22 Agosto 2011
DESPEDIDA. El Encuentro Regional concluyó de la manera ideal: con un espectáculo en el Teatro San Martín. LA GACETA / FOTOS DE ANTONIO FERRONI
Por Gustavo Guaraz - Folclorista
"Juntarnos es el camino...", reza una de las nuevas canciones de Lucho Hoyos, y puede ser la síntesis exacta de lo que significó el 1º Encuentro Regional de Arte Folklórico del NOA. Con organización de la Secretaría de Cultura de la Nación, la Academia del Folklore de la República Argentina, el Ente Cultural de la Provincia y la Secretaría General de la Gobernación, se reunieron más de 300 personas entre investigadores, comunicadores y hacedores del folclore del NOA. Todos debatieron intensamente sobre el folclore en la educación, en las industrias culturales, en la copla, en los medios de comunicación, en la poesía, en la danza y en la música. La sala Caviglia y el Centro Cultural Juan B. Terán albergaron las charlas.
Los ejes temáticos sobre los que se trabajó fueron: ¿cuál es la situación actual del arte folclórico en el NOA y cómo evaluamos su futuro? ¿Cuál es la tarea a realizar? ¿Cuál es la participación de la sociedad y la misión del Estado?
Ya en una de las primeras mesas se vivía intensamente el encuentro. Se habló de "El folclore en las industrias culturales" y quedó sobre la mesa el histórico divorcio entre la cultura y el mercado, el rol de SADAIC y las discográficas (ambos muy criticados por todos). Con absoluto silencio de la sala, el maestro Luis "Pato" Gentilini recordó el día en que decidió no negociar su pasión con el mercado; nunca fue profesional en la música.
El pie de la discusión en la mesa "El folclore en la música" lo dio Lucho Hoyos, apenado por la perdida de comunicación intergeneracional. "Los jóvenes no consultan a los referentes mayores", advirtió.
Esperado por todos, en la mesa de "El folclore en la copla", el poeta salteño Miguel Angel Pérez conquistó con sus saberes y ocurrencias.
En "El folclore y los medios de comunicación" el eje del debate se inclinó hacia la responsabilidad del Estado para garantizar la difusión de la cultura nativa por encima de las excusas del rating y las necesidades comerciales. José María Montini llamó a la reflexión sobre la necesidad de que los comunicadores puedan trabajar con fuentes confiables y documentadas.
Durante la mesa "El folclore en la poesía", el poeta Pablo Dumit destacó: "si queremos construir un país inclusivo, debemos construir conceptos y formas inclusivas de nuevas expresiones y de nuevos usos. Si apuntamos en ese sentido habremos abierto las puertas a que las nuevas generaciones se animen a mirar hacia atrás y hacia adentro".
"La danza en nuestro folclore" ofreció el deleite de escuchar a panelistas de gran trayectoria, como los santiagueños Vitillo Ábalos y Alberto Bravo de Zamora. Ambos emplearon la ironía: "los bailarines de malambo salen con cara de ?a este lo voy a matar? y a mí me enseñaron a bailar con alegría" (Vitillo); "antes los bailarines seducían al compañero/compañera. Ahora se seducen a sí mismos" (Bravo de Zamora).
En el panel sobre "El folclore en la educación" los expositores insistieron en la necesidad de incorporar al folclore en los planes de estudio en las escuelas.
Finalmente, en la mesa de "El folclore en la música" José Luis Castiñeira de Dios opinó que hay una visión más amplia y menos sectaria. "Se construye un lenguaje con referencias tradicionales y las diferencias entre los actores de los distintos géneros empiezan a desaparecer", sostuvo. Bruno Arias llamó la atención a la falta de apoyo e incentivos, y pidió a Cultura de la Nación "un tirón de orejas" a las provincias que no apoyan a los artistas locales. Fue ampliamente aplaudido.
"Para la Secretaría de Cultura de la Nación este encuentro fue todo un éxito. Este diálogo recién empieza y es la antesala del primer Encuentro Argentino", apuntó José Ceña, coordinador del organismo. Por su parte -y en el cierre- Eduardo Ocaranza Zavalía anunció la creación de la Academia del Folclore de Tucumán.
