Los temblores superficiales causan más daño

Los temblores superficiales causan más daño

Un especialista explicó las diferencias entre los sismos de Nueva Zelanda y el de Tucumán.

24 Febrero 2011
Después de cada temblor o terremoto suelen venir las comparaciones con otros hechos similares. En 1908 en La Cocha se registró un sismo de 7º en la escala de Richter, pero no fue una catástrofe.

El sismo de la madrugada del lunes fue el más fuerte en Tucumán en lo que va de este nuevo siglo con una magnitud de 5.9º. El de Nueva Zelanda, ocurrido el lunes, alcanzó una magnitud de 6.3º, pero dejó devastada la ciudad de Christchurch. LA GACETA consultó al doctor en geología Luis Suayter por qué, con tan poca diferencia en la magnitud, el temblor de Tucumán fue un gran susto, y en Nueva Zelanda, una hecatombe.

"En Nueva Zelanda, el sismo se produjo a una profundidad de cinco kilómetros. Eso es casi nada. Al ser superficial, la tierra no puede absorber la energía liberada. Las ondas sísmicas viajan a una velocidad de ocho kilómetros por segundo. Quiere decir que en medio segundo las ondas estaban en la superficie", explica Suayter. En Tucumán, en cambio, la profundidad fue de 27 kilómetros y el epicentro estaba localizado en una zona rural a 45 kilómetros de la ciudad de San Miguel de Tucumán.

"No es lo mismo si la energía sísmica golpea un área de baja densidad urbana y poblacional que si sube hasta la superficie en una ciudad", añadió el experto. La principal causa de muerte en los terremotos es el derrumbe de los edificios. "En la Puna puede haber un sismo, quizá nadie se entere, y seguramente afectará a mucha menos gente y causará menos daños".

El origen del terremoto se ubicó a tan sólo 10 kilómetros al sureste de Christchurch, la segunda ciudad más importante del país oceánico. En septiembre pasado se había registrado un sismo de 7.1º Richter pero a 33 kilómetros de profundidad y a mayor distancia de la ciudad, según consignó el "New Zealand Herald".

Un tercer factor determinante es el tipo de suelo. El geólogo agregó: "hay suelos de alta y baja resistencia según el nivel del entramado de los sedimentos. En el caso de nuestra provincia es de poca resistencia y eso contribuye a la capacidad de destrucción de los sismos. Desconozco el tipo de suelo en Nueva Zelanda, pero no es arriesgado pensar que sea similar al de Tucumán". Consultado sobre la posibilidad de que un sismo tenga su epicentro en la ciudad, Suayter opina que no hay que descartarla. "Por eso debemos tomar precauciones; principalmente, se trata de contar con un mejor nivel de construcción, con mejores normas de calidad y de control", aseveró.

Réplicas

Luego de las tres réplicas que se vivieron el lunes, no se ha percibido ninguna más, de acuerdo con la información que Suayter, profesor de la UNT y de la UTN, pidió a los vecinos de la zona que fue el epicentro.

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