Cada vivienda fue un consultorio donde nunca hubo pacientes

Cada vivienda fue un consultorio donde nunca hubo pacientes

El hospital fue ocupado en 1950 y hoy alberga a hijos y nietos de los primeros moradores.

AMONTONADOS. Las familias duermen juntas en una misma habitación. LA GACETA / ANTONIO FERRONI AMONTONADOS. Las familias duermen juntas en una misma habitación. LA GACETA / ANTONIO FERRONI
22 Febrero 2011
El ex hospital de Ranchillos es como un hogar de personas huérfanas y cada casa es un consultorio que nunca llegó a funcionar a pleno. La recorrida que ofrece Franco Muruaga a LA GACETA atraviesa varias puertas. "Ahí vive don Bustos, al lado doña Pequeña Amaya, más allá Lorena con sus hijos, después tres jornaleros de Santiago del Estero que se quedan aquí cuando vienen a trabajar para la cosecha del limón y, al final del pasillo, yo con mi mujer y mis tres hijos", explica.

Los 100 metros que separan la ruta 302 del hospital son puro barro por donde cruzan gallinas y algunos chanchos. Además de las personas que viven allí, a su alrededor se formó un pequeño barrio muy humilde, donde reside Luis Ordóñez, conocido como "Lucho el caramelero", porque vende golosinas en su bicicleta.

Ordóñez cuenta que hace cuatro años se le quemó su casa y quedó sin nada de un día para el otro. Ahora se le llenan los ojos de lágrimas cuando ve la situación en la que quedaron sus vecinos del hospital. "Si viene el gobernador no lo hacen pasar por aquí", asegura. Cuando perdió todo por el fuego -cuenta "el caramelero"- desde la comuna sólo le mandaron un kilo de azúcar y otro de harina. "Entre los vecinos me ayudaron a conseguir dos colchones para mis hijas. Aquí somos muy solidarios, este es el pueblo", agrega.

El Hospital está abandonado desde fines de 1950, su estructura nunca fue lo suficientemente firme como para que funcionara. Desde esa época varias familias lo ocuparon y hoy son sus hijos los que viven allí. Es el caso de Cristina Brizuela, que llegó con sus padres cuando tenía dos años y hoy vive con sus siete hijos.

Nuevas promesas

Durante la manifestación de los vecinos sobre la ruta 302 el delegado comunal de Ranchillos, Antonio Pino, llegó y prometió viviendas para todos. "Hicimos un relevamiento y de las 25 familias que están en el hospital hay cinco inscriptos para las viviendas de un barrio, dos que tienen terrenos y que les daremos un módulo habitacional; al resto lo vamos a trasladar a unas tierras fiscales y le vamos a dar casillas", aseveró Pino.

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