27 Febrero 2011
Morirse es una costumbre que sabe tener la gente, dice la Milonga de Manuel Flores, escrita por Jorge Luis Borges y compuesta por Aníbal Troilo. Sin embargo, como se trata de algo generalmente imprevisto, los gastos muy a menudo sorprenden. En Tucumán, morirse sale alrededor de $ 6.000; claro que para los deudos, no para el difunto. Y siempre y cuando estos consideren que se lo merece.
Según la Asociación Tucumana de Empresas Fúnebres (ATEF), en la provincia operan unas 25 compañías y los servicios son diferentes, de acuerdo con el tipo y la trayectoria de la firma, y las pretensiones de los familiares del fallecido y las que este haya encargado en vida. Así, un servicio especial, con un cajón importado y un automóvil de alta gama para efectuar el traslado, por ejemplo, puede costar $ 50.000, valor ocho veces superior al promedio y aún varias veces mayor al del servicio estándar que brinda el Estado a familias de escasos recursos económicos.
Para que los gastos en el velatorio y en el entierro no signifiquen un pasmo indeseable adicional al del fallecimiento del ser querido, hay tres maneras de costearlos:
Obra social, mutual o sindicato: aunque no son todas, estas organizaciones incluyen el servicio de sepelio dentro de la cobertura. Pero esto no implica que no haya que gastar nada. Miguel Ángel Pedraza, presidente de ATEF, afirmó que la cobertura de estas organizaciones por lo general no llega al 50% de los costos. "La familia tiene que afrontar la diferencia, porque quieren que el servicio sea mejor. La obra social, la mayoría, reconoce $ 1.500 o $ 2.000, y sobre entre $ 6.000 y $ 7.000 que sale todo, imagínese cuánto le falta", aseveró.
Pedraza apuntó que las empresas fúnebres tucumanas ofrecen planes pago -"como cualquier actividad comercial", afirmó-.
Seguro de sepelio que brindan las empresas fúnebres: es una cuota mensual que sirve para gozar de una cobertura total de sepelio para cualquier integrante del grupo familiar. Se gestiona en cada empresa fúnebre. El abono mensual oscila entre $ 60 y $ 100, comentó Pedraza. Según el director de Empresa Flores, José Antonio Flores (h), más de 400.000 tucumanos están abonados. "Es un sistema que está instalado en la provincia", dijo.
Pedraza explicó que este abono permite la cobertura inmediata y total del sepelio siempre y cuando la persona fallecida no tenga más de 21 años. "Hasta los 49, se empieza a pagar y se aplica el servicio recién pasados los 90 días. Para los que tienen entre 50 y 59 años son seis meses; entre 60 y 69, un año; de 70 a 73, un año y medio, y de 74 en adelante, dos años", detalló.
Aseguradoras: empresas de seguros que ofrecen seguros de sepelio y que reconocen el dinero cuando se produce un fallecimiento.
Si no se apela a estas alternativas, la opción que queda es contratar un servicio de manera particular y abonarlo con dinero propio.
A las personas con escasos recursos el Estado les brinda un servicio denominado de hospital, con ataúd muy precario, con velatorio en domicilio y traslado a cementerio en un furgón.
Servicio completo
El servicio privado de sepelio total incluye el retiro del hospital o del sanatorio hasta la sala velatoria o el domicilio, el traslado en coches fúnebres hasta el cementerio y la parcela para el entierro. Ese es el paquete que, de acuerdo con las cifras que manejan empresarios del sector, cuesta unos $ 6.000.
El costo se encarece en el caso de que el fallecido deba ser trasladado, por ejemplo, de Buenos Aires a Tucumán. También se cuentan gastos en flores, en comida y bebida para los asistentes al velorio, en la excavación -cuesta unos $ 600 y no lo incluye ninguna empresa fúnebre-, en avisos fúnebres y en la tanatopraxia, que es el acondicionamiento del cadáver para retrasar su descomposición, un trabajo que sale $ 1.500. A estos costos se les suman los del mantenimiento de la parcela. Esto varía según el cementerio, pero una cuota mensual promedio es de $ 50.
Todos los valores están sujetos a la inflación, con lo cual la sorpresa puede ser mayor.
