Saber qué guardar para poder preservar

Saber qué guardar para poder preservar

A los profesionales y a los aficionados de la fotografía les preocupa mejorar el criterio de selección tanto como el soporte adecuado para su preservación.

TESTIGO DEL TIEMPO. La fotografía analógica es un documento finito. LA GACETA / JOSÉ NUNO TESTIGO DEL TIEMPO. La fotografía analógica es un documento finito. LA GACETA / JOSÉ NUNO
24 Abril 2011
"Más que la preservación de la imagen, preocupa el criterio de selección y de cómo se la archive. Si bien es cierto los cambios informáticos se producen y multiplican en períodos de tiempo cada vez más cortos, las características de los soportes aún ponen en riesgo de perder las fotografías que se guardan. Ya sea por capacidad limitada, por exceso de producción o por lo que sea". La conclusión de los expertos consultados por LA GACETA, condiciona la manipulación y almacenamiento de las fotos a los criterios de selección en lugar de a los avatares de la tecnología.

La fotografía, como un testigo del tiempo y de la historia, intenta mejorar sus métodos de preservación en diferentes soportes (papel, tela, piedras, papiros, maderas, arcillas, etcétera). "Al reproducirse digitalmente se almacenan los archivos y se supone que se llega a una solución respecto al paso del tiempo. Pero estos procedimientos -según señalan docentes de la tecnicatura en fotografía de la Facultad de Artes-, tienen la máxima utilidad en la posibilidad de la divulgación y comunicación de dichos documentos, no así en la facilitación de su conservación".

Al respecto, los catedráticos explicaron que "el continuo cambio tecnológico que afecta a la informática, nos obliga a mantener una rutina de captación de la imagen; volcado y almacenamiento transitorio; asignado e inclusión de metadatos de imagen; realización de la copia de seguridad en disco duro externo y en soporte CD-ROM o DVD; volcado de la copia de uso o consulta, al servidor; actualización periódica del banco de imágenes; rutinas de conservación del soporte informático y migración de soportes y tecnología de software para su escritura y lectura".

Otra estructura

En cambio, puntualizó Noemí Elisa Cortese, dueña de una casa de fotografía en Yerba Buena, "una imagen digital necesita para su visualización una infraestructura más compleja y una formación técnica sobre su manejo. Los procesos químicos perfectamente desarrollados por la industria, durante muchos años, así como las cotas de calidad alcanzada, son los referentes con los cuales se tiene que medir la fotografía digital".

Cortese atribuye a la gran difusión de las cámaras digitales, incluidas hasta en los celulares, a que más gente obtenga este tipo de imágenes con suma facilidad, que por sus características de archivo informático puede ser difundido, compartido, publicado en el acto a través de internet o guardado en una memoria de estado sólido o un CD-R o un DVD o en el disco rígido de una computadora.

"Cada vez hay más archivos de fotos virtuales, almacenados en sistemas digitales y no materializados en una copia en papel", opinó Julio Pantoja, fotodocumentalista, periodista, docente y activista, que se graduó como arquitecto y técnico fotógrafo en la UNT.

Varias opciones

"La tecnología actual nos ofrece, para obtener una copia de un archivo de imagen digital fotográfico, a todo color en papel, varias opciones: copia con materiales y procedimientos fotoquímicos; impresión en papel fotográfico (no fotosensible) con impresora chorro de tinta e impresión por sublimación de tinta. Sólo el primero, requiere pro ceso químico; los otros dos, además de poder realizarse en laboratorios de copias comerciales, los puede hacer el usuario, con muy buena calidad, en el hogar y con impresoras digitales de mesa", agregó el creador y editor de la agencia Infoto, que publica desde hace más de veinte años, en los principales medios gráficos de Argentina y del extranjero.

Pantoja, oriundo Jujuy, que es profesor en la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UNT afirma que "las copias de archivos fotográficos digitales por procesos fotoquímicos, requieren para su conservación los mismos cuidados que las fotos tradicionales y tienen una duración análoga. Las copias hechas por medios de impresión de tintas, dependen de los materiales que se utilicen. Las mejores marcas de estos sistemas, publican que si se utilizan sus productos (tintas y papeles especiales para fotografía de alta calidad) pueden llegar a durar 100 años o más".

Comentarios