Elda pedía seguridad, pero nadie la escuchó

Elda pedía seguridad, pero nadie la escuchó

Una mujer se resistió a que le arrebataran la cartera cuando subía a un taxi, y los delincuentes la asesinaron en la puerta de su vivienda. La víctima tenía 54 años y dos hijos. Hace poco más de un mes, había escrito una carta en LA GACETA en la que criticaba a la Policía

EN BUSCA DE ALGUNA PISTA. Los peritos de Criminalística resguardaron la escena del terrible homicidio. Luego, en ese lugar, los vecinos rezaron por Elda. EN BUSCA DE ALGUNA PISTA. Los peritos de Criminalística resguardaron la escena del terrible homicidio. Luego, en ese lugar, los vecinos rezaron por Elda.
20 Julio 2011
"¡Soltame! ¡Dejame!". Los gritos de Elda Ana Hovannes resonaron en el barrio Ampliación Kennedy. El taxi que la esperaba estaba sólo a unos metros, pero los delincuentes fueron más rápidos. Ella sabía que la inseguridad reinaba en su vecindario; lo dejó muy claro en una carta que envió a LA GACETA hace poco más de un mes. Pero las autoridades no la escucharon. Ella, por evitar que le quiten su cartera, terminó asesinada.

Elda tenía 54 años y dos hijos. Hace unos años, había montado una empresa de promociones y trabajos temporarios, donde brindó oportunidades laborales a muchos jóvenes del barrio. Sus vecinos la recuerdan como una mujer temperamental, que no se quedaba callada cuando algo no le gustaba.

Por eso, no les sorprendió ver el 12 de junio la carta que publicó, bajo el título "Hechos, No Palabras". Allí, Elda afirmaba que lo que pasaba con la seguridad era una vergüenza.

"En la Policía no tienen móviles, no tienen estado físico, no tienen con qué combatir el delito, ¿por qué? ... ¿Dónde está la ley, la Justicia, el derecho a vivir en paz, a trabajar y a honrar a nuestra patria como corresponde? Espero una respuesta de quien corresponda, pero no con palabras, con hechos, es lo que necesitamos los tucumanos y los argentinos", expresó en la carta.

Ayer, Elda llamó a un taxi de la empresa "Transmi Taxi". En la vivienda ubicada en Federico Helguera y pasaje Monserrat, sólo quedaban los dos perros rottweiler que ella cuidaba con mucho cariño. A las 19.45, cuando el auto de alquiler llegó, Elda cerró el portón de la casa con llave, y caminó hacia el vehículo. Apenas llegó abrir la puerta cuando una moto apareció de repente. El muchacho que viajaba como acompañante comenzó a tirar del cordón de la cartera de la señora. El taxista, Darío Andrés Romano, se bajó del auto para ayudarla, según explicó una fuente policial. Pero el delincuente que conducía la moto le apuntó con un arma, y lo obligó a quedarse en su lugar.

Mientras tanto, Elda sostenía su cartera con fuerza, y le imploraba al ladrón que la soltara. Casi 10 metros fue arrastrada sin compasión durante el forcejeo, hasta que cayó al piso, en la vereda de su casa. El delincuente sujetó la cartera, le apuntó con el arma y disparó. El tiro fue letal. Los ladrones se subieron a la moto y escaparon. El bolso quedó tirado en la vereda.

Romano volvió a subir al taxi para seguir a los delincuentes. Los persiguió unos 100 metros, intentando encerrarlos, pero luego desistió para tratar de auxiliar a la mujer. Los vecinos salieron a la calle al escuchar los gritos y el estampido. Los pedidos para que alguien llamara a una ambulancia fueron en vano: Elda ya había fallecido.

"¿Qué pasó?", le preguntó una vecina a otra, mientras la calle estaba cortada y el personal de Policía Científica trabajaba en el lugar. "Mataron a la señora de los perros", le respondió la vecina. Nadie podía creer lo que había pasado.

Los hijos de la víctima y otros familiares estaban consternados. No quisieron hacer declaraciones, y cuando unos vecinos comenzaron a gritar contra la Policía, les pidieron silencio. "Hoy no, por favor; hoy no. Respeten nuestro dolor", suplicaron.

Por su parte, al enterarse por radio del homicidio y del intento de asalto, varios taxistas recorrieron los alrededores del barrio para tratar de dar con los delincuentes. "Un taxista vio una moto con dos hombres circular a gran velocidad por calle México. Ya le dijimos a la Policía", contó Carlos, un chofer de taxi que miraba de cerca la tarea que hacían los policías.

Anoche, la sección Robos y Hurtos de la Dirección General de Investigaciones, al mando del comisario Miguel Luna, buscaba a los autores del crimen, basándose en las descripciones que brindó el taxista Romano. El fiscal Carlos Albaca, a cargo de la investigación, ordenó que la división Homicidios y Delitos Complejos, al mando de los comisarios Miguel Gómez y Hugo Cabeza, encabece la pesquisa.

"Ella era excelente. Amaba a los perros y era solidaria con todos los vecinos. No merecía una muerte así", afirmó una mujer, que dijo conocer a Elda del barrio. "Aquí la queremos mucho a ella y a sus hijos", agregó.

En la oscuridad de la noche, cuando ya no quedaba ningún investigador en la esquina de la casa, el reclamo de Elda en su carta parecía premonitorio. Y sus palabras volvían a retumbar, esta vez en boca de sus vecinos.

Comentarios