10 Marzo 2011
Esperó 240 horas para escuchar la sentencia. Pero fue en vano porque tuvo que regresar a su casa con la cabeza gacha y sin un futuro claro. Silvia Raquel Lai, coimputada por el crimen de su esposo Eduardo José Salas en 2007, debía oír el veredicto del tribunal que la juzga ayer a la mañana. Sin embargo, por problemas de salud de la presidenta del Tribunal, la audiencia volvió a postergarse.
"Se nos notificó que por razones de salud de la doctora María del Pilar Prieto, se pospondría la fecha del debate para el día 23 de marzo a las 9", explicó a LA GACETA Manuel Pedernera, abogado defensor de Lai.
Los hijos de la viuda hicieron una ronda junto a ella para alentarla antes del inicio de la audiencia. Las caras largas se multiplicaron por los pasillos de la sede penal de Tribunales cuando se supo que la sentencia por el asesinato del agricultor tranqueño se postergaba.
El lunes 21 de febrero, los vocales de la Sala IV de la Cámara Penal, Prieto, Horacio Lázaro Villalba y Marta Cavallotti, decidieron prorrogar el debate hasta ayer puesto que Luis Piccinetti, el otro acusado, no se había hecho presente para escuchar los alegatos de los abogados y la sentencia. Desde ese día, el presunto homicida está prófugo; los camaristas lo declararon en rebeldía y ordenaron su inmediata detención.
En tanto, Roberto Flores, abogado defensor del fugitivo, dijo que "se disponen 10 días hábiles más; si no llega a reanudarse el debate para ese entonces por cualquier tipo de problema, el juicio cae y debe empezar de nuevo".
Piccinetti era el dueño del primer gimnasio de Trancas y Lai su alumna de aerobics. Unos meses después ambos se convirtieron en sospechosos de asesinato. Según la investigación de la fiscala Adriana Giannoni, Piccinetti mantenía un romance clandestino con Lai. De acuerdo a esta hipótesis Salas descubrió que su esposa le era infiel por lo que trabó una fuerte discusión con el masajista. Días después, y siguiendo esta versión de lo ocurrido, los imputados ultimaron al agricultor en su dormitorio.
Ahora la Policía tiene más tiempo para encontrar al evadido sin que el juicio en su contra quede invalidado, ya que el motivo de la suspensión del debate es el estado de salud de un camarista. "El juicio no está caído para mi defendido porque si a él lo detienen antes del 23 se sentará en el banquillo de los acusados, y escuchará los alegatos y la sentencia. En caso de que no se lo encuentre sólo Lai oirá el veredicto", afirmó Flores.
"Se nos notificó que por razones de salud de la doctora María del Pilar Prieto, se pospondría la fecha del debate para el día 23 de marzo a las 9", explicó a LA GACETA Manuel Pedernera, abogado defensor de Lai.
Los hijos de la viuda hicieron una ronda junto a ella para alentarla antes del inicio de la audiencia. Las caras largas se multiplicaron por los pasillos de la sede penal de Tribunales cuando se supo que la sentencia por el asesinato del agricultor tranqueño se postergaba.
El lunes 21 de febrero, los vocales de la Sala IV de la Cámara Penal, Prieto, Horacio Lázaro Villalba y Marta Cavallotti, decidieron prorrogar el debate hasta ayer puesto que Luis Piccinetti, el otro acusado, no se había hecho presente para escuchar los alegatos de los abogados y la sentencia. Desde ese día, el presunto homicida está prófugo; los camaristas lo declararon en rebeldía y ordenaron su inmediata detención.
En tanto, Roberto Flores, abogado defensor del fugitivo, dijo que "se disponen 10 días hábiles más; si no llega a reanudarse el debate para ese entonces por cualquier tipo de problema, el juicio cae y debe empezar de nuevo".
Piccinetti era el dueño del primer gimnasio de Trancas y Lai su alumna de aerobics. Unos meses después ambos se convirtieron en sospechosos de asesinato. Según la investigación de la fiscala Adriana Giannoni, Piccinetti mantenía un romance clandestino con Lai. De acuerdo a esta hipótesis Salas descubrió que su esposa le era infiel por lo que trabó una fuerte discusión con el masajista. Días después, y siguiendo esta versión de lo ocurrido, los imputados ultimaron al agricultor en su dormitorio.
Ahora la Policía tiene más tiempo para encontrar al evadido sin que el juicio en su contra quede invalidado, ya que el motivo de la suspensión del debate es el estado de salud de un camarista. "El juicio no está caído para mi defendido porque si a él lo detienen antes del 23 se sentará en el banquillo de los acusados, y escuchará los alegatos y la sentencia. En caso de que no se lo encuentre sólo Lai oirá el veredicto", afirmó Flores.
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