En casi toda América, la huella africana se cuela en la música

En casi toda América, la huella africana se cuela en la música

El tango, la zamba, la chacarera, la rumba, el candombe, el samba, el merengue, el calipso, la soca, abrevan de los sones de la esclavitud.

22 Mayo 2011
Cada vez que Carlos Podazza, Viviana Taberna, "Parque" Ruiz Huidobro , Patricia Juárez, Javier Podazza, Manolo Alonso y Mathías Agüero y otros colegas suben a escena con su espectáculo "Cosa e? negros", el ritmo de los tambores africanos retumba en Tucumán, como si dos o tres siglos no hubieran pasado. Pero, aunque no resuene puro, se cuela en la zamba, se cuela en la chacarera y se cuela en el tango. "La zamba, que viene de la zamacueca del Perú, tendría influencia de la música negra. Y la chacarera, también muestra una complejidad de ritmos propios de la música africana", afirma "Parque", que sospecha que por sus venas corre sangre negra. En su recorrido por la música con influencias africanas, se detiene en el tango. "El tango es una fusión entre la música negra y la del este europeo. En sus inicios, para interpretar tango se usaban tambores. Con el tiempo, esta complejidad rítmica de los tambores se fue distribuyendo entre los demás instrumentos de la orquesta", explica el músico.

Si "Cosa e? negros" arrancó como una idea de Viviana Taberna y de Carlos Podazza "por puro goce estético", con el tiempo fue mudando a una suerte de reivindicación de los habitantes de raza negra que poblaron el territorio nacional en los tiempos de la colonia y que hoy reclaman visibilidad. Los investigadores de los ritmos de la región coinciden en que la presencia africana ha dejado una marca profunda en las culturas latinoamericanas, a través de fascinantes procesos de mezcla y apropiación de los ritmos.

Si en la Argentina han abrevado de los ritmos africanos el tango, la chacarera y la zamba, en Uruguay reina el candombe. Y en Brasil, esa influencia estalla, influida por las prácticas rituales yorubas como la macumba y el candomblé.

En los países del Caribe, se puede seguir la huella africana en la rumba, en la "música santera" que se manifiesta especialmente en los bembés (rituales dirigidos por tres tambores de distintos tamaños), en el son, la guaracha, la guajira, el chachachá y el mambo. Viajando por el Caribe, la lista continúa: desde el merengue dominicano hasta la bomba, el ritmo bailable que llega a Puerto Rico en el siglo XVII para llegar a la cumbia colombiana y panameña, pariente de los porros del Caribe venezolano y colombiano, todos esos ritmos exudan ascendencia africana. Cuando el viajero llega a las Antillas, Africa vive. En serio. Los tambores resuenan con efecto tribal en los calipsos y la soca, en Trinidad y Tobago, Barbados y Jamaica, donde el reggae remite, inevitablemente, a Bob Marley. Y la música negra sigue viajando por casi todo el continente.

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