Que no gane la impunidad

Por Miguel Velardez 07 Agosto 2011

Fue una trompada al mentón. El crimen de las turistas francesas desnudó la falta de controles rigurosos al incesante movimiento de visitantes que llegan a Salta. El Gobierno provincial tiene la obligación de hallar a los culpables. En estos días se tejieron varias hipótesis y muchas conjeturas. El estigma catamarqueño de las fiestas de "los hijos del poder" sobrevoló por la Quebrada de San Lorenzo. Sin embargo, todavía nada está del todo claro.

El juez de Instrucción, Martín Pérez, se siente optimista en llegar a conclusiones serias en esta semana que se inicia. Las últimas detenciones son la base de ese estado de ánimo. Mientras tanto las presiones de Francia se hacen sentir. Los llamados telefónicos de Nicolás Sarkozy a Cristina Fernández son una prueba de la magnitud del caso.

Las autoridades salteñas tendrán que demostrar su capacidad de reacción al delito. Eso no significa que terminen encerrando a cualquier hijo de vecino. Las torturas que denunció uno de los primeros detenidos dejaron mal parados a los salteños. Sería hipócrita no reconocer que los apremios ilegales existen. Pero eso no implica mirar para otro lado. Los cuerpos sin vida de Houria Moumni y Cassandre Bouvier llegaron a Francia, junto a sus familiares. Los corresponsales galos también se fueron. Aunque eso no implica que no sigan mirando el avance de la causa. "Salta te enamora", dice el eslogan de la campaña turística. Ahora es momento de demostrar que también es segura y que no existe la impunidad: caiga quien caiga. ¿Serán capaces de lograrlo?