16 Febrero 2011
SECRETOS AL PAPEL. El libro expone la barbarie que Kampusch tuvo que sufrir de los 10 a los 18 años. REUTERS
MADRID, España.- Natascha Kampusch habla bajito, no mira a la cara de su interlocutor y reconoce que tiene fobia social. No obstante, eso no le ha impedido hacer una gira por la decena de países europeos que van a publicar el libro que escribió sobre el secuestro que sufrió durante ocho años, denominado "3.096 días".
La joven austríaca estuvo cautiva de los 10 a los 18 años por Wolfgang Priklopil, un trabajador de Siemens con aparente vida normal que, tras descubrir que había escapado, se arrojó a las vías de un tren. Antes, la tuvo encerrada en un zulo a las afueras de Viena, humillándola, golpeándola sin piedad y sometiéndola a "pequeños abusos sexuales", como ella escribe en su estremecedora novela.
Esta mañana, en Madrid, recordó a su captor en una entrevista con el diario Elmundo.es: "no lo odié y así pude superar mejor mi secuestro. No lo odio, porque sería una manera de seguir vinculada a él". Ante la pregunta del periódico sobre si hubiera sido mejor que continuara vivo, para enfrentar a la Justicia, no duda en responder: "tendría una condena, pero es difícil pensar cuál sería el castigo que debería tener esa persona, después de lo que me hizo. Me robó mi infancia".
"Durante su cautiverio, me preguntaba: ¿por qué a mí, por qué esta injusticia? No he hecho nada malo", narró la joven, según la nota publicada en la edición de hoy de Elmundo.es. "Me encataría estudiar. Tengo muchos temas que me interesan, pero tengo fobia al contacto con los demás. Y eso lo dificulta todo un poco", concluyó. (Especial)
La joven austríaca estuvo cautiva de los 10 a los 18 años por Wolfgang Priklopil, un trabajador de Siemens con aparente vida normal que, tras descubrir que había escapado, se arrojó a las vías de un tren. Antes, la tuvo encerrada en un zulo a las afueras de Viena, humillándola, golpeándola sin piedad y sometiéndola a "pequeños abusos sexuales", como ella escribe en su estremecedora novela.
Esta mañana, en Madrid, recordó a su captor en una entrevista con el diario Elmundo.es: "no lo odié y así pude superar mejor mi secuestro. No lo odio, porque sería una manera de seguir vinculada a él". Ante la pregunta del periódico sobre si hubiera sido mejor que continuara vivo, para enfrentar a la Justicia, no duda en responder: "tendría una condena, pero es difícil pensar cuál sería el castigo que debería tener esa persona, después de lo que me hizo. Me robó mi infancia".
"Durante su cautiverio, me preguntaba: ¿por qué a mí, por qué esta injusticia? No he hecho nada malo", narró la joven, según la nota publicada en la edición de hoy de Elmundo.es. "Me encataría estudiar. Tengo muchos temas que me interesan, pero tengo fobia al contacto con los demás. Y eso lo dificulta todo un poco", concluyó. (Especial)
Lo más popular
