Boda real: Charlene se largó a llorar

Boda real: Charlene se largó a llorar

La sudafricana entregó su ramo de novia luego de darle el "sí" a Alberto de Mónaco. Un beso breve y una fiesta hollywoodiense.

A PURO GLAMOUR. La boda será al aire libre; la cerrará un espectáculo de fuegos artificiales. REUTERS A PURO GLAMOUR. La boda será al aire libre; la cerrará un espectáculo de fuegos artificiales. REUTERS
02 Julio 2011
MONTECARLO, Mónaco.- En medio de lágrimas, la sudafricana Charlene Wittstock depositó su ramo de novia en la iglesia de Santa Devota, luego de darse el "sí" con el príncipe Alberto II de Mónaco en la ceremonia religiosa. Parada junto a su marido, le rodaron lágrimas por las mejillas, que se secó cuidadosamente con un pañuelo blanco. En el templo, la pareja se besó brevemente. Hace 55 años, la estrella de Hollywood Grace Kelly -madre de Alberto- había depositado su ramo en el mismo lugar luego de su enlace con el príncipe Rainiero. 
Antes, el patio del palacio del principado, del siglo XIII, se había transformado en una catedral al aire libre donde se reunieron jefes de Estado, representantes de las casas reales europeas y famosos para la boda real. El príncipe Alberto, que gobierna el pequeño Estado en la riviera francesa desde 2005, llegó primero, enfundado en el uniforme color crema de la guardia de palacio. Charlene, cruzó la alfombra roja poco después, del brazo de su padre, luciendo un vestido de seda blanca con los hombros al descubierto diseñado por Giorgio Armani, con una larga cola.
Sonriendo tímidamente tras un velo de tul, la ex campeona de natación llevaba su melena rubia recogida en un "chignon" y fue saludada con un fuerte aplauso. Según fuentes oficiales, su vestido costó más de 2.500 horas de trabajo y tiene 40.000 cristales Swarovski. La misa fue oficiada en francés por el arzobispo de Mónaco, Bernard Barsi, desde un altar erigido a los pies de una imponente escalera doble de mármol. El príncipe, con el rostro relajado, fue el primero en pronunciar sus votos, guiñando el ojo a la novia antes de pronunciar el "sí". Charlene, visiblemente emocionada, miró hacia abajo en varias ocasiones.
Después de que la pareja se intercambiara los anillos, la cantante sudafricana Pumeza Matshikiza entonó la "Click Song" de Miriam Makeba. El arzobispo deseó a los novios que tengan un fructífero matrimonio para su propia felicidad y la de los monegascos. En las primeras filas se sentaba la familia Grimaldi, encabezada por las hermanas del novio: Carolina -sin Ernesto de Hanóver- y Estefanía. Más atrás se veía al presidente francés, Nicolas Sarkozy, al actor Roger Moore, al modisto Karl Lagerfeld y a la top model Naomi Campbell.
También hubo una amplia representación de las casas reales europeas, con la ausencia de España. El único español que se ha desplazado a la Costa Azul es Luis Alfonso de Borbón, acompañado de su esposa Margarita. Tras la ceremonia, la pareja recorrió el principado a bordo de un Lexus híbrido. (DPA)


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