El Registro de la Propiedad

El Registro de la Propiedad

Su institución, en 1892, fue una acertada medida

LÍDORO J. QUINTEROS. El progresista gobernador de Tucumán que proyectó el Registro de Propiedades, Hipotecas, Embargos e Inhibiciones. LÍDORO J. QUINTEROS. El progresista gobernador de Tucumán que proyectó el Registro de Propiedades, Hipotecas, Embargos e Inhibiciones.
Como es sobremanera conocido, en la actualidad toda compra y venta regular de inmuebles, así como toda medida judicial respecto a su dominio, se anota en el Registro Inmobiliario. No era así hasta concluir la penúltima década del siglo XIX.
En diciembre de 1889, el gobernador de Tucumán, Lídoro J. Quinteros, elevó un proyecto de ley que creaba el Registro de Propiedades, Hipotecas, Embargos e Inhibiciones, organismo oficial donde debía inscribirse todo lo que su nombre indicaba. En 75 minuciosos artículos divididos en 8 capítulos, establecía los modos y efectos de la inscripción, las anotaciones preventivas y su extinción, el modo de llevar el Registro, etcétera. A partir de la ley, los Tribunales no podrían dar curso a expedientes donde figurasen títulos no registrados.
En el mensaje, Quinteros decía que la organización de los registros públicos de Tucumán era "deficiente y embrionaria", y que estaba tratando de modernizarla con nuevas leyes. Pero, aún con el régimen actual, expresaba, no podía admitirse "un estado de cosas que mantenga inciertos los derechos que afectan al dominio de los bienes, sin un registro en el cual se anoten y controlen, en beneficio del interés privado y de la seguridad pública".
El proyecto de Quinteros tardó varios años en ser tratado por las Cámaras. Finalmente, se lo sancionó con leves modificaciones a comienzos de enero de 1892, ya bajo otra administración. El gobernador, doctor Próspero García, lo promulgó el 28 de enero de ese año, con la firma del ministro de Gobierno, doctor José Antonio Olmos.

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