Papa nombra a monseñor Alfredo Zecca arzobispo de Tucumán, a través del nuncio. De esta manera el pueblo se convierte en testigo.

- El báculo: monseñor Alfredo recibirá el que será su propio báculo pastoral de manos de su antecesor, monseñor Villalba. El báculo es signo del obispo que debe ser pastor del pueblo que se le ha confiado. Este ministerio lo realiza a imagen de Jesús como Buen Pastor, sirviendo y guiando a la Iglesia como rebaño de Dios.

- La cátedra: es la parte más importante de la ceremonia. Será cuando el nuncio apostólico acompañe a monseñor Alfredo Zecca a la cátedra, que es la sede del arzobispo en su Iglesia. "La cátedra es el símbolo de la potestad de enseñar, parte del mandato de atar y desatar" que el Señor confía a sus apóstoles, explica el rito canónico. Al sentarse en la cátedra, se habrá cumplido el mandato de la sucesión de los Apóstoles en la Iglesia de Tucumán.