El profesor de gimnasia reconoció que Lai le daba plata, pero que él no la amaba

El profesor de gimnasia reconoció que Lai le daba plata, pero que él no la amaba

Luis Piccinetti dijo que no es una persona violenta, ni un asesino; relató que tampoco tiene vicios y que sólo le gustan las mujeres. Uno de los acusados reconoció ante el tribunal que protagonizó una pelea con el agricultor, pero que no lo mató. La relación.

RELACIÓN PASAJERA. Luis Piccinetti manifestó ante el tribunal que sólo gustaba de la esposa del agricultor, que le daba dinero para invertir en el gimnasio. LA GACETA / ANTONIO FERRONI RELACIÓN PASAJERA. Luis Piccinetti manifestó ante el tribunal que sólo gustaba de la esposa del agricultor, que le daba dinero para invertir en el gimnasio. LA GACETA / ANTONIO FERRONI
15 Febrero 2011
"No soy una persona violenta; no bebo, no fumo, no me drogo ni coqueo y no voy a los bailes públicos. Y sí, es cierto... me gustan las mujeres; pero no soy un asesino". Así remató su declaración Luis Rafael Piccinetti, el instructor de gimnasia que está acusado, junto a Silvia Raquel Lai, de matar al agricultor tranqueño José Luis Salas el 15 de julio de 2007.

El debate oral empezó ayer a las 9.30 en la sede penal de Tribunales, ubicada en avenida Sarmiento al 400. Lai, esposa de la víctima y presunta autora intelectual del asesinato, se abstuvo de declarar.

Según la hipótesis de la fiscala de Instrucción, Adriana Giannoni, Lai y Piccinetti eran amantes; Salas los descubrió y tuvo una pelea con el profesor de gimnasia. Luego, siempre según esta versión, los acusados decidieron matar al comerciante en su casa de calle Mario Lostri 450, en Trancas. Sin embargo, los acusados niegan esta historia.

El jueves 12 de julio de 2007, contó ayer Piccinetti, tuvo una pelea con Salas. Este lo golpeó con la culata de una pistola, amenazó con matar a su hija Emilse, que en ese momento dormía con él en el gimnasio que tiene en Trancas, y luego le disparó para amedrentarlo sin herirlo, dijo ayer el acusado. " ?Vos andás con mi mujer; rajá de Trancas?, me dijo, me escupió y disparó cerca de mi oído. Me oriné y me quedé ahí parado", contó el profesor de gimnasia. Y añadió que no conocía a la víctima hasta ese momento. "Luego, seguí relacionándome con Silvia y con sus hermanos", agregó Piccinetti.

El acusado también dijo que conocía a Silvia desde la apertura del gym, en marzo de 2007, y que su romance empezó a través de mensajes de texto. "Salimos un par de veces. Teníamos una relación. Ella me prestó $ 1.500 para que yo invirtiera en el gimnasio", relató. Y, más adelante, remarcó: "ella me daba dinero porque me amaba; yo no la amaba, yo sólo gustaba de ella".

Piccinetti aseveró que el sábado a la noche cenó junto a su hija Emilse en casa de Adrián Lai, hermano de la viuda, y que luego volvió a su casa para dormir. El personal trainer reveló que el domingo 15 a la mañana recibió un mensaje de texto de Adrián que decía: "pasó una macana, mataron al marido de Silvia. Si querés venir estoy afuera". Piccinetti acudió al domicilio de la víctima siguiendo las instrucciones de Adrián, porque aparentemente no sabía dónde vivía Silvia. Los investigadores sostienen que Salas fue atacado con un objeto pesado, como las barras que se utilizan para armar las mancuernas, y sospechan que el arma podría pertenecer a Piccinetti.

En base a su relato, el lunes 16, Piccinetti dictaba clases de baile en su gimnasio cuando advirtió la presencia de policías que irrumpían en el lugar. "A las 15 llegó el oficial CarlosAlberto "Charquiao" Páez (se suicidó el año pasado), junto a la brigada, para allanar mi local. Al principio pensé que había comprado un aparato de gimnasia robado. Luego Paez se acercó y me dijo: ?no me digás que no andás con la prostituta esa. Yo te voy a decir una cosa. Vos y la prostituta esa van a pagar por lo que le hicieron a mi amigo del palo y se descubrió el brazo para mostrarme el tatuaje de un gallo?".

Cuando la Policía allanó el lugar secuestró prendas que estaban manchadas con sangre y que habían sido lavadas previamente. Piccinetti insinúa, desde que lo acusaron, que a Salas lo mató una mafia vinculada a la riña de gallos. "Yo no maté a nadie. Tuve relaciones con esa persona, pero no maté a nadie", le habría contestado el acusado al oficial Páez esa tarde, según su propio testimonio. "Estaba shockeado, se me estaba acusando de algo aberrante. Nunca conocí al señor Salas, sólo peleé con él", agregó en su declaración. "El allanamiento terminó a las 22; a mí me sacaron vestido de policía, me metieron en una Trafic y me llevaron a la Unidad Regional Norte de Tafí Viejo. Me revisó el médico forense y a las 22.30 me trasladaron a la fiscalía esposado en la caja de una camioneta", continuó.

El tribunal que juzga a los acusados está integrado por María del Pilar Prieto, Horacio Lázaro Villalba y Marta Cavalloti. Lai y Piccinetti están imputados de homicidio agravado por alevosía. La fiscala de Cámara Marta Jerezde Rivadeneira está a cargo de la acusación. Mientras estuvo detenido en el centro penitenciario de Villa Urquiza, Piccinetti aseguró que en su unidad conoció a un preso de apellido Correa que le contó que Salas estaba involucrado en ciertos negocios con un hombre de Bolivia que se dedicaba a la venta de drogas. El debate seguirá hoy, a las 9, y se prolongará hasta el viernes. Ya declararon cuatro de los 20 testigos citados por el tribunal.

Comentarios