05 Septiembre 2011
En 2003, Amaya llegó a la intendencia gracias al alperovichismo: ediles lo votaron en reemplazo de Antonio Bussi, que quedó detenido y no asumió.
En 2004, Amaya compró un predio en Tafí Viejo para disponer la basura de la capital. Alperovich ordenó que se lo haga en Pacará Pintado.
En 2007, el intendente quiso cobrar un tributo por pavimentación. El gobernador hizo que los concejales derogaran esa ordenanza.
En 2008, Amaya vetó la norma que permitía a un súper instalarse en el microcentro. Alperovich hizo insistir a los ediles. El súper se construyó.
En 2009, el diputado Germán Alfaro (aliado de Amaya) habló en contra de Alperovich. El intendente debió echar a dos funcionarios alfaristas.
El alperovichista Ramón Cano (titular del Concejo) promulgó las cuatro últimas subas del cospel y afrontó el costo político: Amaya se ausentaba.
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