"Juntarnos es el camino...", reza una de las nuevas canciones de Lucho Hoyos, y puede ser la síntesis exacta de lo que significó el 1º Encuentro Regional de Arte Folklórico del NOA. Con organización de la Secretaría de Cultura de la Nación, la Academia del Folklore de la República Argentina, el Ente Cultural de la Provincia y la Secretaría General de la Gobernación, se reunieron más de 300 personas entre investigadores, comunicadores y hacedores del folclore del NOA. Todos debatieron intensamente sobre el folclore en la educación, en las industrias culturales, en la copla, en los medios de comunicación, en la poesía, en la danza y en la música. La sala Caviglia y el Centro Cultural Juan B. Terán albergaron las charlas.
Los ejes temáticos sobre los que se trabajó fueron: ¿cuál es la situación actual del arte folclórico en el NOA y cómo evaluamos su futuro? ¿Cuál es la tarea a realizar? ¿Cuál es la participación de la sociedad y la misión del Estado?
Ya en una de las primeras mesas se vivía intensamente el encuentro. Se habló de "El folclore en las industrias culturales" y quedó sobre la mesa el histórico divorcio entre la cultura y el mercado, el rol de SADAIC y las discográficas (ambos muy criticados por todos). Con absoluto silencio de la sala, el maestro Luis "Pato" Gentilini recordó el día en que decidió no negociar su pasión con el mercado; nunca fue profesional en la música.
El pie de la discusión en la mesa "El folclore en la música" lo dio Lucho Hoyos, apenado por la perdida de comunicación intergeneracional. "Los jóvenes no consultan a los referentes mayores", advirtió.
Esperado por todos, en la mesa de "El folclore en la copla", el poeta salteño Miguel Angel Pérez conquistó con sus saberes y ocurrencias.
En "El folclore y los medios de comunicación" el eje del debate se inclinó hacia la responsabilidad del Estado para garantizar la difusión de la cultura nativa por encima de las excusas del rating y las necesidades comerciales. José María Montini llamó a la reflexión sobre la necesidad de que los comunicadores puedan trabajar con fuentes confiables y documentadas.
Durante la mesa "El folclore en la poesía", el poeta Pablo Dumit destacó: "si queremos construir un país inclusivo, debemos construir conceptos y formas inclusivas de nuevas expresiones y de nuevos usos. Si apuntamos en ese sentido habremos abierto las puertas a que las nuevas generaciones se animen a mirar hacia atrás y hacia adentro".
"La danza en nuestro folclore" ofreció el deleite de escuchar a panelistas de gran trayectoria, como los santiagueños Vitillo Ábalos y Alberto Bravo de Zamora. Ambos emplearon la ironía: "los bailarines de malambo salen con cara de ?a este lo voy a matar? y a mí me enseñaron a bailar con alegría" (Vitillo); "antes los bailarines seducían al compañero/compañera. Ahora se seducen a sí mismos" (Bravo de Zamora).
En el panel sobre "El folclore en la educación" los expositores insistieron en la necesidad de incorporar al folclore en los planes de estudio en las escuelas.
Finalmente, en la mesa de "El folclore en la música" José Luis Castiñeira de Dios opinó que hay una visión más amplia y menos sectaria. "Se construye un lenguaje con referencias tradicionales y las diferencias entre los actores de los distintos géneros empiezan a desaparecer", sostuvo. Bruno Arias llamó la atención a la falta de apoyo e incentivos, y pidió a Cultura de la Nación "un tirón de orejas" a las provincias que no apoyan a los artistas locales. Fue ampliamente aplaudido.
"Para la Secretaría de Cultura de la Nación este encuentro fue todo un éxito. Este diálogo recién empieza y es la antesala del primer Encuentro Argentino", apuntó José Ceña, coordinador del organismo. Por su parte -y en el cierre- Eduardo Ocaranza Zavalía anunció la creación de la Academia del Folclore de Tucumán.
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