Simoca, el pueblo que regresó a la década del 40

Simoca, el pueblo que regresó a la década del 40

Gracias a la magia del rodaje de una película basada en una novela de Ardiles Gray se revivieron antiguos conflictos cañeros. Video.

MOMENTO DE TENSIÓN. Los trabajadores del surco exigían mejoras salariales y se enfrentarían con la patronal. Es una de las escenas del filme. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL MOMENTO DE TENSIÓN. Los trabajadores del surco exigían mejoras salariales y se enfrentarían con la patronal. Es una de las escenas del filme. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL
03 Julio 2011
El viento frío se filtraba hasta los huesos, mientras un sol tímido apenas alcanzaba a dibujar sombras. En la vieja estación de trenes de Simoca hay un revuelo casi real. Unas 50 personas vestidas de campesinas, con ropas propias de la década del 40, y con pancartas, respondían a gritos la proclama de un dirigente cañero: "¡vamos al ingenio! ¡Vamos a reclamar lo que es nuestro!".

En medio de este revuelo, camarógrafos, sonidistas y otros asistentes se despliegan de un lado a otro, mientras a lo lejos el director observa con atención la escena. También hay curiosos a la vuelta, sorprendidos por el ajetreo que exhibe la locación. Es casi el mediodía y se filma parte del policial "Las puertas del cielo", una historia de la novela "El inocente", de Julio Ardiles Gray, adaptada para el cine por Jaime Lozano, director también de esta producción.

En Simoca los vecinos están entusiasmados con el acontecimiento y se acercan para ver el rodaje y la posibilidad de colaborar. Todos los extras y algunos actores con roles secundarios viven allí. Son quienes confesaron su orgullo porque la productora MR films, de Buenos Aires, los eligió para filmar un proyecto que tiene varios años y que fue impulsado por el productor Carlos Piwowarski, amigo de Ardiles Gray.

"Esta es una experiencia que nos enriquece culturalmente. Es gratificante ver a casi toda una comunidad participando. Aquí vine a descubrir un mundo nuevo, el de la ficción", confiesa Pedro"Rory"González , uno de los extras.

La trama de la película, aunque ficcional, repasa también la historia que se vivió en esa localidad cañera cuando los productores se alzaron con huelgas y manifestaciones contra los ingenios azucareros por cuestiones económicas. En medio de esta convulsión aparece un adolescente santiagueño que quiere trabajar como zafrero. "Cuando estaba en los cañaverales lo sorprende un bandolero que, herido por un arma de fuego y moribundo, le entrega un dinero para que se lo lleve a su novia, que vivía en San Miguel de Tucumán. Lo había robado en un asalto cometido contra unos patrones. Fue ahí que recibió el disparo", contó Jorge Piwowarski (hijo de Carlos), director de producción del film.

"La historia adquiere intensidad cuando el chico termina siendo involucrado por la Policía en el asalto. Entonces asoma un periodista que investiga el caso y descubre que él no tenía nada que ver", agregó el productor.

El rol protagónico está encarnado por el joven Ignacio Ramón Jiménez, quien ya trabajó en "Nordeste" (2001) bajo la dirección de Juan Solanas y en "Una semana solos", (2008) de Celina Murga. Tienen roles secundarios Oscar Zamora, director del Teatro Estable de la provincia; el actor Golo Saifán (coordinador de Políticas Culturales de la Municipalidad de Simoca) y Toto Martínez (director de teatro local).

La mayoría de las locaciones están en Simoca y algunas en San Miguel de Tucumán. En 2007, en Simoca, se había grabado parte de "Por las hendijas del viento", de Carlos Alsina y Luisa Quintavalle.

"Simoca fue elegida casi por un hecho fortuito. Es que el productor anduvo por Medinas, Santa Lucía y Tafí Viejo buscando locaciones y cuando llegó a este municipio nosotros lo vimos sacando fotos y nos acercamos para invitarlo a una reunión", comentó Ricardo González, director de Turismo de la comuna. El objetivo del encuentro fue claro: convencer a Piwowarski de que hiciera su película ahí. Con el compromiso de que brindarían toda la colaboración necesaria, finalmente el productor resolvió instalar el set de filmación en la "capital del sulky". Y por algunas horas los simoqueños se sintieron como en Hollywood.

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