En El Zahir, Borges también escribió: el dinero es abstracto, repetí, el dinero es siempre futuro. Puede ser una tarde en las afueras, puede ser música de Brahms, puede ser mapas, puede ser ajedrez, puede ser café... Puede ser un ser querido descansando en paz.
Según la Asociación Tucumana de Empresas Fúnebres (ATEF), en la provincia operan unas 25 compañías y los servicios son diferentes, de acuerdo con el tipo y la trayectoria de la firma, y las pretensiones de los familiares del fallecido y las que este haya encargado en vida. Así, un servicio especial, con un cajón importado y un automóvil de alta gama para efectuar el traslado, por ejemplo, puede costar $ 50.000, valor ocho veces superior al promedio y aún varias veces mayor al del servicio estándar que brinda el Estado a familias de escasos recursos económicos.
Para que los gastos en el velatorio y en el entierro no signifiquen un pasmo indeseable adicional al del fallecimiento del ser querido, hay tres maneras de costearlos:
Obra social, mutual o sindicato: aunque no son todas, estas organizaciones incluyen el servicio de sepelio dentro de la cobertura. Pero esto no implica que no haya que gastar nada. Miguel Ángel Pedraza, presidente de ATEF, afirmó que la cobertura de estas organizaciones por lo general no llega al 50% de los costos. "La familia tiene que afrontar la diferencia, porque quieren que el servicio sea mejor. La obra social, la mayoría, reconoce $ 1.500 o $ 2.000, y sobre entre $ 6.000 y $ 7.000 que sale todo, imagínese cuánto le falta", aseveró.
Pedraza apuntó que las empresas fúnebres tucumanas ofrecen planes pago -"como cualquier actividad comercial", afirmó-.
Seguro de sepelio que brindan las empresas fúnebres: es una cuota mensual que sirve para gozar de una cobertura total de sepelio para cualquier integrante del grupo familiar. Se gestiona en cada empresa fúnebre. El abono mensual oscila entre $ 60 y $ 100, comentó Pedraza. Según el director de Empresa Flores, José Antonio Flores (h), más de 400.000 tucumanos están abonados. "Es un sistema que está instalado en la provincia", dijo.
Pedraza explicó que este abono permite la cobertura inmediata y total del sepelio siempre y cuando la persona fallecida no tenga más de 21 años. "Hasta los 49, se empieza a pagar y se aplica el servicio recién pasados los 90 días. Para los que tienen entre 50 y 59 años son seis meses; entre 60 y 69, un año; de 70 a 73, un año y medio, y de 74 en adelante, dos años", detalló.
Aseguradoras: empresas de seguros que ofrecen seguros de sepelio y que reconocen el dinero cuando se produce un fallecimiento.
Si no se apela a estas alternativas, la opción que queda es contratar un servicio de manera particular y abonarlo con dinero propio.
A las personas con escasos recursos el Estado les brinda un servicio denominado de hospital, con ataúd muy precario, con velatorio en domicilio y traslado a cementerio en un furgón.
Servicio completo
El servicio privado de sepelio total incluye el retiro del hospital o del sanatorio hasta la sala velatoria o el domicilio, el traslado en coches fúnebres hasta el cementerio y la parcela para el entierro. Ese es el paquete que, de acuerdo con las cifras que manejan empresarios del sector, cuesta unos $ 6.000.
El costo se encarece en el caso de que el fallecido deba ser trasladado, por ejemplo, de Buenos Aires a Tucumán. También se cuentan gastos en flores, en comida y bebida para los asistentes al velorio, en la excavación -cuesta unos $ 600 y no lo incluye ninguna empresa fúnebre-, en avisos fúnebres y en la tanatopraxia, que es el acondicionamiento del cadáver para retrasar su descomposición, un trabajo que sale $ 1.500. A estos costos se les suman los del mantenimiento de la parcela. Esto varía según el cementerio, pero una cuota mensual promedio es de $ 50.
Todos los valores están sujetos a la inflación, con lo cual la sorpresa puede ser mayor.
En El Zahir, Borges también escribió: el dinero es abstracto, repetí, el dinero es siempre futuro. Puede ser una tarde en las afueras, puede ser música de Brahms, puede ser mapas, puede ser ajedrez, puede ser café... Puede ser un ser querido descansando en paz.
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